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LAS SIETE VIDAS DEL GATO. FAUSTINO LOBATO DELGADO. Por MARÍA ÁNGELES LONARDI


Comentario del libro: 

“Las siete vidas del gato” de Faustino Lobato Delgado
De  La Editorial.es Edición E-book.


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Hace unos días, Faustino me regaló su libro versión digital y me propuso que le hiciera una reseña o comentario, a lo que accedí encantada, porque considero que es un detalle de su parte y es un libro que merece la pena. A pesar de que, de primeras parece una historia personal, intimista y hermética, este libro es un canto a la vida, pensado para todos los hombres de buena voluntad, porque todos somos iguales a los ojos del Creador y todos tendremos que enfrentarnos algún día, de una u otra manera , al mismo desenlace.


Sé, por referencias del autor, que este libro lo escribió en un momento muy duro y muy difícil en la vida. Precisamente en esos momentos, es cuando nos planteamos sobre nuestra existencia. Es tan corta la vida, es tan poco el tiempo que tenemos y creo que, más nos afecta la incertidumbre de no saber hasta cuándo.
Faustino intenta darle a su padre siete vidas pero también dárnoslas a nosotros, para poder sobrevivir a todas las pruebas y seguir aquí, dándolo todo, insistiendo, con más ganas de vivir. Porque parece que él quiere que nos quedemos aquí.
Un gran temor a la pérdida se trasluce en el fondo de este grito desesperado por sobrevivir, cueste lo que cueste.
También me parece que, conocer de cuestiones de Fe y por su cercanía a Dios, hacen que el autor deje una puerta entreabierta a todos los interrogantes. Sabedor de nuestras limitaciones, da una prueba más de que los hombres no tenemos las respuestas.
Y me viene  a la memoria una frase del genial Ricardo Piglia, que me parece muy interesante destacar en este punto.

Hay que vivir en tercera persona (Ricardo  Piglia)
No siempre puede uno saber a qué ha dedicado una mujer o un hombre los últimos años, meses o días de su existencia. La vida se parece entonces a uno de esos filtros degradados en los que apenas se perciben los límites del final. Uno solo sabe que se acaba. Fin.
Y ante la inevitable partida, la fragilidad y lo vulnerable de nuestra condición humana, toman protagonismo. “Las siete vidas del gato” está dedicado a su padre, de quien aprendió a mirar la vida, dice el autor. Y a modo de un intento por organizar las piezas del puzle, divide el libro en  cuatro grandes capítulos y unas Reflexiones finales, como un epilogo, muy recomendables para ampliar la visión y la perspectiva que pretende  darle el autor.

PARTES DEL LIBRO

I Enfrentar latidos
II Las siete vidas del gato
III En la frontera de los pasos
IV Hay tanto viento.

Reflexiones finales.

