LA VOZ AUSENTE. JOSÉ ANTONIO SANTANO

Si ayer la buena noticia era que mi libro "Madre Lluvia" quedaba finalista del IV Premio Internacional "Pilar Fernández Labrador", hoy llegó mi nuevo libro editado por Alhulia: "La voz ausente", con prólogo del poeta abulense José María Muñoz Quirós. Os tendré informados de su presentación. Ojalá siga la buena racha. Salud.

LA VOZ AUSENTE. JOSÉ ANTONIO SANTANO

Si ayer la buena noticia era que mi libro "Madre Lluvia" quedaba finalista del IV Premio Internacional "Pilar Fernández Labrador", hoy llegó mi nuevo libro editado por Alhulia: "La voz ausente", con prólogo del poeta abulense José María Muñoz Quirós. Os tendré informados de su presentación. Ojalá siga la buena racha. Salud.


IV PREMIO DE POESÍA PILAR FERNÁNDEZ LABRADOR

José Antonio Santano queda finalista del IV Premio de Poesía "Pilar Fernández Labrador"

  • El fallo de este certamen que tiene lugar en Salamanca será a finales del mes de marzo
El escritor afincado en Almería, José Antonio Santano ha quedado finalista del IV Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador, con su libro Madre Lluvia. El fallo final será en marzo. El premio está convocado por la Asociación Mujeres en Igualdad, con la colaboración de la Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca (Selih) y la Diputación de Salamanca.
Esta selección se hizo de los 520 participantes que presentaron sus libros inéditos, procedentes de todos los países iberoamericanos, además de Israel, Brasil, Estados Unidos, Francia, Austria. Suecia, Canadá, Italia, Alemania, Bulgaria y Australia. Los países con más participaciones fueron España, México, Colombia, Argentina, Perú y Chile. La III edición tuvo 465 libros optando el premio.
Nueves mujeres y once hombres integran la lista de finalistas del premio: Paura Rodríguez Leytón, (Bolivia), Luz Andrea Castillo, (Colombia); Ernesto Carrión, (Ecuador); Angélica Morales, (España); Ignacio Ruiz-Pérez, (México); José Antonio Santano, (Almería, España); Jonatán Reyes, (Puerto Rico); Javier Alvarado, (Panamá); Enrique Solinas, (Argentina); Elena Marqués, (España); Antonia Huerta Sánchez, (España); Lilliam Moro, (Cuba); Alfredo Herrera Flores, (Perú); Hugo Francisco Rivella, (Argentina); Gerardo Rodríguez, (México); Ivana Pedreros, (Chile); Hugo Milhanas Machado, (Portugal); Stefania Di Leo, (Italia) y Violeta Boncheva, (Bulgaria).

IV PREMIO DE POESÍA "PILAR FERNÁNDEZ LABRADOR"

José Antonio Santano queda finalista del IV Premio de Poesía "Pilar Fernández Labrador"

  • El fallo de este certamen que tiene lugar en Salamanca será a finales del mes de marzo

El escritor afincado en Almería, José Antonio Santano ha quedado finalista del IV Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador, con su libro Madre Lluvia. El fallo final será en marzo. El premio está convocado por la Asociación Mujeres en Igualdad, con la colaboración de la Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca (Selih) y la Diputación de Salamanca.
Esta selección se hizo de los 520 participantes que presentaron sus libros inéditos, procedentes de todos los países iberoamericanos, además de Israel, Brasil, Estados Unidos, Francia, Austria. Suecia, Canadá, Italia, Alemania, Bulgaria y Australia. Los países con más participaciones fueron España, México, Colombia, Argentina, Perú y Chile. La III edición tuvo 465 libros optando el premio.
Nueves mujeres y once hombres integran la lista de finalistas del premio: Paura Rodríguez Leytón, (Bolivia), Luz Andrea Castillo, (Colombia); Ernesto Carrión, (Ecuador); Angélica Morales, (España); Ignacio Ruiz-Pérez, (México); José Antonio Santano, (Almería, España); Jonatán Reyes, (Puerto Rico); Javier Alvarado, (Panamá); Enrique Solinas, (Argentina); Elena Marqués, (España); Antonia Huerta Sánchez, (España); Lilliam Moro, (Cuba); Alfredo Herrera Flores, (Perú); Hugo Francisco Rivella, (Argentina); Gerardo Rodríguez, (México); Ivana Pedreros, (Chile); Hugo Milhanas Machado, (Portugal); Stefania Di Leo, (Italia) y Violeta Boncheva, (Bulgaria).

