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Poesía y compromiso. Estación Sur



POESÍA Y COMPROMISO

    Acaba de ver la luz pública la antología “Humanismo solidario. Poesía y compromiso en la sociedad contemporánea”, al cuidado de la prestigiosa editorial “Visor”, con estudio preliminar de la profesora de la Universidad de Granada (España), Remedios Sánchez y la selección de poemas de Marina Bianchi, de la Universidad de Bérgamo (Italia). Es ésta la primera antología que nos acerca al movimiento o corriente denominada “Humanismo Solidario”, que nace concretamente en Andalucía, allá por el mes de febrero de 2013, cuyo grupo fundacional está integrado por los poetas Manuel Gahete, Francisco Morales Lomas, José Antonio Santano, José Sarria y Alberto Torés, el narrador Fracisco Huelva y Remedios Sánchez, profesora e investigadora de la Universidad de Granada. Ya en el estudio preliminar es definido el “Humanismo Solidario” como «una corriente crítica e intelectual de personas libres que, desde la heterodoxia estética, asumen el uso de la palabra como obligación social bajo los irrenunciables principios del compromiso y el comportamiento ético, sin estar sometidos a ideología, filosofía, política o religión alguna». La clave, consecuentemente, de este movimiento o corriente, no es otra que la libertad de pensamiento tanto en su sentido estético como ético. Precisamente esta antología, primera publicación colectiva de esta corriente, es la muestra fehaciente de lo expresado con anterioridad. Un total de 49 poetas de reconocido prestigio en España (Raquel Lanseros, Luis García Montero, Juan Carlos Mestre, Benjamín Prado, Javier Salvago, Fernando Valverde, Isla Correyero o Julia Otxoa, entre otros), Hispanoamérica (Alí Calderón, Efraín Bartolomé, Jorge Galán, Eduardo Chirinos o Andrea Cote) y del Magreb (Mohammed Doggui, Abderramán el Fathi, Khédija Gadhoum  o Fátima Galia) constituyen ese aval necesario de toda publicación, hombres y mujeres que desde la estética más variada comprenden y hacen suyo el compromiso de desprenderse del “yo” para fundirse al “otro” para ser el “otro”, en toda su esencia. Cada una de esas voces nos invita a formar parte de esa gran familia que es el género humano, porque en los momentos actuales de crisis socioeconómica es cuando se hace más necesario, imprescindible un nuevo Renacimiento, donde el Hombre vuelva a ser el centro del universo. Esta antología poética refleja, precisamente, ese sentimiento de universalidad, de fraternidad y solidaridad humanas, donde la palabra es y pretende ser por y para  siempre la única arma capaz de cambiar el mundo.

Humanismo Solidario.

 
HUMANISMO SOLIDARIO


            Cada vez es más frecuente oír hablar de “humanismo” como alternativa a la actual crisis de pensamiento. El Nobel de literatura chino Gao Xingjian así lo ha hecho tras exhortar a los creadores a construir un nuevo Renacimiento.  Gao Xingjian ha dicho: «Estamos en una crisis no solo económica y financiera, sino también  social y de pensamiento, porque hemos quedado estancados en las ideologías del siglo XX. […] Los intelectuales de todo el mundo deben abordar la realidad y poner en marcha un nuevo pensamiento, un nuevo renacimiento». Así hablaba en una entrevista realizada por El País hace unos meses. Y no le falta razón al autor de libros como “La montaña del alma” “El libro de un hombre solo”. Este último nos recuerda a ese otro titulado “Un hombre acabado”, de Giovanni Papini, en el que no falta la atenta mirada al pensamiento y la filosofía, a lo humano por encima de otras cosas. Muchas son las voces que en los últimos años vienen abanderando un cambio de rumbo, un nuevo pensamiento, una ideología que se ciña a revitalizar y redescubrir los valores humanos, que aúne estética y ética, fondo y forma. De esta forma, corriendo el mes de febrero de 2013, nacía, aceptando la heterodoxia estética de sus componentes, y desde Andalucía, una nueva corriente crítica e intelectual, bajo la denominación de Humanismo Solidario (www.humanismosolidario.com). En aquella reunión celebrada en Torremolinos (Málaga) se solemnizaba la fundación de esta corriente que, formada por personas libres y desde la heterodoxia estética, asumían el uso de la palabra como obligación social bajo los irrenunciables principios del compromiso y el comportamiento ético, sin estar sometidos a ideología, filosofía, política o religión alguna. La libertad como bandera, sin otro motivo o causa que la de ser y estar, transformando el “yo” por el “nosotros”, conformando un camino nuevo y diferente en el cual los seres humanos sean la verdadera razón de cambio de la sociedad actual. Andalucía se convirtió así en el epicentro de esta corriente que en algo más de un año cuenta ya con una cada vez más sólida trayectoria, tras crear la Asociación Internacional Humanismo Solidario y el Premio Internacional “Erasmo de Rotterdam”, concedido en su primera edición y a título póstumo al escritor y humanista José Luis Sanpedro, y contar con casi 500 adhesiones de creadores e intelectuales de todo el mundo. Un trabajo silencioso y arduo, pero también satisfactorio al comprobar que cada vez son más las personas que apoyan este solidario proyecto, evidenciando así el compromiso del creador con la sociedad y con la historia, o lo que es lo mismo, el compromiso con la palabra y con la vida, con la idea irrenunciable de la fraternidad universal.

ESTACIÓN SUR. DIARIO DE ALMERÍA.

Paco Ariza. Abstracción y vanguardia.


        El nombre de Paco Ariza va ligado, inexorablemente, al Arte, con mayúsculas. Su sentido del espacio y el tiempo es tan extraordinario como natural. Nada se resiste a sus manos, que saben del barro o el óleo, del bronce o la piedra, del hierro o la malla, ningún material por muy complejo que sea su manejo es un obstáculo en el camino de la creación artística de Ariza. Su genialidad es el único patrimonio que posee, su capacidad de abstracción y la búsqueda de nuevas formas, colores o volúmenes no tiene precedentes. Ariza nació para el arte y en ese su universo compite cada día, y lo hace no con este u aquel artista, sino consigo mismo. Transforma la materia hasta darle una nueva vida; bucea e indaga hasta descubrir ese resplandor que lo cambia todo, el espacio perfecto que acoja la idealización o el sueño de sus sueños. De su apego a la tierra, a sus colores ocres y grisáceos, nacen otros distintos, descompuestos o lumínicos. Retirado del mundanal ruido (en la Almedina baenense o a orillas del río Guadajoz) compone y estudia las formas, los paisajes o los volúmenes hasta crear otros diferentes, transformados por su salvaje creatividad en piezas de arte, en objetos dignos de ser contemplados, admirados, amados, de una plasticidad deslumbrante. En Ariza prevalece la curiosidad por lo desconocido, ese universo secreto en el cual cohabitan las ideas y la realidad, también el deseo de invención, de la continua búsqueda y hallazgo de nuevas sensaciones y percepciones del mundo que le rodea. De lo cotidiano a lo excepcional solo hay un paso, un hilo casi invisible, y él lo sabe o lo intuye. Desde sus primeras obras, hasta las más recientes, la evolución de Ariza ha sido sorprendente, de lo figurativo a lo abstracto, y de la abstracción al  delirio. 

