DIECISIETE ALFILES de MARÍA ÁNGELES PÉREZ LÓPEZ por JOSÉ ANTONIO SANTANO

JOSÉ ANTONIO SANTANO para IDEAL 22/12/2019
diecisiete alfiles de MARÍA ÁNGELES PÉREZ LÓPEZ

por JOSÉ ANTONIO SANTANO

para IDEAL, Domingo, 22/12/2019

diecisiete alfiles. María Ángeles Pérez López


 DIECISIETE ALFILES 

 de MARÍA ÁNGELES PÉREZ LÓPEZ







María Ángeles Pérez López
Título: diecisiete alfiles    
    
Autor: María Ángeles Pérez López
Editorial: Abada (2019) 
            © Carmen Burgo








SALÓN DE LECTURA  


JOSÉ ANTONIO SANTANO

 José Antonio Santano 

      










  




















  Es muy frecuente, en estos últimos años, la edición de libros de haikus, tal vez por esa misteriosa y mágica estructura de 5-7-5 versos que hacen de la concentración silábica y la reflexión de lo cotidiano joyas de incalculable valor. A nadie le es ajeno que precisamente por estas condiciones específicas la dificultad en la resolución de un verdadero haiku es mayor, aunque parezca a simple vista lo contrario. El poeta que se atreve con este tipo de composición lo sabe bien y aunque su proliferación haya aumentado, la verdad es que no siempre con el mismo efecto según sean sus autores.


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Para esta ocasión abogamos por un libro, “Diecisiete alfiles” y una autora María Ángeles Pérez López (Valladolid, 1967), poeta y profesora titular de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Salamanca, una de las voces femeninas más interesantes del panorama poético actual. Otros libros publicados de su autoría son, entre otros: Tratado sobre la geografía del desastre, La sola materia, La ausente, Atavío y puñal, Fiebre y compasión de los metales, Interferencias o Mapas de la imaginación del pájaro. “Diecisiete alfiles”, al cuidado de Abada Editores es un libro polifónico en el cual hallaremos haikús de temáticas variadas (del amanecer, de Epicuro, de las perseidas, del trabajo, del hielo, del camino…), hasta 32 en total. En cada uno de ellos Pérez López nos muestra la belleza y el hondo pensamiento, trasunto todos de la cotidianidad, de la vida en su natural esencia, del asombro ante lo mistérico o desconocido: «Frente a los páramos / desnudan los jardines / sus pies de sándalo. // Libar la vida. / Que en su jugo se empapen / omega y sigma». La magia de la palabra, esa que nace del abismo y vuela hasta alcanzar el nombre de las cosas, puro mestizaje de forma y fondo, ética y estética en equilibro, sincero lirismo que adecua al tiempo que le toca vivir. Así María Ángeles Pérez López recorre la singular aventura de la palabra escrita, en un continuo fluir, sin desvanecimiento alguno, segura de su magisterio y de sus creaciones. En “Diecisiete alfiles”, como dice la propia autora en su final de epílogo “se juega el mundo”, “con una tensión estilística infrecuente en un género que suele practicarse con ligereza”, como así matiza Erika Martínez en el prólogo. Hay, sin duda, en este ramillete de haikús una extraordinaria sensibilidad que va más allá de la anécdota, convirtiendo el detalle en manantial de luces que sacian toda sed, que deslumbran hasta encoger el alma: «La luz primera. / Desacato en las hojas / que se impacientan. // La luz cerrada. / En la noche del cuerpo, / rezuma el alba». Intensísima la voz poética de María Ángeles Pérez López, abarcadora y profunda, nacida para redescubrirnos el mundo, el universo que contiene sus versos en un reto que se impone a sí misma de manera natural, y libre, que quiere recorrer todos los caminos posibles o abrir las puertas, el corazón, abrazar la vida, al fin y al cabo:
 «En cada puerta /
 un camino se abre /
 y otro despierta».
 La efectiva musicalidad de haikus, la elegancia del verso y su cadencia deleita la lectura de “Diecisiete alfiles” y nos confirma la excelencia poética de su autora, María Ángeles Pérez López.           

