70 MENOS UNO. ANTOLOGÍA EMOCIONAL DE POETAS ANDALUCES




70 MENOS UNO

ANTOLOGÍA EMOCIONAL DE POETAS ANDALUCES



Es cierto que la poesía no goza del beneplácito mayoritario de los lectores, que prefieren la novela o el relato. Esa misma mayoría de lectores achaca su desinterés a la dificultad para comprender los textos poéticos, con el consiguiente esfuerzo caso de aproximarse a ella. Si tenemos en cuenta que en la sociedad actual el esfuerzo ha sido suprimido de la formación integral del individuo y sustituido por una constante servidumbre a lo frívolo y anodino. Sin embargo, y a pesar de todas estas circunstancias, la poesía está ahí, fervientemente viva, gracias a la resistencia impagable y la férrea voluntad de sus creadores, también de sus valedores, como en el caso que nos ocupa del antólogo, poeta, escritor y ensayista occitano Antonio Enrique que, junto a los poetas también Rafael Ballesteros y Juan Ceyles, han hecho posible la edición de este hermoso volumen, “70 menos uno. Antología emocional de poetas andaluces”, que viene a ocupar un lugar destacado en el conjunto de las antologías de poetas andaluces publicadas hasta la fecha. Y viene a ocupar ese lugar preferente porque se trata de un «original proyecto literario que tiene en cuenta un texto poético dentro de su contexto personal». Encomiable trabajo este que agrupa a 70 poetas (69 vivos y uno fallecido durante el tiempo de elaboración de esta antología: el poeta y profesor Rafael de Cózar). Esta es una antología de poesía emocional, en la que se dan cita las más variadas voces poéticas de Andalucía: cuatro nacidos en los años 20, diez en los 30, dieciséis en los 40, veinticinco en los 50, diez en los 60 y cinco en los 70. La respuesta de una buena parte de los poetas andaluces está contenida en este libro, cuya razón de ser es la “emoción” como particular reclamo, y así se entiende cuando se afirma: «la emoción transforma; es el motor de todo acceso placentero, de toda catarsis y plenitud sensorial». Conviene resaltar y así lo afirma el antólogo que: «Los poeta aquí encartados son de todos los caracteres y temperamentos, ideologías y corrientes estéticas…Diferencia y Experiencia ya no se enrocan en posiciones inamovibles, sino que se observa lo que ha de ser: el juego en el tablero, el intercambio de piezas, el trueque de posiciones; y es esto beneficioso para la salud de la literatura». 

Dada la imposibilidad técnica (falta de espacio) para reproducir todos los poemas contenidos en esta antología, transcribiremos sólo algunos fragmentos del mayor número de poetas participantes, a manera de muestra representativa. De los poetas nacidos en los años 20 reproducimos este del cordobés José de Miguel: El libro esculpe, fija, proclama y eterniza / la cálida palabra, / la fecunda palabra, / la creadora palabra, / la Palabra, / quizá el mayor presente / que a los hombres los dioses concedieron. / Al principio fue el verbo», o, este otro del poeta almeriense Julio Alfredo Egea: « No encontrarán los seres / camino de regreso, / ni ya nunca será posible el pájaro, / ni la mano desnuda sobre la mano herida, / ni agarrarse a una rama de paraíso / cuando el Ordenador tenga voz propia, / salga de la oficina y del laboratorio / a decretar la Muerte… / Y Dios… ¿se hará el distraído?; de los nacidos en los años 30 nos quedamos en este del poeta granadino Rafael Guillén: «He venido sin flores y sin luto. / He venido a fumarme este cigarro / delante de tu muerte; / solamente un cigarro, por aquello / que fue una gran borrasca de ternura»; pertenecientes a los años 40 señalamos al poeta gaditano Antonio Hernández: «He entendido por fin / que escribir es amar / sin amor que te bese. / Comprendo que la luz / solamente se enciende / cuando se va apagando»; para los años 50 la voz del poeta malagueño Francisco Ruiz Noguera: «Con tan breve equipaje / trabaja la memoria, / maestra en levantar / -a base de un desorden de retazos- / un retablo de humo / sobre el fondo de sombras / que dominan las piezas del olvido», o, este otro del poeta Rafael de Cózar (Tetuán 1951-2015): «Qué puedo decir de ti si ya no queda / ni un mínimo rescoldo en la penumbra / del fondo acristalado de mi copa…»; de los nacidos en los años 60 destacamos al poeta onubense Manuel Moya: «y saber que la vida, toda vida, cabe en esto, / en una mujer desnuda escribiendo un poema, / en unos dedos que nunca se cansan de ser dedos, / en la harina de estas letras torpes / manchadas de dedos y de vida», y, para cerrar esta muestra, perteneciente a los años 70, estos versos del poeta Vicente Luis Mora: «Arrójate al vacío, crea mundos, / convierte en ser la nada que te aguarda. / Así debiera ser la poesía, / así debiera ser / el último poema: / hacia delante, nada: todo en blanco». Una antología que nos permitirá conocer la poesía emocional de “70 menos uno” poetas andaluces de hoy. 
 