        Todo lo dicho puede comprobarse en la exposición que de su obra acoge el Castillo de Santa Ana, de Roquetas de Mar, hasta el mes de diciembre. Dos salas han sido dedicadas a Ariza. En dicho espacio expositivo podrán contemplar pinturas (extraordinaria serie de paisajes aéreos) y esculturas (serie mayoritaria de estructuras circulares de hierro y tela de mosquitera) que en un continuo diálogo con el espacio, las formas y el tiempo sitúan al artista baenense Paco Ariza en un lugar destacado dentro del panorama del arte contemporáneo español. Una obra, en resumidas cuentas, propia de la mejor vanguardia y, sin duda alguna, digna de ser admirada en el mismísimo Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York. 

ESTACIÓN SUR______________José Antonio Santano

  PACO ARIZA: ABSTRACCIÓN Y VANGUARDIA

Generación del 27. Estación Sur




                  No es frecuente, pero a veces sucede que nos encontramos con una agradable sorpresa detrás de una esquina cualquiera. Por el lugar en cuestión había pasado cientos de ocasiones y nunca me llamó la atención nada, si nos atenemos a la soledad de los locales en otro tiempo dedicados al más variado comercio. Era ésta una sensación de vacío que cuesta ignorar, mucho más dadas las actuales circunstancias de deplorable crisis económica a la que nos han sometido gobernantes, banqueros y grandes empresarios. Cierto es que en una ciudad pequeña difícilmente hallas una programación que satisfaga todos los gustos, menos aún, que integre o reúna a más de uno. La cuestión es que, afortunadamente, el factor sorpresa existe y aunque solo ocurra en contadas ocasiones, satisface comprobar que la ciudad está viva y que en ella, todavía, existen personas emprendedoras capaces de crear un espacio distinto y elegante a la vez, acorde con los tiempos de hoy, pero enraizado en la más honda y sabia tradición intelectual y culta de este país. La Generación del 27 representó en su día esa tradición que hoy se intenta recuperar. Muchos de aquellos hombres y mujeres, poetas, escritores, músicos, cineastas, pintores, profesores, intelectuales todos, siguen presentes en la mente y en los corazones de un gran número de nosotros. Ellos sí fueron capaces de airear por todo el mundo la marca España –mucho más que la selección de fútbol, claro-, la verdadera marca España, la que nos diferencia del resto por la profundidad de pensamiento y la pasión creadora en cualesquiera de sus ámbitos. La Generación del 27 fue un símbolo y un ejemplo a seguir, la imagen de un movimiento cultural sin precedentes en nuestro país. Aquellos hombres y mujeres (Jorge GuillénPedro SalinasRafael AlbertiFederico García Lorca, Dámaso AlonsoGerardo Diego,  Luis CernudaVicente AleixandreManuel Altolaguirre , Emilio Prados, Miguel Hernández, Salvador Dalí, José Bergamín, Juan Gil-Albert, Moreno Villa, José María Hinojosa, Ricardo Gómez de la Serna, Concha Méndez, María Teresa León, Ernestina de Champourcín, Rosa Chacel, Josefina de la Torre, María Zambrano, entre otros muchos), creadores todos, nos siguen alumbrando todavía hoy el verdadero camino hacia la libertad y el arte de crear. Y si crear es la razón que unió a aquella extraordinaria generación, también hoy, bajo este marbete, nace un nuevo espacio (Taberna Generación del 27) que, por encima de todo, quiere ser faro de las diferentes manifestaciones artísticas y culturales de Almería. 


Los acantilados de Amat. Estación Sur

LOS ACANTILADOS DE AMAT

Incomprensible y patético, pero cierto. No me voy a andar por las ramas. Ya está bien de tanto paño caliente. Los acantilados de Aguadulce fueron destruidos sin más, consecuencia de la avaricia y la más absoluta desvergüenza política del máximo gestor y responsable del municipio de Roquetas de Mar, Gabriel Amat. Habría que remontarse en el tiempo –corría el año 2005- para recordar aquella lucha de la mayor parte de los ciudadanos de Aguadulce (plataforma cívica Acantilados SOS, integrada por asociaciones de vecinos y culturales, organizaciones ecologistas y partidos políticos) para detener la destrucción de los acantilados, para comprobar la cabezonería del Sr. Amat, su prepotencia y, sobre todo, su irresponsabilidad y maltrato de un entorno natural que a todas luces clamaba seguir vivo para bien de todos. Sin embargo, el Sr. Amat, alcalde de Roquetas, no hizo caso ni a la ciudadanía de Aguadulce ni tampoco a las normas urbanísticas. 

De modo que, ahora después de los años transcurridos, destruidos totalmente los acantilados de Aguadulce, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, dicta sentencia favorable al recurso interpuesto por la Junta de Andalucía, en el sentido de declarar nula la licencia de obras concedida en su día por el Ayuntamiento a la empresa Almeragua, S.L, para la construcción de 500 viviendas, así como la nulidad del Plan Parcial del Sector I. Consecuencia de este gran disparate del Sr. Amat, que siempre tira la piedra y esconde la mano, que los ciudadanos de Aguadulce y todos los visitantes que se acercan a este enclave, ven con rabia e impotencia que aún después de dicha sentencia los acantilados no existen y, lo que es peor, que nunca más podrán recuperarse, consecuencia de la especulación urbanística a la que nos ha sometido durante tantos años el Sr. Amat, omnipresente alcalde de Roquetas de Mar, Presidente de la Diputación y también del Partido Popular de Almería. 
 