SALÓN DE LECTURA. RESEÑA POÉTICA


POESÍA EN LIBERTAD
SALÓN DE LECTURA:  Reseña del poemario "Memorial de frontera", de Balbina Prior  por JOSÉ ANTONIO SANTANO

TENUE ARMAMENTO de ÁNGEL OLGOSO por JOSÉ ANTONIO SANTANO


___________________ Por José Antonio Santano



TENUE ARMAMENTO
ÁNGEL OLGOSO
Aparecía recientemente, en la colección Mirto Academia, y al cuidado de la editorial Alhulia, una interesante propuesta textual de una de las voces más destacadas de la actual narrativa española, me estoy refiriendo al granadino, Ángel Olgoso, de título Tenue armamento. En esta ocasión Olgoso nos presenta una compilación de textos en prosa referidos principalmente a presentaciones de sus libros o ajenos y prólogos realizados para otros libros. Llama la atención que lo que podrían ser textos escritos con una acertada corrección, sin más, hasta el punto de denominarlos él mismo como “Cartapacio de papeles menores”, en su pluma se conviertan en textos de absoluta filigrana donde las referencias al pensamiento de otros escritores y un lenguaje de una calidad indiscutible provocan en el lector una verdadera catarsis, claro ejemplo de su maestría literaria. Un libro que muestra, una vez más, la esencia de su prosa.

"Oración primitiva por Uruk", de Issa Hasan Al-Yasiri

ISSA HASAN AL- YASIRI
 SALA DE LECTURA  por 

   JOSÉ ANTONIO SANTANO: LA SEMILLA DE URUK




  No sé cuál es la razón exacta, pero desde siempre me supe atraído por la poesía árabe, por la belleza de su grafía y su hondo pensamiento, ese que nos hace vibrar con cada palabra, desde la sencillez y la humildad que acompaña al poeta que lo ejercita y vive. Y supongo, que si eso ocurre con la poesía, también con la historia y la cultura de los principales lugares del mundo árabe, como la mítica Bagdad, claro ejemplo. Tan es así que, al recibir el libro “Oración primitiva por Uruk”, del poeta iraquí Issa Hasan Al-Yasiri (Missan, 1945), sentí un cierto estremecimiento. Allí estaba, encima de la mesa, un misterioso rostro ilustraba la portada del libro, un dibujo de Kareem Sadoom, para ser exactos, autor de todas las ilustraciones del poemario. La traducción al español ha sido realizada por Ignacio Gutiérrez de Terán y la publicación ha corrido a cargo de Alfalfa Ediciones. 
Cuenta el poeta octogenario con libros tales como “Cruzar hacia ciudades de alegría” (1973), “Episodios del viaje del ave sureño” (1976), “Cielo del sur” (1979), “La mujer es mi reino” (1982), “El silencio de las cabañas” (1996), “Te llamo desde lejos” (2008) y “Ave María” (2012). Llama la atención de “Oración primitiva por Uruk”, la espiritualidad que lo contiene, muy cercana a la tradición poética árabe, donde la honda reflexión da paso a la sencillez formal, convirtiendo así a la palabra en esencia misma; la desesperanza a la oración: 
«Dios mío, Dios mío,   por Uruk te invoco,   Uruk,  tu primera semilla,  ancestral entre todas tus ciudades»
de aquí en adelante la tensión discursiva irá en aumento y el poeta será la voz amorosa que clama en el desierto, demandará misericordia y perdón para Uruk y sus pobladores, también para quienes un día la abandonaron: 
«Por ella,
 / y por quienes en ella viven, y por los que un día la abandonaron, sálvala, bendito seas, refugio y luz»
. Hassan Al-Yasiri no puede sino sentir que el tiempo se le escapa entre las manos, y que en ese trayecto final, en ese alumbramiento del silencio total al que todo humano se abisma, solo desea contener la furia de la sinrazón y el despropósito, devolver a su tierra el fruto de los campos y los ríos; la paz de las montañas en su soledad infinita; convencer con la palabra poética de la necesidad de hermanamiento, de la humana mirada. Por eso clama en voz alta y se pregunta: «¿Por qué insistes en reducir a Uruk a un solar / habitado por la tristeza, / pasto de las plañideras?». El poeta sufre con el dolor ajeno, que es también el suyo, el de sus compatriotas y en ese estado se rebela contra él y contra todo, y una vez más demanda el perdón a un dios misericordioso: 
«Perdónala, Dios, /  ¿qué haría cualquier madre  al ver a sus hijos camino de la muerte  rumbo a un lugar lejano,  como una bandada de pájaros sobre cuyos nidos /  se ciernen los chacales de la noche?».  Solo un deseo anima al poeta a seguir el camino, a rebelarse contra el mal de las guerras y la injusticia, concluyendo así con su oración:  «Escucha pues a este siervo, Dios:   haz que Uruk vuelva a ser lo que fue,   conviértela, de nuevo, en Uruk.   Uruk,   la partera,   y la madre, /  y el lecho de la dicha».  









