SALÓN DE LECTURA por José Antonio Santano
POESÍA COMPLETA
(1940-2008)
Uno de los grandes poetas del siglo XX es sin duda el cordobés Pablo García Baena, cuya obra completa traemos a este espacio de lectura (por gentileza de la librería Metáfora), con motivo de un nuevo reconocimiento a su obra y trayectoria: el premio “Elio Antonio de Nebrija de las Letras Andaluzas”, que concede anualmente la Asociación Colegial de Escritores de España, sección autónoma de Andalucía. Sirvan de introducción estas palabras del también poeta Luis Antonio de Villena sobre Pablo García Baena: «He aquí un poeta puro. Un poeta entregado intelectualmente tan sólo a su misión. Un poeta que concibe clásicamente la poesía como rapto. Como exaltación. Un poeta exquisito, alto y raro, con quien (hasta no hace mucho) circunstancias y tiempo no fueron generosos. Porque –y así empiezo contundentemente- Pablo García Baena es uno de los tres mejores poetas de su generación (académicamente, la primera de posguerra) y el mejor de su estilo…Un poeta barroco, sensualista, personalista, esteticista y decadente, ¿entre los mejores de una generación sellada por el compromiso, el intimismo, la poesía social, existencialista o religiosa?» Pablo García Baena es el poeta de “Cántico”, revista que fundara junto a los poetas, también cordobeses, Juan Bernier y Ricardo Molina.
Su obra, aunque no extensa, sí de una calidad extraordinaria. Su primer poemario fue “Rumor oculto” (1946), luego vendrían “Mientras cantan los pájaros” (1948), “Antiguo muchacho”(1950), “Junio”(1957), “Óleo”(1958), “Almoneda” (1971), “Antes que el tiempo acabe”(1978), “Fieles guirnaldas fugitivas”(1990) y “Los campos elíseos”(2006), último poemario hasta ahora y con el que obtuvo el “Premio Andalucía de la Crítica, 2007”, un aval más a su trayectoria, además de los obtenidos con anterioridad: Premio Príncipe de Asturias de las Letras, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca. La infancia, ese espacio al que todo poeta vuelve y que García Baena evoca, desde la nostalgia y la pasión, en su poemario “Antiguo muchacho”, cuando escribe: «Alma feliz por siempre, pues lo fuiste un instante, / vuelve, ligera corza de la dicha pasada, / junto al frío torrente donde flota el recuerdo, donde la rosa última de fugitivas horas / aún perfuma suave con su filtro de llanto». Mas los largos silencios, la espera es un vino sagrado que nos aviva en la eterna llama de la poesía verdadera, la que habita en Pablo García Baena.
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