Y pensando pensando, digo yo que, algo deberíamos hacer los ciudadanos tras tantos atropellos urbanísticos cometidos en el municipio. Los acantilados nunca debieron de ser destruidos. Y ustedes, amigos lectores, saben bien por qué. Por una única razón, porque pertenecen al común, a todos los roqueteros, porque los acantilados nunca fueron de Amat. Y por esta razón tan simple, el Sr. Amat, debería, en el mismo acto, ordenar su restitución, en la medida de lo posible, y dimitir.
ESTACIÓN SUR______________________________José Antonio Santano

La Dictademocracia. Estación Sur


dictademocracia

José Antonio Santano | Actualizado 22.07.2014 - 01:00
 No sé si a ustedes, amigos lectores, les pasará lo mismo que a mí, pero no hay día sin sobresalto, sin que me asalte el temor ni me sacuda la angustia o la impotencia al escuchar la radio o leer los periódicos. Y no voy a hablar del pasado para no despertar suspicacias, para no entrar en ese ñoño argumento de “la herencia” que tanto gusta a nuestra casta política. Lo cierto es que este sistema de organización social hace aguas por todas partes. Lo que está claro –permitanme la contundencia-, le pese a quien le pese, es que hemos retrocedido política, social, económica y culturalmente a la prehistoria, y que esta involución no es sino consecuencia de un cúmulo de pérfidas enfermedades: abuso de poder, corrupción, injusticia…, pero sobre todo una en la que se han instalado los gobiernos, sea del color que sean, la impunidad. Nadie es responsable de nada, es más, se actúa con premeditación, alevosía y nocturnidad, ajenos a la luz, de espaldas a los ciudadanos, ¡qué digo!, contra los ciudadanos que, desasistidos, en la más absoluta pobreza física e intelectual, se abisman en la desesperanza y el dolor. Lo cierto es –insisto- que este sistema político nos aboca cada día a la desesperación, al miedo y a la insolidaridad. El ser humano no cuenta, solo es un número con el que se puede jugar a capricho, nadie vale nada. Es la estrategia de la mentira por encima de todo, de la velada opresión a la que nos someten cada día, casi sin darnos cuenta, progresivamente, poco a poco pero sin pausa, la adormidera va causando su efecto, privándonos de la voluntad y los derechos.
Realmente, amigos lectores, las cosas que suceden hoy en España, en nuestro país, este por el que muchos dieron su propia vida, no ha cambiado mucho de aquel que encarceló las ideas y el pensamiento. Ciertamente hoy estamos sometidos por una dictablanda –otro neologismo-, pero muy pronto dictadura que ejercerá sobre nosotros todo su poder para anularnos, cuando no esclavizarnos. Pensemos en todo lo que está sucediendo delante de nuestros ojos y que no es nada comparado con la sutil maniobra de privarnos de lo más importante para el ser humano: la libertad. Las coincidencias son alarmantes y otro gallego parece llevarnos a un callejón sin salida. Nos queda poco tiempo, o, lo que es lo mismo, el tiempo apremia y no podemos quedar cruzados de brazos mientras nos saquean la propia vida. Lo más grave, si me apuran, no son los recortes económicos iniciados, sino la abolición definitiva de las ideas y el pensamiento. Y esto, amigos lectores, responde a lo que vengo a denominar, sin ningún tipo de duda, la dictademocracia.

Miedo a la Derecha. Estación Sur.

 

Siempre lo mismo, desde tiempo inmemorial, la derecha española no ha evolucionado lo más mínimo. En las últimas semanas, concretamente desde las elecciones europeas, el punto de mira no es otro que el único grupo político que ha sido capaz de conquistar más de un millón de votos en escasos meses desde su nacimiento como tal. Este asunto de «Podemos» que así se llama la fuerza política en cuestión les ha puesto muy nerviosos –en honor a la verdad, no solo a la derecha española-, también a los medios de comunicación que la sustentan. No hay día que pase que los citados medios y algunos de los barones del Partido Popular no tengan algo que decir, por regla general: improperios variados, injurias, difamaciones, bulos y un largo etcétera de mentiras con las cuales, al parecer, pretenden distraer a la ciudadanía de los verdaderos problemas de este país, como la creciente corrupción, la destrucción continuada del empleo, el deterioro de la justicia, la abolición enmascarada de derechos y libertades o la desvergonzada actitud de un gobierno proclive a los dictados del franquismo.

La derecha española, realmente, no ha aprendido nada porque nada le interesa, a excepción de aumentar escandalosamente sus cuentas corrientes mientras el resto de la población se abisma cada día en la indigencia y la desesperanza. La misma derecha que antaño gritaba: ¡que vienen los rojos!, hoy vocifera: ¡que vuelven los rojos!, como único argumento para atacar y desacreditar a quienes son simplemente sus adversarios políticos. La misma derecha de siempre, la que oprime y no admite la diferencia como hecho democrático en sí misma, esa que prometió salvarnos de la crisis hundiéndonos más en ella, arruinando las vidas de millones de españoles y salvando a los bancos y a sus incompetentes y corruptos administradores. 

 
La derecha española tiene miedo, un miedo atroz a perder sus privilegios heredados, y por ello el uso propagandístico de la infamia o la ofensa, la insidia o la mentira para seguir en el poder, para desestabilizar, confundir o condenar a cualquiera que no piense y actúe según sus condiciones. De ahí su miedo y su indecente estrategia para destruir al adversario, sus premeditados y contundentes ataques, su inmoralidad continuada en el tiempo. Miedo a la libertad de manifestación y expresión, a la libertad con mayúscula. Claro que la derecha española está asustada, pues, ¿cómo si no puede explicarse lo que está ocurriendo hoy en España? Claro que tiene miedo, un miedo atroz a perder la batalla por la dignidad del ser humano.

