Como continuación al anterior
artículo relativo a los libros recibidos durante el año 2018, sean
estos breves y necesarios comentarios. Comenzamos por un libro de
ensayo, que la editorial Trotta, publicó en su colección
“Estructuras y Procesos”, serie Religión, bajo el título Ocho
discursos sobre el judaísmo, de Martin Buber, un texto clave
para entender la base conceptual del judaísmo.
Otro ensayo, en este
caso literario, apunta hacia la poesía española contemporánea,
años 2010 a 2017, con magnífico prólogo de José Luis Morante y
autoría de los críticos Gregorio Muelas y José Antonio Olmedo,
titulado Polifonía de lo inmanente, un interesante estudio
sobre la función de la crítica literaria (del crítico) a través
de las distintas reseñas de libros aparecidos en el período
indicado.
En novela destacar La novena hora, de Alice
Mcdermott, con traducción de Carlos Manzano, publicado por el sello
editorial Libros del asteroide, apasionante historia de una
niña, hija de viuda, que crece en el interior de un convento de
Brooklyn y considera por la prensa neoyorquina como una de las
mejores novelas de 2017.
Pound (nada que ver con el Pound
poeta), de Javier Ibarrola es la primera novela de este autor por el
que apuesta la editorial Menoscuarto, en ella se cuenta la
historia de un escritor berlinés, Joseph Pound, que emigra a EE.UU
tras la caída del Muro y que esconde un horrible secreto. Otra de
las gratas publicaciones del pasado año es el libro Ser en luz
(Ed. Saltadera), del poeta almeriense Juan José Ceba, con
prólogo y poemas seleccionados por la también poeta Sara Torres, y
en cuyas páginas subyace esa visión cercana a la mística que tiene
el poeta sobre el mundo: «Morir no es nada. / Un ligero arañazo /
en el vientre del cielo, / como una tenue / nota musical / -visible
apenas- /escrita por el cálamo / de un pájaro». De Irán nos llega
la voz serena y madura de la poeta de Sanaz Davoodzade, con la obra
Camino sobre palabras muertas (Cute Killa Press) y traducción
de Tive Martínez; un poemario pleno de aciertos que bebe de la más
grande tradición poética persa combinada con la experiencia vital e
íntima de la poeta, como ejemplo sean estos versos: «Cuando me
miras, / no captas mi dolor con claridad. // Si quieres entender mi
condición, escucha a los gorriones. // Ellos hablan mi idioma». Un
clásico ya y excelente poeta granadino, Enrique Morón, nos convoca
a la lectura de su último poemario La canción del sendero (Ed.
Port-Royal), en el que encontraremos la voz pura y serena de un poeta
esencial, reflexivo con su singular mirada sobre el mundo que le
rodea, al que no le es ajeno el dolor, la soledad del otro, y en el
que se muestra su claro humanismo: «Se llama Mohamed y es una noche
/ reluciente su piel. / Subsahariano. / Cruzó hace muchos años el
Estrecho. / Y en humilde penuria sobrevive».
Poetas de Otros
Mundos. Resistencia y verdad (Ed. Olifante), es el título de un
excelente librito de poesía del cual ha sido editor literario el
también poeta Ángel Guinda y en el que están representados poetas
de África: Lamis Saidi (Argelia), Ahmad Yamani (Egipto) y Mohamed
Alfaquee Saleh (Libia); de América: Inés Ramón (Argentina),
Theodoro Ellsaca (Chile), Lilián Pallares (Colombia) y Leo Zelada
(Perú); de Asia: Mariné Petrossian (Armenia), Ko Un (Corea del
Sur), Subhro Bandopadhyay (India), Abdul Hadi Sadoun (Iraq), Kadhim
Jihad (Iraq), Mohsen Emadi (Irán), Shole Wolpé (Irán), Nathalie
Handal (Palestina) y Riad Al-Saleh Al-Hussein (Siria); de Europa
(Luljeta Lleshanaku (Albania), Zhivka Baltadzhieva (Bulgaria), Rada
Panchovska (Bulgaria), Katarína Kuchelová (Eslovaquia), Katariina
Vuorinen (Finlandia), Mary O’Malley (Irlanda) y Dusica Nikolié
Dann (Serbia); por último Oceanía: Charles Olsen (Nueva Zelanda).