Título: Oración primitiva por Uruk         
Autor: Issa Hassan Al-Yasiri
Ediciones: Alfalfa  (2019)

LAS COSTURAS DEL HAMBRE


CARMEN PALOMO PINEL
SALÓN DE LECTURA. PERIÓDICO IDEAL 21/10/2019

LAS COSTURAS DEL HAMBRE
LAS COSTURAS DEL HAMBRE


SALÓN DE LECTURA 



por José Antonio Santano



LA LLAMA DEL LENGUAJE

CARMEN PALOMO PINEL


No es habitual, hoy que todo está marcado por la imposición de una moda determinada, una excesiva complacencia en la imitación sin más o la simple clonación, que hallemos a alguien con impronta propia. La poesía vive un momento que, aunque algunos traten de vender como de gran calado, verdaderamente lo es pero mediático y, cuando menos, agridulce. Me alegra comprobar, en el caso de la joven poeta madrileña Carmen Palomo Pinel (Madrid, 1980), que su concepción de la poesía, es decir, de la vida y el lenguaje que determina su voz sea el diferencial, que basa su objetivo en una profunda reflexión de aquello que acontece en su cotidianidad y que al mismo tiempo posee la virtud de descubrirnos otra verdad existente y que trasciende en lo esencial literario. 


El presente poemario, “Las costuras del hambre”, fue merecedor del II Premio Esdrújula de Poesía. Con esta nueva entrega Carmen Palomo se desnuda frente al espejo, hurga en la rutina de los días para ofrecernos, con naturalidad y sentido poético, un ramillete de poemas existenciales, que buscan sorprender al lector mostrándole un universo donde el lenguaje, la palabra en sí misma toma variados matices para señalar y revelarse ante la certeza de una sociedad desequilibrada, ajena a los valores intrínsecos del ser humano. “Costuras del hambre” es un libro abarcador, capaz de generar en el lector esa necesidad de bucear en el misterio del lenguaje poético, tan rico y variado, tan vivo y envolvente: 

«La belleza precisa de fronteras,
 / el amor se demora en los contornos 
/ precisos del amado, 
/ la libertad se ejerce entres sus reglas
 / y en su negarse encuentra sus caminos. 
// Buscas, desbuscas /
 y en tu mirada quieres 
/ caminar lo sonoro, / 
lo fugaz, fundir el núcleo.». 

Vivir es lo importante, descubrir la palabra que exprese la emoción de lo vivido en su exacta medida es el reto, el camino a seguir hasta hallar los silencios liberadores, ese temblor primero de los orígenes y las esencias: 

«Hoy elijo vivir de otra manera / 
palpar en el abrazo la pérdida, /
 abrazar en el hijo tu vida ya quebrada 
/ la cáscara en pedazos 
/ vivir en ese abrazo la plenitud del tiempo 
/ la tensión que olvidamos cada día.». 