José Antonio Santano. Estación Sur

INJUSTA JUSTICIA

No hay día que pase que la ciudadanía española no sienta verdadera vergüenza por lo que está sucediendo en las instituciones del Estado. Una creciente impotencia embarga a los españoles tras el cúmulo de noticias que afectan ya a todos los órganos de la Administración y del Gobierno de la Nación. Las direcciones de los partidos mayoritarios miran hacia otro lado, aceptando así la política de los hechos consumados; ninguno de ellos quiere perder su estatus y sus privilegios, que son muchos los que han ido otorgándose a lo largo de estos treinta y seis años de democracia (¿?). No hay día, decía, que los ciudadanos no vean vilipendiados sus derechos, que la corrupción no sea noticia, al igual que lo es, de forma alarmante, la administración de la justicia en este país. Los trabajadores españoles están hartos ya de tanta insensatez y de tanta mentira: la de un gobierno que incumple un día sí y otro también con sus promesas electorales, rebaja los impuestos a quien más tiene y los sube a quien menos, que menosprecia, atenta y coarta la libertad de expresión, que nos asusta con el resurgimiento de la extrema izquierda, de “los rojos” de antaño, o que salva a los bancos de la crisis y condena a los trabajadores a pagarla. No hay día que no nos levantemos cargados con la incertidumbre a nuestras espaldas, derrotados antes de iniciar la batalla diaria, desalentados y sin futuro mientras ellos, los poderosos, se ríen de todos nosotros. El pueblo está muy cansado ya de tan repugnantes comportamientos, de tantos ultrajes en nombre de España y de sus instituciones, de la Democracia y del Estado de derecho. Harto de ver que cada día, el Gobierno, los partidos, los jueces, los diputados son cómplices de esta catastrófica situación. Hartos de tantos hurtos y ladrones, que no cumplen las condenas y campan libres por nuestras ciudades y pueblos; hartos de que el dinero de todos esté depositado en las cuentas de los Bárcenas y compañía. Indignados por el continuo saqueo al que nos vemos sometidos por esta panda de inútiles.
No hay día que pase que los ciudadanos de este país no sientan repugnancia y desprecio por esta nueva casta de estafadores, los que ejerciendo el poder soberano del pueblo condenan a su pueblo a la miseria. ¿Cuánto tiempo más podremos soportar esta asfixiante situación? ¿Qué hacer cuando no existe horizonte? ¿Cuánto más esta injusta justicia?


García Márquez y el 23 de abril. Estación Sur


García Márquez ha muerto. Todo el mundo lo sabe. Muchos han escrito sobre él en estos días. Algunos con conocimiento de causa, otros, desgraciadamente, se atrevieron sin saber casi nada de él ni de su obra. La importancia del momento era saberse protagonista, aunque fuese en una fotografía irrelevante. Los verdaderos lectores de García Márquez tal vez lloren en silencio su muerte. García Márquez se nos ha ido con las fragancias primaverales, con la luz dorada de los atardeceres y nadie podrá ya rescatarlo del abismo y la nada en la que nos convertiremos todos más tarde o más temprano. Habrían bastado unos días más para que hubiera coincidido su muerte con la de los dos grandes talentos de la Literatura Universal: Miguel de Cervantes y William Shakespeare, causantes de que se conmemore cada 23 de abril el Día Internacional del Libro. Sin embargo, no ha sido así, y poco importa, porque lo fundamental es el incalculable valor de la obra literaria que nos lega a todos y cada uno de los seres humanos que habitan el planeta Tierra. 

García Márquez seguirá vivo mientras seamos capaces de acercarnos a su obra como si fuese la primera vez, con la mirada fija en la magia de su palabra, descubriendo y descubriéndonos en el laberinto imaginario de su Macondo; mientras bebamos sorbos lentos de su centenaria soledad, saboreemos los amaneceres junto al fuego del tiempo y cada día crezca en nuestro interior el lenguaje y la voz de una realidad que puede transformarse, metamorfosearse en algo bien distinto a lo que soñamos mientras nuestros pasos se hacían huella en la piedra milenaria, en los oscuros bosques de la subsconciencia.
Nadie habla ya a las puertas de las casas, como antiguamente las abuelas. El tiempo acabó con todo la frescura del instante, ese que García Márquez consagró en sus libros tras el eco de los cuentos contados por su abuela en las noches de la infancia. Aquellas palabras, como un pálpito inacabable fueron adornándose de una tinta negra aromática, para luego, con los años, volar hacia todos los hogares del mundo. Podría haber sido un 23 de abril, pero no fue así. Y ahora, que su cuerpo no es nada, la palabra impresa brilla en cada página como si fuera una estrella. A fin de cuentas, lo único importante es la obra, imperecedera y eterna, viva más allá de la muerte del escritor. El libro en su fulgor y en su sombra; García Márquez, en la inmensa vastedad de los silencios, junto a Cervantes y Shakespeare, en otro afortunado 23 de abril.

José Antonio Santano.

Máximo Cuervo. Estación Sur


No hay día que pase que se agrande más la pesada carga del olvido, del injusto olvido al que someten a quienes, tan españoles como otros, duermen eternamente no se sabe dónde. Es muy raro todo lo que está sucediendo. El olvido que sigue imponiendo la derecha más cerril de este país es hasta insultante. Cuando se habla de la crisis, la culpa es de la herencia recibida, de los socialistas, claro; también cuando se hace de la Memoria Histórica se condena a la izquierda que quiere remover el pasado para enfrentar de nuevo a los españoles, incluso la Iglesia, siempre fiel a esa derecha, amedrenta a los ciudadanos con el fantasma de otra guerra civil. Todos son culpables de algo, excepto ellos, que cuidan y consienten, transigen con la herencia recibida del franquismo, de sus símbolos y signos, de sus políticas, de su adoctrinamiento y propaganda, y lo que es más grave, de su espíritu en pleno siglo XXI. 

 
Esa derecha rancia vive y se pavonea por doquier. Existe aún, por desgracia, en muchos pueblos y ciudades de España. Es la derecha despótica y corrupta, destructora de derechos, aniquiladora de sueños. El olvido –decía- se impone como norma. Es curioso comprobar hasta qué grado contagia a los representantes de la izquierda que, acomodados en su rutina, se mantienen ajenos e indiferentes a este debate. Existe en el municipio de Roquetas de Mar un pabellón polideportivo con el nombre de Máximo Cuervo, ¿lo sabían? ¿Conocen la trayectoria de quién responde a ese nombre? Si le preguntáramos al Sr. Amat, Alcalde de Roquetas y Presidente de la Diputación de Almería, nos diría que fue un español de pro, que solo hizo el bien, como constituir la Sociedad Urbanizadora de Aguadulce, construir el Hotel del mismo nombre, haber sido declarado Hijo Adoptivo de Roquetas de Mar y Medalla de Oro de la Provincia. ¿Les parece poco? Sin embargo, Máximo Cuervo fue, por encima de todo, un estratega de la represión franquista, que se entregó a prácticas inhumanas en los recintos carcelarios de la dictadura siendo Director General de Prisiones y Presidente del Patronato para la Redención de Penas por el Trabajo; fue el inventor del turismo carcelario y el responsable del exterminio por hambre en las prisiones franquistas. Miembro destacado de Acción Católica permitió que la crueldad, las fiebres tifoideas y la tuberculosis provocaran la muerte de muchos españoles, entre ellos la del poeta universal Miguel Hernández. Máximo Cuervo fue la viva representación de la maldad, y por eso, al día de hoy, luce su nombre en un pabellón polideportivo de Roquetas.