No voy a hacer una crítica literaria, ni a ahondar en recursos y tecnicismos académicos, pero sí diré que este libro, lo que necesita es ser leído, y con detenimiento, puesto que tiene mucho que aportarnos.
El autor conoce las metáforas y recurre a ellas para expresar desde  la hondura del sentimiento, lo que a veces, resulta indescriptible. Acepta lo que está viviendo pero, también sabe de la crudeza del dolor y de lo contrariados de sus sentimientos y de lo que está experimentando en este duro trance. Y con una habilidad exquisita, recurre a la simbología también. Pretende decir, pero no herir susceptibilidades. Utiliza imágenes sensoriales que, nos hacen descubrir el excelente dominio del lenguaje figurado. Por ejemplo, hablará del viento en lugar de la mirada o se referirá a lo efímero de la existencia con la expresión “carne”.
A lo largo de los poemas la tensión aumenta, la trama y la urdimbre tejen la expectación. Una lucha interna por mantenerse integro junto al padre que se va y por soportar, como corresponde, lo que no estamos preparados para aceptar ni soportar, a ojos de una sociedad costumbrista, que hasta te dice cómo tienes que hacer el duelo.
Cuando la partida es inevitable aparecen los interrogantes, las incógnitas, las dudas y los planteamientos y nos replanteamos prácticamente todo y nos detenemos ante la falta de respuestas, ante el silencio y Faustino, lo describe magistralmente en estos versos finales:
“Tu memoria se quema a la sombra
del silencio, arde en el fuego original
de tu sonrisa. Cuanto aprendí
en ese no decir nada y en tus gestos
diciéndolo todo, cuánto.”
¿Hasta qué punto estamos dispuestos a mantenernos firmes hasta el último aliento? ¿Hasta qué punto somos capaces de escuchar y de entender los silencios que, aunque parezca una frase hecha, dicen más que mil palabras?.
¿Hasta dónde somos capaces de llegar? Quemamos los cartuchos, esperanzados en obtener otra vida para seguir y seguir, porque sería un alivio saber que tenemos disponibles varias vidas, antes de la partida definitiva  ¿verdad? 
Estas son algunas de las reflexiones que suscita el libro a la vez que te va estremeciendo. Se nota la madurez del autor, el saber estar ante las circunstancias y una aquilatada estabilidad emocional envidiable. Una capacidad que le permite enfrentar con entereza, a pesar de las debilidades de la carne,  ciertas tempestades de la vida. Va buscando la luz para, aferrado a ella, soportar con mayor fortaleza los embates del camino.
Ojalá aprendamos a ver con los ojos de Faustino, que le dio valor al momento y se mantuvo firme, integro, para seguir aprendiendo de su padre, de quien aprendió a mirar la vida -como dice -. Sería una buena prueba de que este libro tiene mucho que aportarnos, para que no sea solamente “un tránsito animal”.
Solo hay que saber leer estos versos que están escritos con el corazón y que son la carne del poema. Una intencionalidad que nos lleva a un marco contemplativo para enseñarnos a ver de manera más sensible, el otro lado de lo inevitable.
María Ángeles Lonardi
Almería, 30 de diciembre 2017 

ACERCANDO ORILLAS. ANTONIO DUQUE LARA

ACERCANDO ORILLAS Antonio Duque Lara



La antología “Más allá del sur” es una gran antología poética, en la que cada poeta ha aportado lo mejor o por lo menos lo que creía oportuno en el momento actual.
Todos los poemas son grandes, pero inevitablemente, unos llegan al alma más que otros. Llegan al alma o te la despiertan, por lo que dicen; no son palabras del poeta, sino sangre de tu sangre, dormida durante tiempo hasta que ha venido el poema a burbujear de nuevo en su esencia.
“La otra orilla”, página 132. Poema de María Ángeles Lonardi. Un poema dedicado a la emigración. María Ángeles es argentina y lleva ya tiempo en España, en Almería.
No voy a preguntar por qué la autora emigró. En última instancia, intentaré deducirlo del propio poema y especialmente me lo aplicaré a mi mismo, porque al fin y a la postre, yo también soy emigrante.
En una entrevista que me realizó Fernando Hiriart Tirone, escritor y periodista argentino asentado en Japón, para una televisión que transmite por internet, yo le decía que si se identificaba al emigrante con la persona que trabaja en la fábrica, de origen iberoamericano, nunca me ha gustado la palabra latino.
Nunca me había considerado emigrante. Eran miles y miles los que había en los años 1980-90 en Japón. Pero, bien pensado, yo también soy un emigrante.
Se es emigrante por muchas razones. Una de ellas, quizás la más dramática, es la que está ocurriendo en oriente medio, desde Siria hacia Europa, o desde África hacia Europa.
Huir de la guerra, de una muerte segura buscando un poco de tranquilidad, una nueva vida!
Otra puede ser esa expulsión que hace ese ente abstracto llamado Patria que, como dice Luis Cernuda: “Te chupa el sudor, la sangre, el semen, para condenarte al destierro y al olvido”. Salir a buscar mejores horizontes porque tu patria no te da de comer. Ese fue mi caso. “Jóvenes de los 2000, ustedes no son los únicos”.
Afortunadamente, nunca he creído en Jauja, ni que en ningún lugar aten los perros con longaniza.
Desde el principio me acogieron en una escuela para dar clases de español y cultura. Pero hubo que responder. A partir de ahí unos y otros debieron ver que lo hacía bien y me fueron llamando para dar clases en universidades.
Hubo que luchar a brazo partido y demostrar la valía. En Japón las universidades contratan al profesor japonés para enseñar gramática, al profesor nativo para la conversación. Siempre he sido un comodín. Puedo hacer ambos trabajos. Y tiene tela marinera explicar gramática española en japonés.
Así, como el que no quiere la cosa han pasado 35 años. La mayoría de los alumnos no habían nacido aún cuando empecé.
Curiosidad, a veces los más jóvenes me consultan si alguna frase en japonés es correcta o no.
¿Por qué salí de España? Arriba hablaba de la cuestión de la emigración económica. Siendo cierto descubrí que en lo más profundo del alma había algo más: La misión de divulgar una cultura que merece la pena. Gracias a los cientos y cientos de hispano hablantes en este país, en todo este tiempo, ha cambiado mucho la imagen negativa que había sobre el mundo hispano. No es tan vago como muchas veces pensaban los nipones, ni los japoneses son tan trabajadores y serios como se pintan. Ha habido que luchar con prejuicios, a veces algo más duro que las horas de trabajo o de desplazamiento.