Palomo Pinel muestra en este libro una voz madura, que pasa por la asunción de una concepción de la poesía singular e innovadora desde el punto de vista del lenguaje, invitándonos así a separar lo importante de lo banal, y escribe:

 «Aférrate. Atesora /
 las cosas más preciadas: 
/ ni todas juntas lograrán salvarte, 
/ pero ellas te hablarán de lo que salva 
/ con la lengua salvaje del silencio:
 / te enseñarán cómo atrapar la noche.». 

Poesía existencial que no deja al lector indiferente, propicia para un tiempo de caos, o cuando menos, extraño y delirante. Versos para seguir viviendo, para vivir soñando, como lo hace Carmen Palomo Pinel, desde el asombro mismo, desde la esencia de la palabra. 

CARMEN PALOMO PINEL
LAS COSTURAS DEL HAMBRE 
por CARMEN PALOMO PINEL

Título: Las costuras del hambre
Autor: Carmen Palomo Pinel

Editorial: Esdrújula (2019)

DANIEL GOROSITO PÉREZ. MONTEVIDEO

DANIEL GOROSITO
MONTEVIDEO DE DANIEL GOROSITO

CENIZAS

                                 “Montevideo es un lugar muy lejos

                                  donde no puedo mentir, y alguien siempre

                                  me está esperando”.

                                  Juan Carlos Onetti en su exilio español



LLUEVE


en la ciudad que mira al Monte.

entumecida por la ventisca helada

y la terrible soledad

de los hombres.

Borrosa existencia

como los colores

de la bandera roída

que  tirita en la proa de la chalupa

mientras se mece

en las aguas mudas del Plata.

Desarticulando mitos y temores

se pierde el viento

en un día de cenizas

lo gris contra lo gris.






MI CIUDAD…”MONTE VIDE EU”…



Está frío y garúa,

rigores del invierno del Sur.

El silencio late

en la piel de los adoquines.

Al final de la calle

el mar bravío guarda secretos.

Mientras, un hombre,

camina por la interminable escollera.

Mudo de soledad

con él,

la sombra frágil de las ausencias

suspiros lejanos

añoranzas

memorias inasibles.

La tenue luz de la tarde

muy temprano va muriendo.

Unas aves melancólicas

huyen en perfecta formación.

Los pétalos del cielo se abren

se derrama el dulce néctar

que al rato será poesía

multicolor celestial.

El hombre sigue caminando

y sólo ve un monte.





MONTEVIDEO  

                                             “Montevideo es mi ciudad, fui para allí a vivir con cuatro años,  y cuando estoy fuera siento nostalgia”.
Mario Benedetti




Montevideo,                                                                                         vistes tu cuerpo de siglos,                                                                
silencioso y gris.

Ciudad oxidada,
el pasado es polvo.

En tus muros,
el pueblo hace poesía.

Anónimas angustias se desplazan,
miradas distraídas y lejanas,
la memoria germinando
recuperando historias que nos pertenecen
perpetua tristeza.

Museo de Blanes, Rosedal del Prado y Tango llorón.