ESTACIÓN SUR______________________________José Antonio Santano

DON MÁXIMO CUERVO

El rico de Wyoming. Estación Sur


EL RICO DE WYOMING


Parece que a la derecha y a los medios de comunicación que la sustentan -altavoz de sus desvaríos e improperios- les preocupa la libertad de expresión. Los canales de televisión afines a esta derecha no se cortan un pelo a la hora de abanderar la mentira o la manipulación más salvaje para arrinconar, deteriorar o insultar a otros compañeros de la profesión, en el mejor de los casos, y a la mayoría de los españoles, en el peor. No es ésta una cuestión baladí. La actual crisis evidencia más que nunca las escandalosas decisiones políticas de un gobierno ávido de poder pero cada vez más ajeno y de espaldas a las necesidades de los ciudadanos. Lamentablemente, y desde que esta derecha radical e intolerante consigue una amplia mayoría absoluta, los españoles soportamos el castigo de sus atolondradas leyes, y, sobre todo, de sus miedos, porque en la raíz de todo, existe un miedo atroz: a las manifestaciones, la protesta, las acampadas, en resumidas cuentas, a la libertad de expresión. Esta derecha chulesca, mentirosa y corrupta, que nos representa en las Instituciones (Ayuntamientos, Diputaciones, Cortes Generales, etc.) es un vivo ejemplo de nuestro tiempo, un tiempo incivil e insolidario, marcado por la manipulación de los medios audiovisuales (13 TV, La Razón, El Mundo, ABC, COPE, esRadio, etc.), que responden solo a la voz de su amo. Ahí están, cada día, como fieras salvajes que esperan a sus presas, y lo más preocupante con su falsa moral, arropados por las millonarias aportaciones del Estado. Los podemos ver (quien tenga estómago, claro) desafiantes, provocadores, tergiversando las noticias, sumisos del aparato de propaganda gubernamental, tienen nombres y apellidos, ellos representan la indecencia periodística. Ahí están, enlodándolo todo con sus improperios y falsas acusaciones, dementes, herederos de una España gris e iletrada. Para la derecha española, la ignominia como razón única y primera de su existencia, la desproporcionada beligerancia, la burla y el acoso continuos. Así parece que sucede con las últimas informaciones acerca del patrimonio de del presentador del “Intermedio” José Miguel Monzón Navarro, más conocido por el Gran Wyoming, objeto de incomprensible persecución. La cuestión es contaminar, distraer la atención sobre los verdaderos problemas de los españoles. El patrimonio de Wyoming es consecuencia directa de su trabajo, y, en todo caso, ¿es incompatible ser rico y solidario? 



Revocados. Estación Sur


Leo el periódico y no salgo de mi asombro. La noticia no tiene desperdicio y en sí misma es un galimatías para quienes no siguen los últimos acontecimientos políticos de la ciudad de Roquetas de Mar. Y no me refiero precisamente a los escandalosos por reiterados casos de corrupción que se han denunciado recientemente y que la ciudadanía debería estar repudiando a todas horas, hasta conseguir que los culpables paguen, de una vez por todas, el daño causado, no sin antes devolver al erario público lo sustraído. Sin embargo, los ánimos andan revueltos en la casa de los socialistas roqueteros, que han provocado una nueva situación de crisis política de efectos imprevisibles. Para más inri o mayor escarnio, se llega a esta situación en nombre de la “cordura” y de la “unión”, palabras usadas hasta la saciedad pero sin significado alguno para quienes las abanderan. 

Nada que ver con el verdadero sentir socialista. Los unos se enfrentan a los otros, pero al mismo tiempo los unos y los otros son los mismos que han decidido revocar a “los unos” aunque realmente “los otros” se revocan a sí mismos. Al parecer, y según leo en el periódico:«Tanto oficialistas, como críticos, y personas que no se definieron, apelaron a la unión del partido y al sentido común», pero sigo leyendo y descubro que los “críticos” son los mismos que días antes eran los “oficialistas”, y además, y esto si que es verdaderamente kafkiano, los “críticos” de ahora, que eran hasta hace unos días oficialistas y miembros de la Ejecutiva local, amén de concejales en el Ayuntamiento, recogen firmas para revocar al Secretario General, y, en consecuencia, a sí mismos que son parte de dicha Ejecutiva. Quiere decir esto que los socialistas roqueteros vuelven a las andadas de otros tiempos, a desmembrarse una vez más con dimes y diretes vacuos e intrascendentes. 

Vuelven a ser la diana perfecta del enemigo político. Curiosamente, sólo 9 de las 29 personas que componen la Ejecutiva Municipal apoyaron a los nuevos “críticos” (antes oficialistas) y 4 de los cinco concejales electos, también. Incido en que todo esto es muy raro, o, al menos, exageradamente incomprensible, cuando no deplorable dadas las circunstancias de la lucha política dentro de una misma familia. Esto es lo verdaderamente preocupante, y no es la primera vez que sucede. Quizá sea necesario cambiarlo todo de una vez y para siempre. Cortar por lo sano, si es que hay algo sano. No obstante, los “críticos” andan contentos por haberse revocado a sí mismos. 