ASEDIOS A LO INDECIBLE. SAN JUAN DE LA CRUZ CANTA AL ÉXTASIS TRANSFORMANTE

SALÓN DE LECTURA _José Antonio Santano
ASEDIOS A LO INDECIBLE
San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante
Vivimos un tiempo extraño, necesitado de luz y alma. Es tanta la mediocridad que nos rodea que cuando uno se encuentra o halla en el camino a personas de la talla de Luce López-Baralt (Puerto Rico, 1950) no se puede por menos que expresar eterno agradecimiento por el conjunto de su obra, de la que destacamos, entre otros, los siguientes libros: “San Juan de la Cruz y el Islam”, “Huellas del Islam en la literatura española. De Juan Ruiz a Juan Goytisolo”, “A zaga de tu huella”. La enseñanza de las lenguas semíticas en Salamanca en tiempos de san Juan de la Cruz, “Moradas de los corazones de Abu-l-Hasan al-Nuri de Bagdad” o “Poemas de la vía mística de Seyyed Hoseein Nasr”. Esa luz y alma de la que hablaba al principio nos la reportan los textos de la catedrática de Literatura española y comparada en la Universidad de Puerto Rico, Luce López-Baralt. Sus estudios sobre literatura mística son un referente en cualquier trabajo que se pretenda afrontar. Sus trabajos anteriores y este que traemos a nuestro particular “Salón de lectura” titulado “Asedios a lo indecible. San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante”, son de tal altura que uno se adentra en ellos seguro de descubrir un mundo tan desconocido como apasionante, donde el misterio se revela en la palabra como una deslumbradora luz, alma toda de una forma de entender la vida que nos traspasa y perturba, agotándonos en la esencialidad y pureza de ese sentir la espiritualidad que denominaremos mística. Precisamente esta dedicación a la investigación y estudio crítico de la literatura le ha valido reciente y muy merecidamente el Premio Internacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña 2016 que concede la Academia Mexicana de la Lengua y dirigido a escritores en castellano que hayan destacado en el género del ensayo, como también fue reconocida con el Premio Nacional de Investigación y Crítica de Puerto Rico por su libro “El cántico místico de Ernesto Cardenal, publicado por la editorial Trotta en el año 2012. En 2016 se llevaba a cabo la 2ª edición del libro que hoy comentamos: “Asedios a lo indecible”, un texto fundamental que analiza profundamente la poesía de san Juan de la Cruz, el más grande místico de la historia de la literatura. Análisis que López-Baralt concreta en tres partes esencialmente: la primera, “El «Cántico espiritual» del Simurg que descubre que era lo mismo que cantaba”, que abre con una clarificadora cita de Alfred Lord Tennyson: «La lección (de la experiencia mística) implica una seguridad esencial: el Reino está dentro de uno mismo». Para Luce «San Juan es, en efecto, un maestro del “des-decirse”: se trata de una de sus más eficaces técnicas literarias para abordar lo Innombrable». En “Cántico espiritual” hallamos la culminación de la poesía mística de San Juan de la Cruz, y así lo escribe la autora de este libro: «Una vez más, los versos, de una hondura abismal, nos entregarán secretos portentosos de la vivencia infinita de su autor, tan difícil de explicitar porque se encuentra completamente al margen de la lengua y de la razón humana. Para encaminarnos de alguna manera a la tesitura sobrenatural de esta experiencia, lo primero que hace el agudísimo poeta con este conjunto de liras desconcertantes es poner sordina a nuestras capacidades racionales». 
La segunda parte, “A oscuras y en celada: la fusión nocturna en el Amor Indecible, nos adentra otra de las obras fundamentales del carmelita Juan de la Cruz, “La noche oscura”. En el análisis de esta obra López-Baralt nos dice que «las coincidencias entre san Juan y los místicos de Oriente resultan muy estrechas […] Los sufíes del Irán elaboraron pormenorizadamente el símbolo de la noche oscura del alma a lo largo de la Edad Media, y lo hicieron tanto en lengua persa como en lengua árabe». Resumen el estudio de Luce López-Baralt estas palabras: «La alusión velada pero indiscutible que hace a su vez en la “Noche oscura” al eterno dilema del eros y el tánatos –vivir el amor es morir a uno mismo para vivir en el amado- hunde el poema en un mundo de significaciones mucho más complejas de las que tendría un simple poema de amor erótico que se limitase al estricto plano carnal», y añade, para concluir:«La “Noche oscura” constituye un verdadero prodigio literario». La tercera y última del estudio la titula “Ya por aquí no hay camino: la combustión transformante final de la “Llama de amor viva”. Escribe López-Baralt: «En el poema de la “Llama de amor viva”, en que celebra los límites de su unión transformante, el príncipe de los místicos españoles acude al antiguo símbolo de la llama abrasadora para explicitar de alguna manera estos grados últimos de su combustión espiritual». Concluyo, “Asedios a lo indecible” es un libro imprescindible para poetas e investigadores y su autora, Luce López-Baralt, garante y luz que alumbra la literatura mística de todos los tiempos.
Título: Asedios a la indecible. San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante
Autor: Luce López-Baralt
Edita: Trotta (2ª ed. Madrid, 2016)

AEDIOS A LA INDECIBLE. SAN JUAN DE LA CRUZ CANTA AL ÉXTASIS TRANSFORMABLE

SALÓN DE LECTURA _José Antonio Santano


ASEDIOS A LO INDECIBLE
San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante

Vivimos un tiempo extraño, necesitado de luz y alma. Es tanta la mediocridad que nos rodea que cuando uno se encuentra o halla en el camino a personas de la talla de Luce López-Baralt (Puerto Rico, 1950) no se puede por menos que expresar eterno agradecimiento por el conjunto de su obra, de la que destacamos, entre otros, los siguientes libros: “San Juan de la Cruz y el Islam”, “Huellas del Islam en la literatura española. De Juan Ruiz a Juan Goytisolo”, “A zaga de tu huella”. La enseñanza de las lenguas semíticas en Salamanca en tiempos de san Juan de la Cruz, “Moradas de los corazones de Abu-l-Hasan al-Nuri de Bagdad” o “Poemas de la vía mística de Seyyed Hoseein Nasr”. Esa luz y alma de la que hablaba al principio nos la reportan los textos de la catedrática de Literatura española y comparada en la Universidad de Puerto Rico, Luce López-Baralt. Sus estudios sobre literatura mística son un referente en cualquier trabajo que se pretenda afrontar. Sus trabajos anteriores y este que traemos a nuestro particular “Salón de lectura” titulado “Asedios a lo indecible. San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante”, son de tal altura que uno se adentra en ellos seguro de descubrir un mundo tan desconocido como apasionante, donde el misterio se revela en la palabra como una deslumbradora luz, alma toda de una forma de entender la vida que nos traspasa y perturba, agotándonos en la esencialidad y pureza de ese sentir la espiritualidad que denominaremos mística. Precisamente esta dedicación a la investigación y estudio crítico de la literatura le ha valido reciente y muy merecidamente el Premio Internacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña 2016 que concede la Academia Mexicana de la Lengua y dirigido a escritores en castellano que hayan destacado en el género del ensayo, como también fue reconocida con el Premio Nacional de Investigación y Crítica de Puerto Rico por su libro “El cántico místico de Ernesto Cardenal, publicado por la editorial Trotta en el año 2012. En 2016 se llevaba a cabo la 2ª edición del libro que hoy comentamos: “Asedios a lo indecible”, un texto fundamental que analiza profundamente la poesía de san Juan de la Cruz, el más grande místico de la historia de la literatura. Análisis que López-Baralt concreta en tres partes esencialmente: la primera, “El «Cántico espiritual» del Simurg que descubre que era lo mismo que cantaba”, que abre con una clarificadora cita de Alfred Lord Tennyson: «La lección (de la experiencia mística) implica una seguridad esencial: el Reino está dentro de uno mismo». Para Luce «San Juan es, en efecto, un maestro del “des-decirse”: se trata de una de sus más eficaces técnicas literarias para abordar lo Innombrable». En “Cántico espiritual” hallamos la culminación de la poesía mística de San Juan de la Cruz, y así lo escribe la autora de este libro: «Una vez más, los versos, de una hondura abismal, nos entregarán secretos portentosos de la vivencia infinita de su autor, tan difícil de explicitar porque se encuentra completamente al margen de la lengua y de la razón humana. Para encaminarnos de alguna manera a la tesitura sobrenatural de esta experiencia, lo primero que hace el agudísimo poeta con este conjunto de liras desconcertantes es poner sordina a nuestras capacidades racionales». 


