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SIRTAKI por la LIBERTAD


SIRTAKI POR LA LIBERTAD
Al pueblo griego, ahora y siempre.
Suena la música…
Hacia la antigua Hélade la luz se vuelve
para avivar el fuego de la palabra
origen de los tiempos y la vida,
raíz de la razón, arco iris de sueños
en vuelo de palomas, alta torre o faro
en destellos de esperanza
siempre.
Que nunca nadie humille al hombre
nunca
y de sus manos solo siembre ofensas
y vejaciones, que nunca
pueda el hombre ser lobo para el hombre
ni amedrentar
siquiera con los gestos su dominio,
que nunca sea usura la bandera izada
al viento de este siglo que hostiga
el desamparo y la pobreza,
nunca
del humilde se reniegue.
Sea la música la voz de toda orfandad
en el mundo
dejad que los sonidos
cabalguen
hacia la luz del abrazo,
nunca en el abismo de la indiferencia,
en el silencio de la esclavitud
habitada por el miedo,
nunca en la sangre y la tortura,
en el dolor inagotable del exilio
y los destierros,
nunca más
nunca
en la xenófoba mirada
o en los muertos asesinados
sepultos
por los siglos de los siglos.
Ahora Zorba baila solo en la calle,
en su centro de universo único,
levanta
lentas y rituales las piernas,
poco a poco
alza los brazos,
gira levemente el cuerpo en ola
hasta la orilla,
mueve las manos
en cruz se balancean ligeras
como plumas, un paso hacia adelante
hacia atrás otro, ora a la izquierda
ora a la derecha, in crescendo
los sones de los buzukis y la guitarra,
los cuerpos que se buscan, las manos
que palmean, se agitan y rozan,
la calle rosas circulares, pétalos
entrelazados los cuerpos
que giran
y giran tal carrusel,
a un círculo
se uno otro, y otro, hasta la infinitud
del abrazo, de un solo cuerpo trenzado
que danza y danza
inagotable
que grita en su extinción: ¡Zorba!
y vuelve a ser estremecedor canto
en los hijos de la Hélade
contra el monstruo
de las tres cabezas -indolente Europa-
camino de la victoria
definitiva en Salamina,
por la libertad.
(José Antonio Santano / Almería 3 julio 2015)