Andalucía Libre. Estación Sur


ANDALUCÍA LIBRE


Celebremos un año más el día de Andalucía, el que nos hace a todos los andaluces protagonistas de nuestro destino como pueblo. Ya es hora de actuar responsablemente, de mirar a nuestro alrededor, a cada una de las ciudades y pueblos que conforman nuestra Comunidad Autónoma, y expresar así nuestros anhelos, también nuestras diferencias para seguir creciendo en el diálogo y la tolerancia que la tradición nos legó y que nunca debe cesar. Solo desde la libertad y la fraternidad podremos construir un mundo mejor, una Andalucía más justa y equitativa, más libre y solidaria. El pueblo andaluz ha destacado siempre por su sabiduría y su milenaria cultura, producto de la suma de culturas que hicieron posible la convivencia entre todos los habitantes de esta tierra, sin distinción de sexo, religión o raza. En cualquier campo del saber, fuesen las ciencias o las humanidades, hemos tenido dignísimos representantes, hombres y mujeres que alumbraron el camino de las ideas y el pensamiento libre: investigadores de vanguardia, escritores, poetas, filósofos, pintores, músicos, intelectuales en general que, con grandes sacrificios, nos legaron la mayor riqueza que un pueblo pueda tener: la cultura. Así es y así ha sido siempre, desde el origen de los tiempos. Me importa mucho que cuatro descerebrados puedan destruir lo que tanto esfuerzo costó levantar entre todos los andaluces de buena voluntad. Me importa mucho que un creciente letargo se apodere de nosotros y no sepamos afrontar los grandes retos del futuro, que no seamos capaces de discernir el blanco del negro, que caigamos en el abismo del acomodo y naufraguemos en el silencio y la nada. Me importa mucho que la política no sirva sino para ser reflejo del continuo y bochornoso espectáculo de la corrupción, que nuestros gobernantes miren hacia otro lado mientras el miedo, el sufrimiento y la pobreza saquea los hogares. Me importa mucho que sea la palabra esa llama que nunca cesa y que nos une a todos por igual hacia el horizonte perdido de la esperanza. Me importa mucho que los andaluces nos sintamos orgullosos de serlo, pero sin menospreciar a quienes no lo sean. Me importa mucho conocer cada palmo de esta tierra, de sus montes y bosques, de sus ríos y mares, ciudades y pueblos. Me importa mucho que todos, por igual, podamos sentir y vivir Andalucía libre. Hoy, una guitarra llora la muerte de Paco de Lucía, andaluz universal. Andalucía está de luto, la tierra entera.

Poeta Domingo Faílde. Estación Sur

Febrero hunde una vez más su cuchillo de muerte en el alma del poeta. Las tristes notas del violonchelo anegan la estancia y un aire de espanto vuela de Jerez a Almería. Anochece en las pupilas del poeta, en la desnuda palabra que se abisma en la mar que lo nombra una vez y otra, incansable. Maldigo este febrero que a muerte sabe y que viste de luto cada esquina y cada casa de Andalucía. Ha muerto un poeta, y con él el hombre generoso y solidario, amigo siempre. Ahora su silencio se hace insoportable. Nunca más oteará el poeta los campos de olivares y vides, la mar entera, ni su voz se hará eco o viento o nube en este sur que sangra por la eterna herida de olvido y soledad. Solo el verso clavará su dardo de esperanza y luz en los ojos y en la carne de otros poetas, de otros hombres y mujeres. Todo tú bonhomía, serena alma en cada nombre escrito, en cada palabra que es ala y surca el universo del silencio para hablarnos de la vida, de las cosas sencillas de la vida, plácidamente, columpiado por el silbo de los pájaros o abrasado en el fuego del amor, fiel siempre a la verdad de los árboles y el agua de los ríos. Tú, mi amigo y poeta, aún estás aquí, brama tu nombre en el silencio de la noche y las estrellas brillan al saberte vivo en la palabra impresa, y los ángeles te alzan por los brazos hasta el azul del verso y en su color pervives y anuncias y proclamas la llama de la vida aún después de muerto. En ti se agitan las ramas del olivo y verdea la aceituna que de la tierra nace y a la tierra vuelve, igual que tú ahora. Febrero es muerte y vida a un tiempo. La mar me trae la belleza encendida de tus versos, la paz de los amaneceres en los acantilados, el verbo amar en los labios del aire que es caricia y terciopelo. 

A la tierra vuelves, amigo y poeta Domingo Faílde, a los orígenes del todo y la nada, al principio del fin, al sueño eterno, desnuda palabra, humano verso: 

    «Sueñas, joven amigo, con las dádivas
      que te ofrece la vida.
      Mas la vida 
     -recuérdalo- es tan sólo
     esa fiebre instantánea que señala 
     tu presencia en el mundo,
      la misma irrealidad de tu sueño.
     La vida, que no el tiempo, 
     porque el tiempo sea acaso 
     todo cuanto posees, 
     es decir, la ilusión de estar vivo
     y disponer de todo. 
     El ángel, sin embargo, 
     te señala el camino. 
     Tú no lo sabes, pero ya estás muerto».
      Febrero vuelve con las manos manchadas de muerte y a muerte sabe el aire que hoy respiro. Mas siempre vivirán en mí los versos de excelso poeta andaluz Domingo Faílde.
    ESTACIÓN SUR______________________________José Antonio Santano


    Fitur. Estación Sur

     El significado concreto de estas siglas (FITUR) no es otro que Feria Internacional del Turismo. Se dice que, por orden de importancia,  es la segunda de todas las que se celebran en el mundo. Pero no es menos cierto que, para una gran mayoría de personas, esta Feria es un escaparate desacreditado por la numerosa asistencia de políticos a costa del erario público, lo que, sumado a la actual crisis económica supone un despilfarro de dinero que no se debe permitir, y que para colmo, produce muy poco negocio turístico. Casi nada han cambiado las cosas en los últimos años, ni con la bonanza ni con la crisis cambia el concepto de esta Feria que, fundamentalmente, sirve –según algunos expertos- solo para que los políticos de turno viajen a Madrid durante unos días, importándoles muy poco lo que verdaderamente debería importarles, que la industria turística crezca por la calidad de los productos que se ofrecen y no por el excesivo gasto que genera la presencia de Ayuntamientos, Patronatos, Diputaciones y otras Instituciones. Hay quien ha tachado a esta Feria de una farsa, una farsa que se mantiene en el tiempo y que ningún partido político, sea del signo que sea, está dispuesto a cambiar, innovando en aquellos aspectos necesarios que hagan de FITUR un verdadero lugar de encuentro del sector, de uno de los sectores económicos más importantes de España: el turismo. Sin embargo, el tiempo pasa y nadie es capaz de poner los puntos sobre las íes, de remediar esta alarmante situación en la que el dinero público se gasta tan alegremente.


     La razón y el sentido común ha de imperar de una vez y para siempre en nuestros gobernantes, lo sean del pueblo más pequeño o de la ciudad más grande que exista. Se ha de entender que FITUR –me siguen indicando los expertos- no es la panacea, que, como mucho, es solo una muestra fiable de nuestros mejores productos turísticos, que lo más importante es la calidad de esos productos y no el espectacular boato y la fanfarria con la que se presentan y publicitan a los medios. Menos aún si al final todo queda en un vídeo promocional de un artista local por el que se ha pagado casi doscientos mil euros. Esta es la triste realidad, aunque, como dicen los expertos: hay que reconocer que lo positivo de esta Feria Internacional es su capacidad de aglutinar a una misma provincia en un stand, y ser la segunda mejor Feria del Turismo del mundo, pero eso sí, a la española.