En busca de una pausa (Ed. Pre-Textos) es la propuesta
poética de Juan Carlos Abril, una voz madura ya en el panorama de
las letras españolas y avalada por una solida trayectoria, como la
acreditan este fragmento del poema Para escapar:«Nadie
perdona a nadie. // Tampoco esta oportunidad / para vivir una
aventura / desde dentro. No somos / lo que somos / sino lo que
seremos. / ¡Despierta al otro que ha en ti! / Aunque no esté
de moda / su utopía / vuelve habitable el mundo». De las Islas
Canarias nos llega la voz serena y con regusto a sal de Cecelia
Álvarez, con su libro Almenara de sueños (Ed. Ángaro), del
cual extraemos estos versos pertenecientes al poema “Rozando el
paraíso”: «Y se apresuró el alba / y un golpe de tristura /
quebró el cristal. / Escapó mi desvelo / y, despiadada, / se
abalanzó sobre mí / la sombra de la ausencia». Salamanca
protagoniza la edición de los próximos cinco libros. Los dos
primeros corresponden a los ganadores del V Premio Internacional de
Poesía “Pilar Fernández Labrador”: el costarricense Juan Carlos
Olivas, con su libro El año de la felicidad, de temática
humanística “que se vuelca en lo cotidiano y explora la realidad
real, o al menos aspira a ella, insertando la propia figura del poeta
en ese mundo , implicado en ese presente en que vive”, según dice
Carmen Ruiz Barrionuevo en el prólogo, y así podemos comprobar en
los siguientes versos: «Decido entonces comenzar una vez más, / y
esta vez el mundo es real, / como el frío en mi taza de té, / como
el miedo que se cuela / en las rendijas de mi casa, / como este
temblor en las manos / al tratar de escribir sobre la vida»,
de
otra, la sevillana María Sanz, con su poemario Persistencia,
que en palabras de Carlos Aganzo es un texto “que por encima de
una forma disfrazada de contemplación pictórica, lo que toca es la
cuestión de la propia identidad, de la propia existencia, y así lo
corroboran estos versos: «Entre los blancos lienzos, un presagio /
fugaz de insinuante colorido / cubre las horas, hasta que aparecen /
vivas penumbras, flores cenicientas / y un corazón menor sin
relevancia». A duas vozes – A dos voces (Ed. Trilce), de
Álvaro Alves de Faria y Leocádia Regalo, con traducción de A. P.
Alencart y Jacqueline Alencar, bilingüe español-portugués, y
pinturas de Miguel Elías, «es una propuesta poética, como dice su
prologuista Alfredo Pérez A., que enlaza a dos países y a dos
poetas de un mismo idioma: el portugués. Dos voces que, al alimón,
acomodan su canto o expresión a los versos que rematan cada poema,
plegaria y gemido a la vez, o respiradero de escondidas venas».
Extraordinario poemario del que recojemos un fragmento de cada uno de
los vates: «De todas las cosas / que viví / solo recuerdo /
aquellas que olvidé» (AAF) y «Tal vez un día encuentre / el rumbo
exacto para / descansar en las nubes / sintiendo la levedad de lo que
ya no sé». Fantástico también el libro Historia (Ed.
Trilce), del poeta croata Drago Štambuk y traducción de Željka
Lovrenčić; reproducimos los últimos versos del poema “Plenilunio”:
«Las nubes viajan lentamente / quiebran tres peñas nuestros
corazones, / en el dorso del mar croata / el alma abatida solloza».