Título: 70 menos uno
Antólogo: Antonio Enrique
Autor: VV.AA
Edita: El toro celeste y Fundación Unicaja (Málaga, 2016)

No resignación (Poetas del mundo por la no violencia contra la mujer)



NO RESIGNACIÓN
(Poetas del mundo por la no violencia contra la mujer)

Muchas son las ocasiones que hemos oído preguntar para qué sirve la poesía, o, cuál es su utilidad, etc. etc. Sin embargo, son también muchas las veces que hemos asistido a su contestación. Quién puede olvidar aquella afirmación de : “La poesía es un arma cargada de futuro”, de Gabriel Celaya y que Paco Ibáñez cantó hasta la saciedad en un momento tan trascendental para la libertades en España. Pero no sólo Gabriel Celaya sino otros muchos poetas han hecho posible que sus versos sirvieran para concienciar en unos casos y denunciar los abusos de los poderosos con relación a los derechos humanos. Muchas serían, también, las antologías poéticas que han nacido para ayudar a poner fin a situaciones de injusticia, genocidios, catástrofes naturales o falta de libertad, siendo así que, al menos, parece obvio que la poesía ha sido y es esencial en la formación cultural de todos los pueblos del planeta. El caso que nos ocupa hoy es un libro en el cual participan 136 poetas (64 hombres y 72 mujeres) de 35 países de los cinco continentes, con la cual el Ayuntamiento de Salamanca ha querido aportar su granito de arena en la eliminación de esta lacra social de la violencia contra la mujer que tantas víctimas se ha cobrado ya, y ha querido hacerlo con un libro antológico que responde al título: “No resignación. (Poetas de mundo por la no violencia contra la mujer). Antología de Salamanca”. 