La segunda parte, “A oscuras y en celada: la fusión nocturna en el Amor Indecible, nos adentra otra de las obras fundamentales del carmelita Juan de la Cruz, “La noche oscura”. En el análisis de esta obra López-Baralt nos dice que «las coincidencias entre san Juan y los místicos de Oriente resultan muy estrechas […] Los sufíes del Irán elaboraron pormenorizadamente el símbolo de la noche oscura del alma a lo largo de la Edad Media, y lo hicieron tanto en lengua persa como en lengua árabe». Resumen el estudio de Luce López-Baralt estas palabras: «La alusión velada pero indiscutible que hace a su vez en la “Noche oscura” al eterno dilema del eros y el tánatos –vivir el amor es morir a uno mismo para vivir en el amado- hunde el poema en un mundo de significaciones mucho más complejas de las que tendría un simple poema de amor erótico que se limitase al estricto plano carnal», y añade, para concluir:«La “Noche oscura” constituye un verdadero prodigio literario». La tercera y última del estudio la titula “Ya por aquí no hay camino: la combustión transformante final de la “Llama de amor viva”. Escribe López-Baralt: «En el poema de la “Llama de amor viva”, en que celebra los límites de su unión transformante, el príncipe de los místicos españoles acude al antiguo símbolo de la llama abrasadora para explicitar de alguna manera estos grados últimos de su combustión espiritual». Concluyo, “Asedios a lo indecible” es un libro imprescindible para poetas e investigadores y su autora, Luce López-Baralt, garante y luz que alumbra la literatura mística de todos los tiempos.

Título: Asedios a la indecible. San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante
Autor: Luce López-Baralt
Edita: Trotta (2ª ed. Madrid, 2016)


NO ERES NADIE HASTA QUE TE DISPARAN. RAFAEL SOLER


SALÓN DE LECTURA _________________________________ José Antonio Santano



NO ERES NADIE HASTA QUE TE DISPARAN

Hay libros que dejan una huella imborrable. Los hay conmovedores, entrañables, de una inmensa belleza, ingeniosos, extravagantes, sublimes, etc., etc. Creo no equivocarme si afirmo que confluyen en “Mortal y rosa”, de Francisco Umbral todos esos calificativos y más, tal vez, su mejor libro desde mi punto de vista. Umbral dejó escrito en ese libro: «Si no hay transparencia no hay escritura […] El escritor tiene que dejar pasar la luz del mundo sobre la cuartilla, el sol de la escritura. […] La prosa es prosa porque tiene sombra, la sombra del tío que está encima. Si no tiene sombras es poesía». Hoy, dicho libro me sirve de pórtico y modelo para hablar de otro bien distinto, sin sombras, y, consecuentemente, de poesía: “No eres nadie hasta que te disparan”, del poeta Rafael Soler (Valencia, 1947). Este es el cuarto que el sello editorial Vitruvio publica, anteriores fueron “Maneras de volver”, “Las cartas que debía” y “Ácido almíbar”, que ya tuve ocasión de comentar en este misma sección hace unos meses. Si en aquella ocasión escribía: «Soler interioriza todo lo que le rodea, ya sean objetos o pensamientos, de tal manera que una vez dentro nos revela lo hallado, es decir, lo trascendido. En esa interiorización de la verdad –su verdad- el poeta se abstrae hasta el límite, creando un universo propio donde la palabra se hace luz y vida» -transparencia-, ahora no puedo sino destacar su singularísima voz, tan distinta y distinguible a la vez, que nos envuelve hasta levitar en el espacio y sus silencios. La voz de un poeta que no se achica ante nada, para el cual el reto mismo de la vida produce en sus versos esa tensión necesaria para expresar, plenamente, la originalidad, los detalles, aunando narrativa y lírica, fondo y forma en un estilo único que hace de él uno de los poetas españoles más destacados. Rafael Soler nos conduce en esta obra a los “asombros”, en esa pretensión de abismarse en el misterio de las cosas, de su sencillez hasta trascenderla, para casi desaparecer, que vendrá a explicar en sí mismo el título de este arriesgado y original texto, “No eres nadie hasta que te disparan”, que estructurado en seis partes independientes u autóctonas (Cuaderno de Elvira, Cuadernos de Martín, Cuaderno de Abel, De cuanto pudo acontecer y no sucede, El cine, en el cine y Epílogo, y no), conforman un solo objeto poético, una voz armónica y luminosa, que no se deja influenciar por ninguna moda y que busca en la infinita soledad todos los silencios existentes, la vida misma. Esta es la razón de ser del poeta, la savia recogida durante este tiempo de madurez que lo agita hasta alcanzar la plenitud toda del lenguaje, de la palabra que vuela como un pájaro por los confines celestes de la poesía verdadera, esa que suena muy adentro de la nada para convertirse en alma luz de un tiempo tan extraño como deshumanizado. 

