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RAFAEL BALLESTEROS |
La
poesía, pese a quien pese, sigue siendo esencial en el devenir de la
historia del hombre. En ella se halla la magia y el misterio de la
palabra revelada con la cual se inicia un viaje único a lugares
nunca antes conocidos, cósmicos. Desde tiempos pretéritos la poesía
colmó al hombre del conocimiento suficiente, de la mirada precisa
para interpretar el mundo que le rodea, hasta llegar a crear un
universo de luz extraordinariamente diamantino. Fue la lírica
expresión de la emoción hasta extremos inefables, el poeta surgía
como un mago, un filósofo que, desde la contemplación serena de la
realidad, nos transportaba con sus palabras al edén o al infierno,
indistintamente, en esa lucha de los opuestos que siempre ha sido la
lucha por la vida, alfa y omega, principio y fin. Nadie que sea
tocado por la poesía podrá eludir su contagio. Inoculado ese mágico
veneno de la palabra viajará hasta la eternidad de la nada y el
todo. Así ha sido desde los orígenes y así será en el futuro. El
presente pasa por las distintas poéticas, tantas como poetas
existen. En este sentido habría que decir que, siguiendo el dicho
popular, «no son todos los que están ni están todos los que son»,
porque en esta sociedad tan mediática (insensible) comprobamos que
lo comercial se impone a lo esencial, que el concepto mercantilista
se coloca en lugar prominente frente a la calidad de los textos, y
así de esta manera burda se pierde el verdadero sentido de la
poesía, acallando así a la poesía y a los poetas más
significativos, aquellos que sangran por la palabra, que asumen el
compromiso firme con el verso como sublime medio de expresión
escrita.
La obra del poeta Rafael Ballesteros (Málaga, 1938) ocupa,
sin duda alguna, un lugar destacado, por su esencialidad discursiva,
por la tensión que mantiene entre “tradición y creación” como
así lo asevera el estudio que introduce el profesor de Literatura en
la Universidad del País Vasco, Juan José Lanz, al libro que nos
ocupa “Rafael Ballesteros. Poesía 1990-2010”. El también
profesor José Enrique Martínez subraya que la poesía de
Ballesteros es «como uno de los más arriesgados procesos de ruptura
con que podemos encontrarnos». Y así es, Ballesteros es disocia,
separa, segrega lingüística y sintácticamente, fragmenta para
crear desde la rebeldía y la insumisión poética textos diferentes,
hasta conseguir una verdadera “rebelión de las palabras”, que
escribe Juan José Lanz. Concluye el profesor Lanz en este lúcido
estudio con la siguiente aseveración: «La poesía de Rafael
Ballesteros nos invita a ese diálogo, abre las puertas del lenguaje
poético para que compartamos la intimidad de las palabras, para que
seamos en ellas. Ésa es la base de su cordialidad lingüística; ése
es el fundamento último de su obra». Obra extensa que aquí podemos
degustar en esta selección de poemas, aforismos y prosa, solo como
anticipo a la totalidad de ella.
Evidencia este texto la razón
poética del “ser” y “estar”, el compromiso del intelectual
ante la sociedad que la ha tocado vivir, su actitud ética y
estética, la búsqueda identitaria del poeta, su posicionamiento
ante lo individual y lo colectivo (el “yo” y el “tú”), la
“otredad” como asunción del “yo” trascendido, metarfoseado
en el “otro”. Solo una breve muestra del contenido de esta
magnífica antología para confirmar todo lo dicho sobre el poeta y
la poesía de Rafael Ballesteros, de la estrofa final con que se
homenajea al más grande escritor de la lengua portuguesa, Fernando
Pessoa: «Lucho por despojarme, / por dejar de ser yo absolutamente,
/ por librarme de esta desazón de sentirme / dentro de una parte, /
de saberme tan parcial, tan subjuntivo».
La palabra es la única
patria del poeta, lo que comprobamos también en este libro que acoge
la poesía de Rafael Ballesteros entre 1990 y 2010, en ella encuentra
la luz que diamanta su universo poético, tan cercano al celeste del
agua mediterránea. Ésa es la voluntad del poeta y así lo piensa y
testimonia cuando escribe, en “De los poderosos” (1996): «porque
sigue creyendo que la palabra puede cambiar no sólo un corazón sino
también el mar…». Poesía honda y serena, auténtica, la del
malagueño Rafael Ballesteros en este libro de ineludible lectura.
Título:
Rafael Ballesteros. Poesía 1990-2010
(Ed.
Juan José Lanz)
Autor/a:
Rafael Ballesteros
Edita:
Fundación Unicaje y El toro celeste (Málaga, 2015)