Una loable iniciativa que ha sido coordinada por el profesor de la Universidad de Salamanca y poeta Alfredo Pérez Alencart e ilustrada por el también profesor Miguel Elías. Este es un libro contra el silencio, las viles agresiones y los abusos continuos que se vienen sucediendo contra la mujer en todos los continentes, sin excepción. La mirada y la conciencia poética toman la palabra para denunciar esta situación y aunque no podremos reproducir la voz de todos los participantes por cuestión de espacio, me he atrevido a seleccionar algunos versos representativos de algunos países o continentes: «No más caricias / del color de la nada. / No más disculpas / con sabor a ceniza. / Ni más abrazos / bajo la lluvia negra del mañana. / Mi adiós es para siempre» (Leya Tierney, Inglaterra), «Tendría que volver a engendrar /A la tribu, /Proteger los lobos / De sus ovejas, /Y / Cazar proezas / Hasta el crepúsculo, / Antes de disfrutar / Del status de / «Esclava» (Bahira Abdulatif, Irak), «déjame que te diga, / aunque ya no me creas, / que de lo único que ahora me arrepiento / es de haber dejado marchitarse / el ramo aquel de rosas / que le robamos juntos al verano» (Carlos Aganzo, España), «no soy la locura del hombre / y sobre todo no soy todas sus concepciones» (Stefania Battistella, Italia), «En sus ojos reina el temor, / En su alma el grito exclama, / Una mano rasgo su corazón, / Golpes batieron su cuerpo» (Margalit Matitiahu, Israel), «Bajo su puño la mesa silenciosamente se hizo un ovillo / como ciervo fusilado en un claro del bosque/ Sus moretones hablaban miles de lenguas» (Dunja Detoni Dujmic, Croacia), «Si conoces a tu / mujer, verás como ella va / y viene, y todo lo que puedes hacer es esperar / y rezar para que ella vuelva a ti, / porque sabes que tus pecados / son suficiente para que ella te deje y no vuelva» (Kwame Dawes, Ghana), «Ser mujer / significa estar invadida, Oh silenciada! / ellos toman de toda cosa / una mujer tomó mi infancia» (Müesser Yeniay, Turquía), «Desde distintas direcciones, vienen historias / que nos pueden hacer llorar, aun sin lágrimas. / Sigue triunfando la injusticia entre nosotros / contra las hijas amadas de estirpe humana» (Johanes Manhitu, Indonesia), « Siento rabia al saber / que soy mi propio miedo / enfundado en este cuerpo» (Aleyda Quevedo, Ecuador), « Como algo práctico, nuestras violaciones no son tan simples. / Como algo práctico, nos violan de una manera mucho más violenta / para que muramos. O durmamos en el hueco del arrozal pantanoso / Nos acuestan estiradas, empapadas en el barro» (Yashodhara Raychaudhuri, India), «Siempre el dolor. He visto en esos rostros / cómo se hace la noche/ cuando sienten / la dureza del hombre. Las golpea / la sombra que es la forma más cobarde / de la desolación» (José Muñoz Quirós, España), « Excusar el amor con la posesión y el miedo / no se hace frente a una mujer / que perdió el temor amando a quemarropa / y sin paredes para sostenerse» (Nidia Marina González, Costa Rica), « Estéril guerra de los sexos en que solo uno pone / el amor, el dolor y hasta la culpa. El otro / se condena a la crueldad de una fiera asustada» (José Pulido, España), «La sangre brota de tu rostro puro, / oh madre tan flagelada en todo tu cuerpo/ vivencia del crepúsculo / sin conocer del día comodidad alguna» (Antonio Salvado, Portugal), « Que no se desangre el amor / en la sombra, / en la niebla» (Hiroshi Tomita, Japón), « No hay bestias inocentes; no hay cicatriz / sin cuchillos filosos; no hay colmada paz / sin forcejeos: nunca calles las agresiones. / ¡Solo tu clamor expulsará lo más abyecto!» (Alfredo Pérez Alencart, Perú-España). Un libro,No resignacióny una iniciativa loable, que no dejará indiferente al lector de poesía.


Título No Resignación
Autor: AA.VV
Edita: Ayuntamiento de Salamanca (Salamanca, 2016)


NO RESIGNACIÓN. SALÓN DE LECTURA





NO RESIGNACIÓN
(Poetas del mundo por la no violencia contra la mujer)