SALA DE LECTURA. IDEAL. POR JOSÉ ANTONIO SANTANO

Barro del Paraíso
BARRO DEL PARAÍSO. ALFREDO PÉREZ ALENCART
            No es fácil adentrarse en el territorio de la poesía. Necesita de un esfuerzo que muy pocos están dispuestos a afrontar. Esa continua lucha con las palabras y su significado, su simbología y la interiorización del discurso poético no está entre las aspiraciones o anhelos de la mayoría de los seres humanos.  Pero hay que decir, por el contrario, que la minoría que sustenta y participa de la creación poética es suficiente para que esta no desaparezca, para que la esperanza sea esa luz que siga iluminando el horizonte. Y, sin duda, la poesía es esa luminaria inextinguible que nos hace expresarnos a través de la palabra en comunión perfecta con el pensamiento y la experiencia vital individualizada y colectiva. De toda esa amalgama de elementos interconectados nace la necesidad de comunicar, comunicarse los unos con los otros, y de esa relación surge, por decirlo de alguna manera, la humana mística de la interiorización del Amor, en su más amplio sentido, al prójimo, al otro, en lo absoluto. Mucho tiene que ver con lo dicho la última entrega poética del peruano-español Alfredo Pérez Alencart, “Barro del Paraíso”, notable edición con magníficas ilustraciones de portada e interior del pintor y profesor universitario Miguel Elías. La mirada del poeta sigue siendo limpia y abarcadora. Desde la serena contemplación y la experiencia de lo vivido, en esta ocasión el poeta desnuda su espiritualidad, interioriza y reflexiona en su condición de hombre religioso, creyente de lo sobrenatural por ser lo sobrenatural tan mistérico y desconocido que el poeta no puede sino indagar y adentrarse en ese universo donde lo absoluto es ensueño, vida nueva. La celebración del Amor es una constante en la poesía de Pérez Alencart, y siempre está alerta para defenderse de los embaucadores y fariseos de la palabra, de los poderosos y tiranos. Por el contrario, siempre hallamos al poeta junto a los humildes, los exiliados, cercano a los que sufren, a los vencidos, dispuesto siempre al fraternal abrazo. Es tal su humanidad que uno no puede sino sentir las brasas de su palabra continuamente, también, como no podía ser de otra forma, en este libro Alencart nos ofrece su penetrante y moldeada palabra, como si del mismo barro se tratara. El barro es aquí símbolo de vida, y así vivir ha de ser siempre esa continuada lucha por alcanzar el Paraíso –su Paraíso-, al que nos invita desde la primera página que abre el libro: «Barro del Paraíso con espíritu del Gólgota soy, / y perdono lo que hacen y perdono / lo que me harán». Entregado en plenitud a la poesía, Pérez Alencart ha construido en estos últimos años una obra sincera y extensa, que nos atrapa tanto en su plano estético como ético, y que no deja indiferente al lector. Su capacidad de observación e interpretación de la realidad es tal que consigue siempre transformarla en un juego de seducción notable. El poemario que ahora comentamos, “Barro del Paraíso”, es una nueva apuesta por la espiritualidad y en este sentido, también un reto que ahonda en lo sagrado, en la divinidad y en la esperanza de que a través del Amor pueda el hombre transformar el mundo. El poeta se ofrece así al mundo, desnudo y honesto, solidario y justo, porque su anhelo es el Paraíso, su libertad también: «Alguien de uñas frías pretende arañar mi paz / y esconderla en un ventisquero de contiendas. / Pero yo no vendo mi corazón para otros vuelos / ni látigo alguno me hace decir sí cuando me niego.». Pérez Alencart no quiere pasar la ocasión de ofrecerse en su esencia espiritual, tal y como lo hicieran Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, en su entrega al Amado renace la esperanza, se afianza la fe y el amor al prójimo como elemento aglutinador del ser. Esa es la clave de este libro que nos deja versos tan abrasadores como estos: «…Yo / pertenezco al Amado: su ejemplo me destetó ya maduro / y sudo en pleno invierno y desde mi pecho dejo ver / la brasa de la resurrección. Ningún silencio en la hora / infinita, ninguna nieve enfriándome el alma. // A mí no me quemarán en sus hogueras, señores / patriarcas del albañal, señorones que nunca sintieron / el fogonazo de Dios. Los recuerdo de antes, pavoneándose / amparados por el sobreentendido terror al Senedrín / o al Santo Oficio.». El poeta no es aquí sino un hombre dolorido y deslumbrado por la fe y el Amor, convencido que su prédica solo puede beneficiar a los hombres, pues es tal su generosidad, también su misericordia, que no cabe en él más grandeza que la entrega a los demás en su bondad infinita. Nos dice Alfredo Pérez Alencart: «La única brújula es el Amor enhebrado / al misterio de la amistad, a la comunión del sentimiento, / a las despiertas pupilas de un linaje que   nos consagra / a buscar certezas en la inolvidable cruz del calvario.». Es esta una manera de expresar su espiritualidad, de interiorizar en el gran silencio de la soledad para sembrar la semilla del Amor que vive en el poeta a través del Dios y que comparte con su prójimo: «…Cambiemos la mirada para ver / la urgencia del otro. Acoger es otra forma de Amar, / aunque no se ganen todas las batallas. //…Hay que cambiar la mirada. / No todo es hermoso, es cierto, pero se debe ayudar / al que llega, al que enferma, al que se marcha, al que sufre.». Este es el poeta y esta su poesía, cargada de humanismo y fraternidad sin límite, lo que bien pudiera resumirse así: «Lo que suma no es cantar victorias con  monedas: basta darle un apretón de manos a la esperanza / para que nazca un camino / injertado al espíritu mismo del hombre».  
 