El poeta, harto de tanta mediocridad, y bastándose de la palabra no ha dudado un momento para crear un espacio y un tiempo nuevo, una forma distinta de temblor, de luz que alumbre el camino habitado por tan devastadoras sombras. Como ejemplo de lo dicho hasta ahora cabría seleccionar cualquier poema de los contenidos en “No eres nadie hasta que te disparan”, cualquiera, pero uno solo sería suficiente para ilustrarlo, porque verdaderamente Elvira, Martín y Abel, son personajes corrientes de un guión, de una acción, nombres escritos sobre el papel y un argumento sólido y suficiente; diría más, unos versos solo resumirían la verdad que persigue el poeta, que devuelve la poesía a su estado puro, a la raíz del ser, a la olvidada locura cervantina como única verdad capaz de transformar el mundo.
 Sabe Rafael Soler de ese empeño y así lo escribe en el poema 

“La falsa pulcritud de los escombros: 

«De espalda a la pared
 / los locos crónicos son de natural pacífico 
/ y muy conservadores […] //
 un loco crónico alza sus brazos para llamar al sol 
/ y aunque viva perseguido de invisibles amenazas /
 enquistado tenaz en su rutina /
 puede sorprenderte con un don inesperado / 
multiplicar digamos mil quinientos doce / 
por tu matrícula de coche / 
y salir indemne del empeño / 
aunque lleve en el bolsillo una pinza de colgar…».

 Una vez más la personalísima voz de Soler, esa forma tan suya de construir metáforas, los variados matices sintácticos y semánticos no hacen sino constatar la existencia de una poesía viva, capaz de alterarnos, por encontrar en ella una fuerza especial, una verdadera eclosión poética que no puede dejar pasar ningún lector que se precie. Sin duda alguna, “No eres nadie hasta que te disparan” sitúa a Soler en un lugar preeminente dentro del actual panorama poético español.

Título: No eres nadie hasta que te disparan
Autor: Rafael Soler
Edita: Vitruvio (Madrid, 2016)


Libros de poesía

  • “Pie de página” 2012 , nº 150 de Els Plecs del Magnânim, V-2080-2012
  • “La vida en un puño” 2012 Editorial Servilibro y la Asociación Pistilli Miranda (Asunción,Paraguay) Depósito nº 1328 / 98
  • “Los sitios interiores (sonata urgente”), 1980. Colección Adonais. Ed. Rialp ISBN: 84-321-2058-8

Libros de narrativa

POESÍAS COMPLETAS. VICENTE ALEIXANDRE





POESÍAS COMPLETAS

No pretenden estas líneas sino aproximarse a la ingente obra de un poeta mayor, del más grande poeta del pasado siglo XX, también e incomprensiblemente, del más injustamente olvidado por las generaciones posteriores. Muchos de los poetas que vivieron la luz de la palabra en su casa de la calle Velintonia, 3, las instituciones y los poetas más jóvenes siguen ignorando a quien por derecho propio conquistó la más alta cima de la poesía, de la literatura, al habérsele concedido el máximo galardón, cual es el Premio Nobel allá por el año 1977. El año entrante habrán transcurrido ya 40 años de tan grande honor para la literatura en lengua española y universal, que siempre estará unida, a pesar de los pesares, al nombre de Vicente Aleixandre, lo que nos recuerda aquellos versos suyos del libro “Poemas de la consumación” que nos alertan del injusto olvido al que hemos sometido al poeta: «Está y no estuvo, pero estuvo y calla. / El frío quema y en tus ojos nace / su memoria. Recordar es obsceno; / peor: es triste. Olvidar es morir». 