Muchas son las ocasiones que hemos oído preguntar para qué sirve la poesía, o, cuál es su utilidad, etc. etc. Sin embargo, son también muchas las veces que hemos asistido a su contestación. Quién puede olvidar aquella afirmación de : “La poesía es un arma cargada de futuro”, de Gabriel Celaya y que Paco Ibáñez cantó hasta la saciedad en un momento tan trascendental para la libertades en España. Pero no sólo Gabriel Celaya sino otros muchos poetas han hecho posible que sus versos sirvieran para concienciar en unos casos y denunciar los abusos de los poderosos con relación a los derechos humanos. Muchas serían, también, las antologías poéticas que han nacido para ayudar a poner fin a situaciones de injusticia, genocidios, catástrofes naturales o falta de libertad, siendo así que, al menos, parece obvio que la poesía ha sido y es esencial en la formación cultural de todos los pueblos del planeta. El caso que nos ocupa hoy es un libro en el cual participan 136 poetas (64 hombres y 72 mujeres) de 35 países de los cinco continentes, con la cual el Ayuntamiento de Salamanca ha querido aportar su granito de arena en la eliminación de esta lacra social de la violencia contra la mujer que tantas víctimas se ha cobrado ya, y ha querido hacerlo con un libro antológico que responde al título: “No resignación. (Poetas de mundo por la no violencia contra la mujer). Antología de Salamanca”. Una loable iniciativa que ha sido coordinada por el profesor de la Universidad de Salamanca y poeta Alfredo Pérez Alencart e ilustrada por el también profesor Miguel Elías. Este es un libro contra el silencio, las viles agresiones y los abusos continuos que se vienen sucediendo contra la mujer en todos los continentes, sin excepción. La mirada y la conciencia poética toman la palabra para denunciar esta situación y aunque no podremos reproducir la voz de todos los participantes por cuestión de espacio, me he atrevido a seleccionar algunos versos representativos de algunos países o continentes: «Nomás caricias / del color de la nada. / No más disculpas / con sabor a ceniza. / Ni más abrazos / bajo la lluvia negra del mañana. / Mi adiós es para siempre» (Leya Tierney, Inglaterra), «Tendría que volver a engendrar /A la tribu, /Proteger los lobos / De sus ovejas, /Y / Cazar proezas / Hasta el crepúsculo, / Antes de disfrutar / Del status de/ «Esclava»(Bahira Abdulatif, Irak), «déjame que te diga, / aunque ya no me creas, / que de lo único que ahora me arrepiento / es de haber dejado marchitarse / el ramo aquel de rosas / que le robamos juntos al verano» (Carlos Aganzo, España), «no soy la locura del hombre / y sobre todo no soy todas sus concepciones» (Stefania Battistella, Italia),«Ensusojosreinaeltemor,/Ensualmaelgritoexclama,/Unamanorasgosucorazón,/Golpesbatieronsucuerpo»(MargalitMatitiahu,Israel),«Bajosupuñolamesasilenciosamentesehizounovillo/comociervofusiladoenunclarodelbosque/Susmoretoneshablabanmilesdelenguas»(DunjaDetoniDujmic,Croacia),«Siconocesatu/mujer,veráscomoellava/yviene,ytodoloquepuedeshaceresesperar/yrezarparaqueellavuelvaati,/porquesabesquetuspecados/sonsuficienteparaqueellatedejeynovuelva»(Kwame Dawes, Ghana),«Sermujer/significaestarinvadida,Ohsilenciada!/ellostomandetodacosa/unamujertomómiinfancia»(MüesserYeniay,Turquía),«Desdedistintasdirecciones,vienenhistorias/quenospuedenhacerllorar,aunsinlágrimas./Siguetriunfandolainjusticiaentrenosotros/contralashijasamadasdeestirpehumana»(JohanesManhitu,Indonesia),«Sientorabiaalsaber/quesoymipropiomiedo/enfundadoenestecuerpo»(AleydaQuevedo,Ecuador),«Comoalgopráctico,nuestrasviolacionesnosontansimples./Comoalgopráctico,nosviolandeunamaneramuchomásviolenta/paraquemuramos.Odurmamosenelhuecodelarrozalpantanoso/Nosacuestanestiradas,empapadasenelbarro»(Yashodhara Raychaudhuri, India),«Siempreeldolor.Hevistoenesosrostros/cómosehacelanoche/cuandosienten/ladurezadelhombre.Lasgolpea/lasombraqueeslaformamáscobarde/deladesolación»(JoséMuñozQuirós,España),«Excusarelamorconlaposesiónyelmiedo/nosehacefrenteaunamujer/queperdióeltemoramandoaquemarropa/ysinparedesparasostenerse»(NidiaMarinaGonzález,CostaRica),«Estérilguerradelossexosenquesolounopone/elamor,eldoloryhastalaculpa.Elotro/secondenaalacrueldaddeunafieraasustada»(JoséPulido,España),«Lasangrebrotadeturostropuro,/ohmadretanflageladaentodotucuerpo/vivenciadelcrepúsculo/sinconocerdeldíacomodidadalguna»(AntonioSalvado,Portugal),«Quenosedesangreelamor/enlasombra,/enlaniebla»(HiroshiTomita,Japón),«Nohaybestiasinocentes;nohaycicatriz/sincuchillosfilosos;nohaycolmadapaz/sinforcejeos:nuncacalleslasagresiones./¡Solotuclamorexpulsarálomásabyecto!»(AlfredoPérezAlencart,Perú-España).Unlibro,Noresignaciónyunainiciativaloable,quenodejaráindiferenteallectordepoesía.


Título No Resignación
Autor: AA.VV
Edita:Ayuntamiento de Salamanca (Salamanca, 2016)


LA TUMBA DEL NADADOR. JUAN PARDO VIDAL, por José Antonio Santano



Adentrarse en las páginas de un libro, lo he dicho en otras ocasiones, es una fiesta. Una fiesta donde la palabra es anfitriona única. Con ella está garantizada la diversión y el conocimiento. Ninguno de sus invitados quedará indiferente. Un buen libro siempre será una fiesta inolvidable. 