    Candela. Estación Sur



    CANDELA


    Mediaba octubre. Otoño en los ojos y en los labios del viento. La luz primera lame el ventanal y todo parece abrirse como una rosa en primavera. Es otoño y el silencio trepa por las paredes de la casa, y en su soledad pronuncia nombres de aire y fuego. Sucedió y era otoño. ¡Han transcurrido los días tan veloces! El tiempo nos golpea sin tregua. Pero no hay que apurarse. Es el ciclo de la vida, que se repite constante e inalterable a lo largo de los siglos, y nadie puede detenerlo. Aquí no vale truco alguno, somos nosotros que al mirarnos en el espejo vemos las cicatrices que el tiempo nos dejó en el rostro, en la mirada. Poco a poco, casi sin darnos cuenta, caemos al vacío, un día tras otro. Y así fue como nació para el amor.

    Mediaba octubre y una explosión de sueños calentaron la estancia. Todo sucedió con la fuerza del rayo. En los largos pasillos del hospital reinaba la calma, un profundo silencio, entorpecido a veces por el chirrido de un carro, sin embargo podía oírse la voz del poeta cuando dice: «De mis soledades vengo y a mi soledades voy…» Pero, ¡que alegre y vivaz soledad aquella que los abuelos compartirían en breve! Ambas, madre e hija, sobre la cama, mirándose a los ojos, traspasando la frontera del silencio, hablándose desde el más profundo de los silencios. Fue al alba. Su luz fue la luz del universo, fuego y sangre, vida entera. Serena melodía de aventadas amapolas sobre un rojo campo de sueños. Nada puede describir tanto gozo, y todo, en ese instante primero, se hace inexplicable, incomprensible. Nada se piensa. Vas de un lado a otro, acuciado por los nervios de la espera, ansioso de saber cómo fue el parto. Si el dolor se hizo insoportable o si el nuevo ser vino pleno de salud.

    Ahora, transcurridos los días desde aquel mediado octubre, la mar se ha hecho invierno y en los acantilados se siente, todavía, el otoño en los ojos y en los labios del viento. Pero es éste un otoño de diamantinas luces y magnánimas llamas, de verdes campos de olivares y mares de sueños infinitos. Todo ha cambiado desde entonces. Ahora, cuando fijas los ojos en los suyos, ella responde con su brillo de estrella única, y el tiempo se detiene. Sin embargo, ella, Candela, será por y para siempre como ese inmenso campo de rojas amapolas que el tiempo jamás podrá borrar de la memoria.

    Media enero. Candela me mira fijamente a los ojos, y me sonríe.  

    ESTACIÓN SUR______________________________José Antonio Santano

    Año Nuevo. Estación Sur

    Cuando nos referimos a nuestro propio devenir solemos oír aquello de «¡Cómo pasa el tiempo!», cuando en realidad quienes verdaderamente pasamos somos nosotros al ir cumpliendo años. Cada comienzo de año, la mayoría de las personas, tras el correspondiente balance del anterior, se estimulan con nuevos proyectos, con una nueva vida. Sabemos de la imposibilidad de algunos de esos proyectos, pero con todo insistimos o perseveramos en alcanzarlos tal y como los concebimos en su origen. Unas veces acertamos de pleno y otras erramos, pero al menos, diremos al final del recorrido, lo hemos intentado. Así somos los seres humanos. Y hablando de seres humanos, ¿les parece que nuestros gobernantes lo sean?, ¿acaso les importamos?, ¿podrían vivir ellos un año más con el salario mínimo (algo más de 600 euros), el sueldo medio de un funcionario (1.500 euros ) o el de una pensión, que en algunos casos no llega a los 400? Nuestros actuales gobernantes se muestran ciegos y sordos ante una población cada día más desesperada por una crisis de la cual no es culpable, al tiempo que comprueban que quienes la produjeron (entidades financieras y gestores políticos) por su desastrosa y continuada actuación especuladora y corrupta siguen disfrutando de los mismos privilegios de antes de provocarla. Un año nuevo comienza, ciertamente, pero ¿para quién? Las clases sociales más desfavorecidas permanecerán en la misma situación de impotencia e indignación, y nuestros gobernantes dilapidarán su tiempo en cuestiones baladíes, irrelevantes. «Más de lo mismo», como se dice vulgarmente. Para el pobre más pobreza y para el rico más riqueza. 

     
    Nuestro sistema político, de convivencia social, aquel que nos dotamos los españoles allá por el año 1978, hace aguas por todas partes, como si se tratara de un barco a la deriva. La monarquía se ha encerrado en su burbuja de cristal y no quiere saber nada que no tenga que ver con el lujo, y nuestra Ley de Leyes necesita urgentemente ser reformada. Mientras tanto, el Presidente del Gobierno, y el partido político que lo sustenta, atenazado por el más grande de los escándalos de corrupción de toda la mal llamada democracia española. 

     
    En estas fechas los deseos de paz y felicidad, de amor y prosperidad de los unos a los otros son continuos, pero si analizamos la actual situación de nuestra arruinada España, para quién, me pregunto, será este año, un verdadero año nuevo.

    ESTACIÓN SUR______________________________José Antonio Santano

    Válidos y PLDs. Estación Sur

    VÁLIDOS Y PLDs



    Felipe III, llamado también «el Piadoso», rey de España, Portugal, Nápoles, Sicilia y Cerdeña, y duque de Milán (1598-1621), quien consagró su vida a casi todo menos al buen gobierno de su reino, fue el creador de la figura del valido, que actuaba en su nombre, detentando así un gran poder. El primer valido de Felipe III, como bien se sabe, fue el duque de Lerma, ser tan ambicioso como especulador y corrupto, causante de inexplicables reformas de las instituciones y de llevar a la España del XVII a la ruina y bancarrota. Traigo a colación la figura del valido por similitud, salvando las distancias, con otra de más reciente creación en la administración pública española, cual es el PLD (puesto de libre designación), como así se le conoce popularmente. 