La casa donde vivió el poeta, la que cobijó a su generación “del 27” y a las venideras y ahora son poetas de reconocido prestigio han podido preservarla de la ruina más absoluta, en la que ahora reza en su fachada el cartel de “se vende” y que ninguna administración pública (Ministerio, Comunidad Autónoma o Ayuntamiento) ha aportado los recursos necesarios para su recuperación como patrimonio que lo es de todos los españoles, de la humanidad entera, como reconocimiento a una obra inconmensurable, tanto en su vertiente poética como humana. ¡Qué mejor regalo de Navidad para todos los amigos de nuestro Premio Nobel Vicente Aleixandre y de la Poesía, el anuncio de la adquisición de la casa del poeta como centro de estudios y espacio cultural internacional! Pero me temo que la desidia e ignorancia de los gobernantes y del olvido de los que tanto deben a Aleixandre no ayudará a que esta antigua reivindicación sea una realidad próxima. Al menos, eso sí, nos queda su obra inmensa, intachable, fresca, luminosa, insuperable, única, solidaria e indiscutiblemente humana en todas y cada una de sus creaciones poética: Ámbito, Pasión dela tierra, Espadas comolabios, La destrucción oel amor, Mundo asolas, Sombra del paraíso,Nacimiento último, Historiadel corazón, En unvasto dominio, Picasso,Retratos con nombre, Poemasde la consumación,Diálogos del conocimiento,En gran noche, PoemasVarios 1, Poemas Varios2, Primeros poemas delálbum de versos dejuventud, Un poemaatribuido, Primeras prosaspoéticas, Una traduccióny Poemas circunstanciales.¡Qué mejor regalo navideño que estas “Poesías completas”, que recibo de mi buen amigo y librero Isidoro Salvador, y que recomiendo encarecidamente a los lectores de este “Salón de lectura”!. En ellas encontramos las claves de una poética apegada a la Naturaleza, que bebe de la mejor tradición poética universal, alejada de las modas, coherente en pensamiento, honda y humanística, capaz de conmover y alterarnos los sentidos, de iluminarnos y hospedarse en el alma de cada lector que se acerque a ella. En Vicente Aleixandre hallamos respuesta a muchas de las cuestiones que preocupan al hombre en su relación con los elementos naturales, la soledad, el tiempo, la amistad, la muerte, la solidaridad, y, por encima de todo, el amor, la única verdad que asiste al poeta y al hombre siempre. Así su conocida sentencia: «El hombre es el poeta, y su imagen es el hombre». No hay duda alguna que en la Historia de la Literatura Universal, y en particular de la Literatura Española destacará siempre la inconfundible voz de Vicente Aleixandre, merecidísimo Premio Nobel de Literatura concedido en el año 1977. Nada se escapa a su mirada serena y profunda desde la quimérica Velintonia, refugio de amigos y poetas de toda condición y pensamiento, pero donde siempre, inolvidable, vive la ciudad y el mar de Málaga, la infancia más soñadora. Así se recogen estas palabras del poeta en los “Cuadernos de Velintonia”, de José Luis Cano al decir: “Velintonia va hacia el mar”, o “Velintonia está siempre en el mar”. Nunca Aleixandre dejó de pensar en su ciudad de la infancia, en su mar de Málaga, y con esa imagen vivió siempre hasta su muerte en Velintonia, a los 84 años edad. Después de su muerte solo el silencio y el olvido que duran ya, incomprensiblemente si tenemos en cuenta la magna obra de Aleixandre y su enorme generosidad con todos, demasiados años, demasiado dolor contenido. Hoy no puedo sino rebelarme contra quienes han callado y siguen callando su nombre, luz entre todos los nombres. Leer su obra “Poesías completas” es el mejor homenaje que podemos dedicarle, y el mío particular, estos versos de mi libro inédito aún “Luces de Velintonia”: «Duelen las cuencas de los ojos / las manos la luz del verso duele / duelen los recuerdos / las muertes duelen / eternas en las sienes, / duele este inmenso silencio / de tu muerte /y el olvido». “Poesías completas” más de 1500 páginas de pura poesía, la de nuestro andaluz universal y Premio Nobel de Literatura Vicente Aleixandre.






Título:Poesíascompletas
Autor:VicenteAleixandre
Edita:Visor(Madrid,2005)


POESÍAS COMPLETAS. VICENTE ALEIXANDRE

 
José Antonio Santano y la poesía de Vicente Aleixandre




POESÍAS COMPLETAS

No pretenden estas líneas sino aproximarse a la ingente obra de un poeta mayor, del más grande poeta del pasado siglo XX, también e incomprensiblemente, del más injustamente olvidado por las generaciones posteriores. Muchos de los poetas que vivieron la luz de la palabra en su casa de la calle Velintonia, 3, las instituciones y los poetas más jóvenes siguen ignorando a quien por derecho propio conquistó la más alta cima de la poesía, de la literatura, al habérsele concedido el máximo galardón, cual es el Premio Nobel allá por el año 1977.

VICENTE ALEIXANDRE

 El año entrante habrán transcurrido ya 40 años de tan grande honor para la literatura en lengua española y universal, que siempre estará unida, a pesar de los pesares, al nombre de Vicente Aleixandre, lo que nos recuerda aquellos versos suyos del libro “Poemas de la consumación” que nos alertan del injusto olvido al que hemos sometido al poeta: «Está y no estuvo, pero estuvo y calla. / El frío quema y en tus ojos nace / su memoria. Recordar es obsceno; / peor: es triste. Olvidar es morir». La casa donde vivió el poeta, la que cobijó a su generación “del 27” y a las venideras y ahora son poetas de reconocido prestigio han podido preservarla de la ruina más absoluta, en la que ahora reza en su fachada el cartel de “se vende” y que ninguna administración pública (Ministerio, Comunidad Autónoma o Ayuntamiento) ha aportado los recursos necesarios para su recuperación como patrimonio que lo es de todos los españoles, de la humanidad entera, como reconocimiento a una obra inconmensurable, tanto en su vertiente poética como humana. ¡Qué mejor regalo de Navidad para todos los amigos de nuestro Premio Nobel Vicente Aleixandre y de la Poesía, el anuncio de la adquisición de la casa del poeta como centro de estudios y espacio cultural internacional! Pero me temo que la desidia e ignorancia de los gobernantes y del olvido de los que tanto deben a Aleixandre no ayudará a que esta antigua reivindicación sea una realidad próxima. Al menos, eso sí, nos queda su obra inmensa, intachable, fresca, luminosa, insuperable, única, solidaria e indiscutiblemente humana en todas y cada una de sus creaciones poética: Ámbito, Pasión de la tierra, Espadas como labios, La destrucción o el amor, Mundo a solas, Sombra del paraíso, Nacimiento último, Historia del corazón, En un vasto dominio, Picasso, Retratos con nombre, Poemas de la consumación, Diálogos del conocimiento, En gran noche, Poemas Varios 1, Poemas Varios 2, Primeros poemas del álbum de versos de juventud, Un poema atribuido, Primeras prosas poéticas, Una traducción y Poemas circunstanciales. ¡Qué mejor regalo navideño que estas “Poesías completas”, que recibo de mi buen amigo y librero Isidoro Salvador, y que recomiendo encarecidamente a los lectores de este “Salón de lectura”!. En ellas encontramos las claves de una poética apegada a la Naturaleza, que bebe de la mejor tradición poética universal, alejada de las modas, coherente en pensamiento, honda y humanística, capaz de conmover y alterarnos los sentidos, de iluminarnos y hospedarse en el alma de cada lector que se acerque a ella. En Vicente Aleixandre hallamos respuesta a muchas de las cuestiones que preocupan al hombre en su relación con los elementos naturales, la soledad, el tiempo, la amistad, la muerte, la solidaridad, y, por encima de todo, el amor, la única verdad que asiste al poeta y al hombre siempre. Así su conocida sentencia: «El hombre es el poeta, y su imagen es el hombre». No hay duda alguna que en la Historia de la Literatura Universal, y en particular de la Literatura Española destacará siempre la inconfundible voz de Vicente Aleixandre, merecidísimo Premio Nobel de Literatura concedido en el año 1977. Nada se escapa a su mirada serena y profunda desde la quimérica Velintonia, refugio de amigos y poetas de toda condición y pensamiento, pero donde siempre, inolvidable, vive la ciudad y el mar de Málaga, la infancia más soñadora. Así se recogen estas palabras del poeta en los “Cuadernos de Velintonia”, de José Luis Cano al decir: “Velintonia va hacia el mar”, o “Velintonia está siempre en el mar”. Nunca Aleixandre dejó de pensar en su ciudad de la infancia, en su mar de Málaga, y con esa imagen vivió siempre hasta su muerte en Velintonia, a los 84 años edad. Después de su muerte solo el silencio y el olvido que duran ya, incomprensiblemente si tenemos en cuenta la magna obra de Aleixandre y su enorme generosidad con todos, demasiados años, demasiado dolor contenido. Hoy no puedo sino rebelarme contra quienes han callado y siguen callando su nombre, luz entre todos los nombres. Leer su obra “Poesías completas” es el mejor homenaje que podemos dedicarle, y el mío particular, estos versos de mi libro inédito aún “Luces de Velintonia”: «Duelen las cuencas de los ojos / las manos la luz del verso duele / duelen los recuerdos / las muertes duelen / eternas en las sienes, / duele este inmenso silencio / de tu muerte /y el olvido». “Poesías completas” más de 1500 páginas de pura poesía, la de nuestro andaluz universal y Premio Nobel de Literatura Vicente Aleixandre. 
 