El libro elegido para esta ocasión es una verdadera fiesta de la palabra, una fiesta para los sentidos. En una edición bella y cuidada, “La tumba del nadador”, de Juan Pardo Vidal (Almería, 1967) reúne un conjunto de relatos, en total 11, de los cuales el que da título al libro destaca por su originalidad y extensión, sin desmerecer claro está al resto (El tatuaje, Los gatos de Schorödinger, Los días azules, La tormenta, Te llamaré T, Desmancados, El día en que los dos hombres más importantes del país me removieron el pelo, Y decirte algo terrorífico, como por ejemplo «te quiero», Lencería rosa y El naufragio). El lugar elegido para “La tumba del nadador” es un ático y sucede todo en una fiesta muy especial: «Habrá un tipo, un editor al que Jesús conocerá en una fiesta. Y habrá también una chica y habrá música y copas y su amiga Andrea y mucha gente guapa, políticos, futbolistas y gente del mundo de la cultura […] La fiesta será la hostia, cincuenta personas bailando al ritmo de la coca en un ático enfrente del mara en los edificios de La Térmica, en Almería». Así comienza Pardo la construcción de este relato con el cual vibraremos en el temblor de la palabra de los personajes que pululan por sus páginas, con un discurso narrativo distinto donde la singularidad narrativa y los recursos literarios empleados constituyen elementos consistentes como basas de columnas que soportan todo el peso de la trama narrativa para concluir en un sólido edificio. El simple hecho, infrecuente en la narrativa española, del uso de una voz narrativa omnisciente de futuro es ya un reto que, por cierto, resuelve satisfactoriamente. 

Pero no sólo destaca en este relato el tiempo verbal utilizado, sino la propia estructura, la mirada del narrador que formará parte también del discurso narrativo –metaliterario- («Jesús no sabe qué va a pasar, ni cómo se va a llamar el maldito gato que ha encontrado dentro de su buzón, yo sí que lo sé, porque yo soy el autor y soy la leche, en esta historia soy el gran camello, el que distribuye el destino a los personajes. El futuro es una droga que todo el mundo quiere meterse. Aquí mando yo, ellos creen que soy dios, sé qué les va a pasar a mis personajes, me veneran, conocer mi poder, me temen, saben que existo, rezan para que yo cambie el futuro a mejor, quieren que todo salga bien, que intervenga para hacerlo realidad, pero yo no puedo hacer nada por ellos»), con el añadido de la presencia consistente de una voz interior, de la conciencia de Jesús (el protagonista) que denominará “Cuatro”: «Una vocecita interior, que es él mismo con la voz de él mismo, y que se llama Cuatro, le dirá: «Jesús, eres menos gilipollas que todos ésos que tienes ahí delante. Seguro que en esta fiesta hay alguien con quien revolotear, venga, espabila chaval, vete a libar alguna florecilla». Pardo Vidal ha sabido utilizar variados recursos literarios que hacen de esta narración un monumento al buen hacer: humor, ironía, flashback, música, cine, pero por encima de todo nos muestra la vida misma en sus muchos aspectos: soledad, miedo, muerte, vulgaridad, sentimientos, emociones, silencios, todo bajo el prisma de la ficción más pura, de la imaginación en un vuelo imparable. 

Juan Pardo consigue alterarnos, perturbar nuestra acomodada vida, con hechos tan reales que trascienden la propia realidad para crear otra, confirmándonos así que nos encontramos ante un narrador maduro, que sólo se deja arrastrar por el ciclón de la palabra, la que construye historias, múltiples vidas. “La tumba del nadador” es una fiesta, ciertamente, una fiesta de la vida, pero también de la muerte, la que está ocurriendo al mismo tiempo que la del ático pero en un hospital cercano de la ciudad de Almería, la del final de una etapa y el nacimiento de otra, la que sucede en el acabamiento del cuerpo paterno: «La verdad es que la vida es rara. Por la mañana no será necesario que lo acompañe porque nadie se muere por la mañana, es la noche la que se los lleva, la noche viene a por los enfermos y ellos se fan con ella de la mano, la muerte no tiene la mano huesuda, la tiene tibia y confortable, los agarra con la fuerza exacta para que se sientan seguros, se enamoran de ella, por eso nadie regresa». Un libro, “La tumba del nadador” y una voz, la de Juan Pardo que nos devuelve la esperanza en la literatura, en la vida: «Algunas gotas de lluvia caerán cerca de los ojos mientras mira al horizonte desde aquel ático para recordarle que no está en la cima del mundo y que nunca llegará a estar tan alto como aquel día, subido a los hombros de su padre».

Título La tumba del nadador
Autor: Juan Pardo Vidal
Edita: Librería Metáfora (Roquetas de Mar, 2016)