Título: Barro del Paraíso       
  
Autor: A. Pérez Alencart
Editorial: Arspoética (2019) 

CECILIA ÁLVAREZ


José Antonio Santano

SALA DE LECTURA : José Antonio Santano


Versos Enhebrados


Si observamos el actual panorama de la poesía española, en general, comprobaremos que no es muy frecuente hallar en él referencias a poetas canarios, por no decir olvidados absolutamente del circuito peninsular. Esta circunstancia resulta incomprensible, más aún si se tiene en cuenta la calidad de la que goza la lírica canaria en la actualidad. Prueba de lo que digo es la reciente publicación del libro “Versos enhebrados. (Antología 2008-2018), de la poeta Cecilia Álvarez (La Palma, 1955) y publicado por Ediciones Aguere e Idea. A su autora la conocí el pasado año con motivo del XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos celebrado en la monumental ciudad de Salamanca. Ciertamente hay que reconocer que estos Encuentros vienen siendo para todos los poetas de la comunidad iberoamericana una ocasión extraordinaria para intercambiar experiencias poéticas de incalculable valor, pero también para celebrar el milagro de amistades imperecederas aunque sea desde la distancia que nos separa a muchos de los poetas representados en Salamanca año tras año. Pues bien, en esa ocasión pude comprobar y descubrir la voz poética de Cecilia Álvarez, diferente y de una sensibilidad poco común en los tiempos que corren. La poesía que escribe Cecilia posee un natural latido, un ritmo hondo y transparente al mismo tiempo, capaz de hacernos vibrar y sentir de otra manera hasta entonces desconocida.