 

Título: Poesías completas
Autor: Vicente Aleixandre
Edita: Visor (Madrid, 2005)


70 MENOS UNO. ANTOLOGÍA EMOCIONAL DE POETAS ANDALUCES




70 MENOS UNO

ANTOLOGÍA EMOCIONAL DE POETAS ANDALUCES



Es cierto que la poesía no goza del beneplácito mayoritario de los lectores, que prefieren la novela o el relato. Esa misma mayoría de lectores achaca su desinterés a la dificultad para comprender los textos poéticos, con el consiguiente esfuerzo caso de aproximarse a ella. Si tenemos en cuenta que en la sociedad actual el esfuerzo ha sido suprimido de la formación integral del individuo y sustituido por una constante servidumbre a lo frívolo y anodino. Sin embargo, y a pesar de todas estas circunstancias, la poesía está ahí, fervientemente viva, gracias a la resistencia impagable y la férrea voluntad de sus creadores, también de sus valedores, como en el caso que nos ocupa del antólogo, poeta, escritor y ensayista occitano Antonio Enrique que, junto a los poetas también Rafael Ballesteros y Juan Ceyles, han hecho posible la edición de este hermoso volumen, “70 menos uno. Antología emocional de poetas andaluces”, que viene a ocupar un lugar destacado en el conjunto de las antologías de poetas andaluces publicadas hasta la fecha. Y viene a ocupar ese lugar preferente porque se trata de un «original proyecto literario que tiene en cuenta un texto poético dentro de su contexto personal». Encomiable trabajo este que agrupa a 70 poetas (69 vivos y uno fallecido durante el tiempo de elaboración de esta antología: el poeta y profesor Rafael de Cózar). Esta es una antología de poesía emocional, en la que se dan cita las más variadas voces poéticas de Andalucía: cuatro nacidos en los años 20, diez en los 30, dieciséis en los 40, veinticinco en los 50, diez en los 60 y cinco en los 70. La respuesta de una buena parte de los poetas andaluces está contenida en este libro, cuya razón de ser es la “emoción” como particular reclamo, y así se entiende cuando se afirma: «la emoción transforma; es el motor de todo acceso placentero, de toda catarsis y plenitud sensorial». Conviene resaltar y así lo afirma el antólogo que: «Los poeta aquí encartados son de todos los caracteres y temperamentos, ideologías y corrientes estéticas…Diferencia y Experiencia ya no se enrocan en posiciones inamovibles, sino que se observa lo que ha de ser: el juego en el tablero, el intercambio de piezas, el trueque de posiciones; y es esto beneficioso para la salud de la literatura». 

Dada la imposibilidad técnica (falta de espacio) para reproducir todos los poemas contenidos en esta antología, transcribiremos sólo algunos fragmentos del mayor número de poetas participantes, a manera de muestra representativa. De los poetas nacidos en los años 20 reproducimos este del cordobés José de Miguel: El libro esculpe, fija, proclama y eterniza / la cálida palabra, / la fecunda palabra, / la creadora palabra, / la Palabra, / quizá el mayor presente / que a los hombres los dioses concedieron. / Al principio fue el verbo», o, este otro del poeta almeriense Julio Alfredo Egea: « No encontrarán los seres / camino de regreso, / ni ya nunca será posible el pájaro, / ni la mano desnuda sobre la mano herida, / ni agarrarse a una rama de paraíso / cuando el Ordenador tenga voz propia, / salga de la oficina y del laboratorio / a decretar la Muerte… / Y Dios… ¿se hará el distraído?; de los nacidos en los años 30 nos quedamos en este del poeta granadino Rafael Guillén: «He venido sin flores y sin luto. / He venido a fumarme este cigarro / delante de tu muerte; / solamente un cigarro, por aquello / que fue una gran borrasca de ternura»; pertenecientes a los años 40 señalamos al poeta gaditano Antonio Hernández: «He entendido por fin / que escribir es amar / sin amor que te bese. / Comprendo que la luz / solamente se enciende / cuando se va apagando»; para los años 50 la voz del poeta malagueño Francisco Ruiz Noguera: «Con tan breve equipaje / trabaja la memoria, / maestra en levantar / -a base de un desorden de retazos- / un retablo de humo / sobre el fondo de sombras / que dominan las piezas del olvido», o, este otro del poeta Rafael de Cózar (Tetuán 1951-2015): «Qué puedo decir de ti si ya no queda / ni un mínimo rescoldo en la penumbra / del fondo acristalado de mi copa…»; de los nacidos en los años 60 destacamos al poeta onubense Manuel Moya: «y saber que la vida, toda vida, cabe en esto, / en una mujer desnuda escribiendo un poema, / en unos dedos que nunca se cansan de ser dedos, / en la harina de estas letras torpes / manchadas de dedos y de vida», y, para cerrar esta muestra, perteneciente a los años 70, estos versos del poeta Vicente Luis Mora: «Arrójate al vacío, crea mundos, / convierte en ser la nada que te aguarda. / Así debiera ser la poesía, / así debiera ser / el último poema: / hacia delante, nada: todo en blanco». Una antología que nos permitirá conocer la poesía emocional de “70 menos uno” poetas andaluces de hoy. 
 