    El PLD, desempeñado por funcionarios de carrera, es elegido o seleccionado, entre los correspondientes candidatos al puesto, por la persona que ejerce las funciones propias del área o sector (educación, sanidad, cultura, fomento, industria, justicia, turismo, entre otros) y de gestión política del órgano o institución en cuestión: Ministerio, Consejería, Ayuntamiento, Diputación, etc., etc. El PLD viene a ser, pues, con algunas salvedades, la persona de confianza que ha de desarrollar fiel, justa y eficazmente las funciones propias de su puesto. Hasta aquí la teoría, porque dice Aquilino, veterano funcionario y a poco de jubilarse, que su experiencia en la administración es, cuando menos, desalentadora respecto a la figura del PLD. Mantenidos por los sucesivos gobiernos de uno y otro signo político, la actitud de algunos PLDs viene siendo antidemocrática, y mucho más en determinadas ocasiones: inquisitorial y despótica. La democracia en boca del PLD (pocos se salvan) es una palabra con significado inexistente –añade Aquilino. 

     
    La delegación de funciones en los PLDs por parte de los responsables políticos de turno, sin una supervisión efectiva -manifiesta Aquilino-, es un mal endémico cuyos perjudicados, en primer término, son los propios compañeros que han de soportar sus manías y caprichos, y, en segundo lugar, los ciudadanos que se sienten desatendidos y ninguneados. Los validos del siglo XVII y los PLDs del XXI son en esencia la misma cosa: seres autoritarios y mediocres, maledicientes e ignorantes que ondean la bandera del poder para humillar a sus semejantes –sentencia Aquilino. 



     

    Munira. Estación Sur

     Fuente de la luz . Algo así vendría a ser el significado de la palabra «munira», de origen árabe. ¡Musicalidad y belleza plena! Acaeció en el restaurante y tetería Aljaima, convocados en torno a la luz de la palabra, el verso y la música, el colectivo Munira llevó a cabo otro de esos encuentros poéticos inolvidables. Hay que reconocer que no es fácil -en esta y en casi todas las ciudades de España sucede lo mismo-reunir a un grupo considerable de personas y dejar que la magia de la poesía penetre en cada uno hasta los huesos, y si a esto añadimos, la palabra musicada y envolvente en la voz de Sensi Falán, el resultado no puede ser sino sencillamente exquisito. En estos tiempos de creciente crisis intelectual viene que ni anillo al dedo hallar un lugar y unas gentes para quienes la palabra escrita, en verso o prosa, sea como la vida misma. Ya todo está dispuesto. Alrededor de la mesa los asientos se han ido ocupando hasta completar el aforo de la casa de Mustafa (el elegido), que nos recibe con el abrazo fraternal y la sonrisa en los labios.



    El poeta queda en el centro de la mesa. Lo flanquean Mar, que hace de presentadora y Sensi, la voz más hermosa de La Chanca. El poeta, agradecido por la acogida, se abisma en la poesía, entona su canto desesperado, y nos conduce hacia el poniente, allá donde un mar de plástico se extiende al infinito:





    un mar de plástico y de espejos

    sobre esta tierra de poniente

    donde viven y resisten, heroicos,

    los apátridas del mundo y sus confines

    a la espera de un verbo o una sílaba

    que los haga más hombres y más libres





    la humana voz que anhela los silencios, se pregunta una y otra vez:





    Para qué me preguntas qué pienso

    como si no fuese contigo esta historia

    que ocultas y niegas cada día

    ante los cientos y miles de vencidos

    que obedecen las órdenes precisas

    de los amos del mundo en esta hora





    y el poeta, incansable, responderá al fin:





    Y yo, aferrándome a los colores del día

    proclamo en sus colores la vida,

    y oigo los rumores del beso en la brisa

    que se clava hasta sus huesos,

    pues ya solo me importan sus pesares

    y en ellos reconozco la dignidad

    de ser hombres cabales aun siendo

    la piel de mil colores o el habla

    tan compleja y tan distinta,

    que a su lado la huella de la vida

    se asemeja a una luz intensa y única

    que alumbra los caminos de poniente

    entre mares de plástico y de soledades.


    ESTACIÓN SUR____06/12/2013____José Antonio Santano

    DIARIO DE ALMERÍA




    El traductor. Estación Sur



    Su vida eran los libros. Daba igual el género, su mundo comenzaba y concluía en las páginas de un libro, inevitablemente. En los últimos días le habían enviado decenas de libros, unas veces amigos y otras las editoriales directamente. Entre ellos, dos libros cuyo traductor era la misma persona. Se trataba de «Erasmo, Tomás Moro. Melancthon», de Desiré Nisard y «La muerte de las catedrales y otros textos», de Marcel Proust, ambos traducidos por Máximo Higuera. Habitualmente no le damos importancia a la figura del traductor, pero sí que la tiene, ya lo creo. El texto original está escrito tal y como lo concibió su autor, pero el traductor viene a ser otro autor, un creador también, aunque lo sea de una obra ya creada. El traductor crea y recrea cuanto halla en el texto original, le da vida, otra vida tal vez, pero vida al fin y al cabo. Esta y no otra es la grandeza de la traducción, pues no hay que situar al traductor en el ámbito simple de la reproducción. El traductor, el buen traductor literario profundiza en los textos hasta conseguir de ellos la calidad que los lectores merecen. Es un trabajo arduo y constante, en el cual el traductor deja lo mejor de sí mismo para difundir con garantías la obra traducida.


    Podríamos decir que los libros que traemos hoy a este espacio son muy oportunos. Los tiempos que corren, desgraciadamente, no son buenos. De tal manera que, ante la escasez de ideas y pensamiento con el que somos azotados diariamente, hallar la fuerza de tres grandes humanistas, como lo fueron Erasmo, Moro y Melancthon, a través del estudio de sus vidas por quien fuera Decano de la Universidad Católica de París y miembro de la Academia Francesa, Desiré Nisard (1806-1888) es un hecho relevante, de la misma manera que lo es adentrarse en la sugerente prosa de Proust. En ambos casos la traducción requiere una mirada distinta, capaz de viajar a los más recónditos espacios de la palabra. Lo habitual en ese bello universo de la edición de libros es el reconocimiento al autor del texto, al diseñador, al editor, pero casi siempre se soslaya la ardua y extraordinaria labor del traductor. La grandeza del libro toma otro cariz, adquiere más valor, por así decirlo, cuando se trata de una traducción, pues el traductor a fin de cuentas es como un artesano, un orfebre que engarza una pieza tras otra hasta concluir en una verdadera obra de arte.