En Salamanca conocí a la poeta de “Almenara de sueños”, libro con el que celebramos nuestro encuentro y del cual se recogen en esta antología (“Versos enhebrados”) algunos de sus poemas. Nos dice de Cecilia el poeta Carlos Murciano que «Su escritura desvela “lo que el amor esconde” y lleva de la mano al lector, con delicadeza y sabiduría, hasta asomarlo a ese “cristal de la memoria”, a cuyo través puede contemplar lo mejor de su envés: el verso palpitante, colmado de verdad». No se puede decir con más claridad. Efectivamente, la poesía recogida en esta antología y perteneciente a sus poemarios “El alma deshabitada” (2008), “Primera luz” (2009), “Palabras al alba” (2012), “Adagio del silencio “ (2013), “El lento suspirar de la aurora” (2016) y el ya citado “Almenara de sueños (2018) son un vivo reflejo de su honda y precisa poesía amorosa fundamentalmente, si bien aderezada de los elementos que siempre acompañan al amor: melancolía, miedo, derrota, dolor o sufrimiento, silencio, el tiempo pero signado todo con un lenguaje depurado y exquisito, y la palabra exacta que define su verdadera concepción de lo poético como universo trascendental de lo desconocido o mistérico. Cecilia Álvarez es una poeta que produce un cierto encantamiento, que nos seduce y reconforta de la soledad y el acelerado vivir del hombre sobre la tierra, que nos aparta de lo vacuo para transmitirnos la verdad que la empuja a escribir y escribir como antídoto de un mundo cruel e insolidario. Su mirada, a veces triste, es la mirada que hipnotiza desde la más absoluta entrega amorosa, ella es el amor en toda su esencia: «Hiere el amor y vano vacío de las horas, / hiere el mar y el aire salobre que te cubre. / Hiere la vida cuando sólo el silencio te vive.». Así va entretejiendo Cecilia su verdad más precisa, su andadura vital que no es otra que un darse al otro, incondicionalmente, la otredad como razón de la existencia. 
En ese camino, que es como la vida misma, la poesía de Cecilia Álvarez bebe de la más clara tradición literaria española, a la que aporta su particular experiencia y conocimiento desde su isla amorosa, con sus miedos y recelos, su soledad («Hay una soledad que buscas / y otra que te encuentra, al doblar / la esquina de tu propio silencio. // Es esa soledad tercamente ungida / de ausencia, extraviada / entre crepúsculos sin soles»), el silencio que habita el mar («Se encadenan las horas del lado del silencio / y un mar embravecido esparce su espuma sutilmente / calando hasta los huesos la piel de la memoria»), el dolor de la ausencia amorosa («No hay más lumbre que el tacto de tus manos / ni más llama que el calor de tus latidos. / No hay más aliento que el aire que te azota / ni más cruel derrota que el grito de la ausencia.») y sobre todo su continua melancolía, quizá el elemento más sugerente en este recorrido vital y poético por el amor y sus dominios («Ahora que el tiempo / añusga la piel de la memoria, / ahora que se duelen los días vividos / agolpados uno a uno tras mis días, / recorro aquellas viejas estancias, / aquellos paisajes de antaño / desde la clara luz de una azotea.»). Un canto de amor y por el amor es la esencia poética de Cecilia Álvarez, que en su condición de mujer trasciende aún más si cabe a zonas donde la voz es un hilo de aire y la ternura un huracán descontrolado que se adentra hasta el alma y nos reconcilia con la vida. “Crece el amor del lado de la herida, tenazmente…”, y aún así la poeta vive en él, entregada, a corazón abierto, porque sabe que sólo el amor puede salvarla, salvarnos a todos. Nos llega su voz, certera, honda, inolvidable, universal en su esencia, dulce como la miel, abarcadora, pues como dice su prologuista, Juan Francisco Santana, “la poeta pamera-lagunera nos deja impresionados con su expresividad, con su buen hacer literario”. ”Versos enhebrados” es una muestra más que suficiente para adentrarse en el universo poético de Cecilia Álvarez, donde el amor y la otredad ocupan un lugar preeminente.
Versos enhebrados.
CECILIA ÁLVAREZ


CECILIA ÁLVAREZ

Título:  Versos enhebrados
Autor:  Cecilia Álvarez
Editorial: Idea / Aguere (2019)

CECILIA ÁLVAREZ.


José Antonio Santano

SALA DE LECTURA : José Antonio Santano



Versos Enhebrados


Si observamos el actual panorama de la poesía española, en general, comprobaremos que no es muy frecuente hallar en él referencias a poetas canarios, por no decir olvidados absolutamente del circuito peninsular. Esta circunstancia resulta incomprensible, más aún si se tiene en cuenta la calidad de la que goza la lírica canaria en la actualidad. Prueba de lo que digo es la reciente publicación del libro “Versos enhebrados. (Antología 2008-2018), de la poeta Cecilia Álvarez (La Palma, 1955) y publicado por Ediciones Aguere e Idea. A su autora la conocí el pasado año con motivo del XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos celebrado en la monumental ciudad de Salamanca. Ciertamente hay que reconocer que estos Encuentros vienen siendo para todos los poetas de la comunidad iberoamericana una ocasión extraordinaria para intercambiar experiencias poéticas de incalculable valor, pero también para celebrar el milagro de amistades imperecederas aunque sea desde la distancia que nos separa a muchos de los poetas representados en Salamanca año tras año. Pues bien, en esa ocasión pude comprobar y descubrir la voz poética de Cecilia Álvarez, diferente y de una sensibilidad poco común en los tiempos que corren. La poesía que escribe Cecilia posee un natural latido, un ritmo hondo y transparente al mismo tiempo, capaz de hacernos vibrar y sentir de otra manera hasta entonces desconocida.