Título:70 menos uno
Antólogo: Antonio Enrique
Autor: VV.AA
Edita: El toro celeste y Fundación Unicaja (Málaga, 2016)

70 MENOS UNO. ANTOLOGÍA EMOCIONAL DE POETAS ANDALUCES




70 MENOS UNO

ANTOLOGÍA EMOCIONAL DE POETAS ANDALUCES



Es cierto que la poesía no goza del beneplácito mayoritario de los lectores, que prefieren la novela o el relato. Esa misma mayoría de lectores achaca su desinterés a la dificultad para comprender los textos poéticos, con el consiguiente esfuerzo caso de aproximarse a ella. Si tenemos en cuenta que en la sociedad actual el esfuerzo ha sido suprimido de la formación integral del individuo y sustituido por una constante servidumbre a lo frívolo y anodino. Sin embargo, y a pesar de todas estas circunstancias, la poesía está ahí, fervientemente viva, gracias a la resistencia impagable y la férrea voluntad de sus creadores, también de sus valedores, como en el caso que nos ocupa del antólogo, poeta, escritor y ensayista occitano Antonio Enrique que, junto a los poetas también Rafael Ballesteros y Juan Ceyles, han hecho posible la edición de este hermoso volumen, “70 menos uno. Antología emocional de poetas andaluces”, que viene a ocupar un lugar destacado en el conjunto de las antologías de poetas andaluces publicadas hasta la fecha. Y viene a ocupar ese lugar preferente porque se trata de un «original proyecto literario que tiene en cuenta un texto poético dentro de su contexto personal». Encomiable trabajo este que agrupa a 70 poetas (69 vivos y uno fallecido durante el tiempo de elaboración de esta antología: el poeta y profesor Rafael de Cózar). Esta es una antología de poesía emocional, en la que se dan cita las más variadas voces poéticas de Andalucía: cuatro nacidos en los años 20, diez en los 30, dieciséis en los 40, veinticinco en los 50, diez en los 60 y cinco en los 70. La respuesta de una buena parte de los poetas andaluces está contenida en este libro, cuya razón de ser es la “emoción” como particular reclamo, y así se entiende cuando se afirma: «la emoción transforma; es el motor de todo acceso placentero, de toda catarsis y plenitud sensorial». Conviene resaltar y así lo afirma el antólogo que: «Los poeta aquí encartados son de todos los caracteres y temperamentos, ideologías y corrientes estéticas…Diferencia y Experiencia ya no se enrocan en posiciones inamovibles, sino que se observa lo que ha de ser: el juego en el tablero, el intercambio de piezas, el trueque de posiciones; y es esto beneficioso para la salud de la literatura». 

Dada la imposibilidad técnica (falta de espacio) para reproducir todos los poemas contenidos en esta antología, transcribiremos sólo algunos fragmentos del mayor número de poetas participantes, a manera de muestra representativa. De los poetas nacidos en los años 20 reproducimos este del cordobés José de Miguel: El libro esculpe, fija, proclama y eterniza / la cálida palabra, / la fecunda palabra, / la creadora palabra, / la Palabra, / quizá el mayor presente / que a los hombres los dioses concedieron. / Al principio fue el verbo», o, este otro del poeta almeriense Julio Alfredo Egea: « No encontrarán los seres / camino de regreso, / ni ya nunca será posible el pájaro, / ni la mano desnuda sobre la mano herida, / ni agarrarse a una rama de paraíso / cuando el Ordenador tenga voz propia, / salga de la oficina y del laboratorio / a decretar la Muerte… / Y Dios… ¿se hará el distraído?; de los nacidos en los años 30 nos quedamos en este del poeta granadino Rafael Guillén: «He venido sin flores y sin luto. / He venido a fumarme este cigarro / delante de tu muerte; / solamente un cigarro, por aquello / que fue una gran borrasca de ternura»; pertenecientes a los años 40 señalamos al poeta gaditano Antonio Hernández: «He entendido por fin / que escribir es amar / sin amor que te bese. / Comprendo que la luz / solamente se enciende / cuando se va apagando»; para los años 50 la voz del poeta malagueño Francisco Ruiz Noguera: «Con tan breve equipaje / trabaja la memoria, / maestra en levantar / -a base de un desorden de retazos- / un retablo de humo / sobre el fondo de sombras / que dominan las piezas del olvido», o, este otro del poeta Rafael de Cózar (Tetuán 1951-2015): «Qué puedo decir de ti si ya no queda / ni un mínimo rescoldo en la penumbra / del fondo acristalado de mi copa…»; de los nacidos en los años 60 destacamos al poeta onubense Manuel Moya: «y saber que la vida, toda vida, cabe en esto, / en una mujer desnuda escribiendo un poema, / en unos dedos que nunca se cansan de ser dedos, / en la harina de estas letras torpes / manchadas de dedos y de vida», y, para cerrar esta muestra, perteneciente a los años 70, estos versos del poeta Vicente Luis Mora: «Arrójate al vacío, crea mundos, / convierte en ser la nada que te aguarda. / Así debiera ser la poesía, / así debiera ser / el último poema: / hacia delante, nada: todo en blanco». Una antología que nos permitirá conocer la poesía emocional de “70 menos uno” poetas andaluces de hoy. 
 

