Tu carpintero de sueño que te busca por la tarde,
soy tu herrero de los astros que te mira enamorado,
soy un antiguo habitante de aquella ciudad de Sardes
en los mitos de aquel griego que se fugó del pasado.
¡Ah, Pelusa! Tus pupilas de tu cielo me captura,
escuchas la voz del tiempo que vocifera a tu alma,
es un fruto de tu beso de la fruta que madura
en el árbol de la vida que te atiza ya tu calma.
¡Ah, Pelusa! Te contemplo como Baucis de los lirios,
soy tu Filemón que aguarda en el cielo de tu lluvia
y un temblor de cielo clama por tus húmedas colinas.
Los braseros de la noche resplandecen como cirios
y mi beso en tus poros ya te muerde, te derrubia
como brasas de los tiempos, tus pirañas clandestinas.
Tomada del libro Versos del Goldmundo del autor Ricardo Arratia Joglar
soy tu herrero de los astros que te mira enamorado,
soy un antiguo habitante de aquella ciudad de Sardes
en los mitos de aquel griego que se fugó del pasado.
¡Ah, Pelusa! Tus pupilas de tu cielo me captura,
escuchas la voz del tiempo que vocifera a tu alma,
es un fruto de tu beso de la fruta que madura
en el árbol de la vida que te atiza ya tu calma.
¡Ah, Pelusa! Te contemplo como Baucis de los lirios,
soy tu Filemón que aguarda en el cielo de tu lluvia
y un temblor de cielo clama por tus húmedas colinas.
Los braseros de la noche resplandecen como cirios
y mi beso en tus poros ya te muerde, te derrubia
como brasas de los tiempos, tus pirañas clandestinas.
Tomada del libro Versos del Goldmundo del autor Ricardo Arratia Joglar