En Salamanca conocí a la poeta de “Almenara de sueños”, libro con el que celebramos nuestro encuentro y del cual se recogen en esta antología (“Versos enhebrados”) algunos de sus poemas. Nos dice de Cecilia el poeta Carlos Murciano que «Su escritura desvela “lo que el amor esconde” y lleva de la mano al lector, con delicadeza y sabiduría, hasta asomarlo a ese “cristal de la memoria”, a cuyo través puede contemplar lo mejor de su envés: el verso palpitante, colmado de verdad». No se puede decir con más claridad. Efectivamente, la poesía recogida en esta antología y perteneciente a sus poemarios “El alma deshabitada” (2008), “Primera luz” (2009), “Palabras al alba” (2012), “Adagio del silencio “ (2013), “El lento suspirar de la aurora” (2016) y el ya citado “Almenara de sueños (2018) son un vivo reflejo de su honda y precisa poesía amorosa fundamentalmente, si bien aderezada de los elementos que siempre acompañan al amor: melancolía, miedo, derrota, dolor o sufrimiento, silencio, el tiempo pero signado todo con un lenguaje depurado y exquisito, y la palabra exacta que define su verdadera concepción de lo poético como universo trascendental de lo desconocido o mistérico. Cecilia Álvarez es una poeta que produce un cierto encantamiento, que nos seduce y reconforta de la soledad y el acelerado vivir del hombre sobre la tierra, que nos aparta de lo vacuo para transmitirnos la verdad que la empuja a escribir y escribir como antídoto de un mundo cruel e insolidario. Su mirada, a veces triste, es la mirada que hipnotiza desde la más absoluta entrega amorosa, ella es el amor en toda su esencia: «Hiere el amor y vano vacío de las horas, / hiere el mar y el aire salobre que te cubre. / Hiere la vida cuando sólo el silencio te vive.». Así va entretejiendo Cecilia su verdad más precisa, su andadura vital que no es otra que un darse al otro, incondicionalmente, la otredad como razón de la existencia. 
En ese camino, que es como la vida misma, la poesía de Cecilia Álvarez bebe de la más clara tradición literaria española, a la que aporta su particular experiencia y conocimiento desde su isla amorosa, con sus miedos y recelos, su soledad («Hay una soledad que buscas / y otra que te encuentra, al doblar / la esquina de tu propio silencio. // Es esa soledad tercamente ungida / de ausencia, extraviada / entre crepúsculos sin soles»), el silencio que habita el mar («Se encadenan las horas del lado del silencio / y un mar embravecido esparce su espuma sutilmente / calando hasta los huesos la piel de la memoria»), el dolor de la ausencia amorosa («No hay más lumbre que el tacto de tus manos / ni más llama que el calor de tus latidos. / No hay más aliento que el aire que te azota / ni más cruel derrota que el grito de la ausencia.») y sobre todo su continua melancolía, quizá el elemento más sugerente en este recorrido vital y poético por el amor y sus dominios («Ahora que el tiempo / añusga la piel de la memoria, / ahora que se duelen los días vividos / agolpados uno a uno tras mis días, / recorro aquellas viejas estancias, / aquellos paisajes de antaño / desde la clara luz de una azotea.»). Un canto de amor y por el amor es la esencia poética de Cecilia Álvarez, que en su condición de mujer trasciende aún más si cabe a zonas donde la voz es un hilo de aire y la ternura un huracán descontrolado que se adentra hasta el alma y nos reconcilia con la vida. “Crece el amor del lado de la herida, tenazmente…”, y aún así la poeta vive en él, entregada, a corazón abierto, porque sabe que sólo el amor puede salvarla, salvarnos a todos. Nos llega su voz, certera, honda, inolvidable, universal en su esencia, dulce como la miel, abarcadora, pues como dice su prologuista, Juan Francisco Santana, “la poeta pamera-lagunera nos deja impresionados con su expresividad, con su buen hacer literario”. ”Versos enhebrados” es una muestra más que suficiente para adentrarse en el universo poético de Cecilia Álvarez, donde el amor y la otredad ocupan un lugar preeminente.
Versos enhebrados.
CECILIA ÁLVAREZ


CECILIA ÁLVAREZ

Título:  Versos enhebrados
Autor:  Cecilia Álvarez
Editorial: Idea / Aguere (2019)