Título:70 menos uno
Antólogo: Antonio Enrique
Autor: VV.AA
Edita: El toro celeste y Fundación Unicaja (Málaga, 2016)

70 MENOS UNO. ANTOLOGÍA EMOCIONAL DE POETAS ANDALUCES




70 MENOS UNO

ANTOLOGÍA EMOCIONAL DE POETAS ANDALUCES



Es cierto que la poesía no goza del beneplácito mayoritario de los lectores, que prefieren la novela o el relato. Esa misma mayoría de lectores achaca su desinterés a la dificultad para comprender los textos poéticos, con el consiguiente esfuerzo caso de aproximarse a ella. Si tenemos en cuenta que en la sociedad actual el esfuerzo ha sido suprimido de la formación integral del individuo y sustituido por una constante servidumbre a lo frívolo y anodino. Sin embargo, y a pesar de todas estas circunstancias, la poesía está ahí, fervientemente viva, gracias a la resistencia impagable y la férrea voluntad de sus creadores, también de sus valedores, como en el caso que nos ocupa del antólogo, poeta, escritor y ensayista occitano Antonio Enrique que, junto a los poetas también Rafael Ballesteros y Juan Ceyles, han hecho posible la edición de este hermoso volumen, “70 menos uno. Antología emocional de poetas andaluces”, que viene a ocupar un lugar destacado en el conjunto de las antologías de poetas andaluces publicadas hasta la fecha. Y viene a ocupar ese lugar preferente porque se trata de un «original proyecto literario que tiene en cuenta un texto poético dentro de su contexto personal». Encomiable trabajo este que agrupa a 70 poetas (69 vivos y uno fallecido durante el tiempo de elaboración de esta antología: el poeta y profesor Rafael de Cózar). Esta es una antología de poesía emocional, en la que se dan cita las más variadas voces poéticas de Andalucía: cuatro nacidos en los años 20, diez en los 30, dieciséis en los 40, veinticinco en los 50, diez en los 60 y cinco en los 70. La respuesta de una buena parte de los poetas andaluces está contenida en este libro, cuya razón de ser es la “emoción” como particular reclamo, y así se entiende cuando se afirma: «la emoción transforma; es el motor de todo acceso placentero, de toda catarsis y plenitud sensorial». Conviene resaltar y así lo afirma el antólogo que: «Los poeta aquí encartados son de todos los caracteres y temperamentos, ideologías y corrientes estéticas…Diferencia y Experiencia ya no se enrocan en posiciones inamovibles, sino que se observa lo que ha de ser: el juego en el tablero, el intercambio de piezas, el trueque de posiciones; y es esto beneficioso para la salud de la literatura». 

Dada la imposibilidad técnica (falta de espacio) para reproducir todos los poemas contenidos en esta antología, transcribiremos sólo algunos fragmentos del mayor número de poetas participantes, a manera de muestra representativa. De los poetas nacidos en los años 20 reproducimos este del cordobés José de Miguel: El libro esculpe, fija, proclama y eterniza / la cálida palabra, / la fecunda palabra, / la creadora palabra, / la Palabra, / quizá el mayor presente / que a los hombres los dioses concedieron. / Al principio fue el verbo», o, este otro del poeta almeriense Julio Alfredo Egea: « No encontrarán los seres / camino de regreso, / ni ya nunca será posible el pájaro, / ni la mano desnuda sobre la mano herida, / ni agarrarse a una rama de paraíso / cuando el Ordenador tenga voz propia, / salga de la oficina y del laboratorio / a decretar la Muerte… / Y Dios… ¿se hará el distraído?; de los nacidos en los años 30 nos quedamos en este del poeta granadino Rafael Guillén: «He venido sin flores y sin luto. / He venido a fumarme este cigarro / delante de tu muerte; / solamente un cigarro, por aquello / que fue una gran borrasca de ternura»; pertenecientes a los años 40 señalamos al poeta gaditano Antonio Hernández: «He entendido por fin / que escribir es amar / sin amor que te bese. / Comprendo que la luz / solamente se enciende / cuando se va apagando»; para los años 50 la voz del poeta malagueño Francisco Ruiz Noguera: «Con tan breve equipaje / trabaja la memoria, / maestra en levantar / -a base de un desorden de retazos- / un retablo de humo / sobre el fondo de sombras / que dominan las piezas del olvido», o, este otro del poeta Rafael de Cózar (Tetuán 1951-2015): «Qué puedo decir de ti si ya no queda / ni un mínimo rescoldo en la penumbra / del fondo acristalado de mi copa…»; de los nacidos en los años 60 destacamos al poeta onubense Manuel Moya: «y saber que la vida, toda vida, cabe en esto, / en una mujer desnuda escribiendo un poema, / en unos dedos que nunca se cansan de ser dedos, / en la harina de estas letras torpes / manchadas de dedos y de vida», y, para cerrar esta muestra, perteneciente a los años 70, estos versos del poeta Vicente Luis Mora: «Arrójate al vacío, crea mundos, / convierte en ser la nada que te aguarda. / Así debiera ser la poesía, / así debiera ser / el último poema: / hacia delante, nada: todo en blanco». Una antología que nos permitirá conocer la poesía emocional de “70 menos uno” poetas andaluces de hoy. 
 

Título: 70 menos uno
Antólogo: Antonio Enrique
Autor: VV.AA
Edita: El toro celeste y Fundación Unicaja (Málaga, 2016)