Como dice Mariángeles en su poema:
Más allá de la otra orilla me he dejado mis mejores sueños”. En última instancia yo diría que me traje mis sueños y esta tierra me ha permitido realizar algunos.
Más allá del horizonte, donde se desvanecen las fronteras, me he dejado la nostalgia, también la melancolía”.
En Japón, el japonés habla siempre de “natsukashi”, de algo que se fue, que recuerda tiempos mejores y, sin querer tal vez, han querido insuflar en mi la nostalgia, la melancolía. Afortunadamente casi nunca lo he sentido. La nostalgia y la melancolía son enfermedades del alma que conectan con el suicidio. Tal vez por eso en Japón se llevan más de 20 años seguidos con más de 30 mil suicidios anuales. En última instancia el vino simbólico, el vino, la vida, su raiz, ha venido clavada en el alma y ha echado raices aquí. Todo lo bueno o menos bueno se lleva dentro del alma. Lo material, ahora, a pesar de las distancias, es más fácil obtenerlo. No tener deseos especiales es una ventaja.
... y he venido a dejarme la piel, a luchar contigo en cada intento...”
Dejarse la piel, en algunos momentos casi literal. Hoy, en las circunstancias actuales, los martes salgo de casa a las 7 de la mañana y vuelvo a las 11de la noche. Hay que ir al quinto pino a trabajar. Las distancias roban más tiempo y fuerzas que el propio trabajo.
.... a luchar contigo en cada intento....” ¿Qué significa luchar contigo? ¿Luchar junto a tí? ¿Entonces la protagonista del poema habla de un amor junto al que se lucha por la vida? Al principio, para mí ni eso. Lo que hizo que la lucha interior fuera aún más difícil. Incomunicación por incomprensión del idioma, por la lucha contra los tópicos. Los primeros poemas de mi estancia aquí revelan soledad y dolor.
Porque me han golpeado a ambos lados del destino y sin tiempo para caer de rodillas y llorar lo perdido usando muy bien lo que he aprendido ayer estoy construyendo despacio, a este lado del mundo, como el hornero, mi nuevo nido”
Sin rebajar el valor de la opinión de los que nunca han emigrado, tal vez estos versos sólo los migrantes puedan entenderlos, desde la raíz del tiempo y de la sangre.
Aunque se sea bien recibido, adaptar una planta a una tierra diferente no es nada fácil. Hay que saber mantenerse frente a si mismo y frente al mundo, que la savia de la nueva tierra te invada pero que no elimine la savia esencial. Si se consigue la persona logra ser doblemente sabia, más grande en los límites del cuerpo.
Yo no me puse límite de tiempo, pero siempre he tenido claro que las circunstancias sociales pueden cambiar y lo que hoy es blanco, mañana puede ser negro y estar de patitas en la calle. Hoy en día puedo decir que tengo dos troncos afirmados en las dos orillas, el emigrante siempre habla de las dos orillas. Mi primer libro de poemas se titulaba 44 poemas desde la otra orilla, como subtítulo en japonés Poemas sin fronteras, pero en ambas orillas soy ajeno, así que, la afirmación definitiva no es la tierra, ni el lugar de nacimiento, la patria es el yo esencial.
Si ese yo es de casta dará buenos resultados, si no, acabará derrumbándose como un castillo de arena.
Gracias Mª Ángeles por recordarme tan hermosamente lo que ha sido más de media vida. Somos de la raza que supera las fronteras para integrarnos en la corriente del universo. Somos de la raza que proclamaba Juan Ramón Jiménez: Andaluces-Hispanos de tres mundos, todo rematado en ese hermoso final del Himno de Andalucía:

Por Andalucía libre, España y la Humanidad.

Antonio Duque Lara,
Primavera de 2017.
Kokubunji,
Tokyo, Japón




PERFIL: ANTONIO DUQUE LARA
Lugar de nacimiento: Córdoba, España. (25 septiembre 1956)
Estudios:
Junio 1976: Graduado en Filosofía y Letras, Universidad de Córdoba.
Junio 1979: Licenciado en Filosofía y Letras, Sección Lingüística Románica
por la Universidad de Granada.
EN JAPÓN:
Enero 1982, llegada a Japón.
Febrero 1982-1984 estudios de japonés en Sendagaya Japanese Institute.
Febrero 1982 : Profesor de español y francés en Tozai Bunka Centre, hasta el
día de hoy.
Abril 1986-2010 Profesor de español en Universidad Municipal de Yokohama.
Abril 1987-2005 Profesor de español en Universidad Nacional de Fukushima.
Abril 1998---- Profesor de español en U. Economía de Tokyo. TKU.
Abril 2000---- Profesor de español en Escuela Idiomas de Keiogijuku.
Abril 2006--- Profesor de español en Keiogijuku Universidad.
Publicaciones: Ediciones privadas de libros de poemas: 44 poemas desde la otra orilla,
Palabritas de Amor, Poemillas y variantes, Serie: Fotopoemas.
Publicaciones variadas en revistas, periodicos, revistas universidad, internet .
Traducciones publicadas: Satoru Oshima.- Cristóbal, déjame que te cuente, serie Cartas de España y otros.
Traducciones no publicadas: Miyazawa Kenji:- Tren Nocturno de la Vía Láctea.

Tanizaki Junichiro: Elogio de la sombra etc.

POEMAS PARA LEER A DESHORAS. MARIA ÁNGELES LONARDI


Texto de la Presentación del libro “Poemas para leer a deshoras” leído por la autora, María Dolores García de Madariaga el 7 de junio de 2017 en la Biblioteca Francisco Villaespesa de Almería en el acto organizado por el Centro Andaluz de las Letras, con la presencia en la mesa de Don Alfredo Valdivia, Delegado de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía.

Buenas tardes y bienvenidos a la presentación del poemario de Mª Ángeles Lonardi, titulado: “Poemas para leer a deshoras”.

Quiero darle las gracias a la autora por invitarme a presentar su libro. Muy gustosa acepté su invitación y he de decir que he disfrutado mucho leyendo estos bellos y sentidos poemas que a continuación voy a comentar.

Presentar un libro es entrar a formar parte de un trabajo poético de un poeta y ahondar en sus meandros para hacerlo propio, hasta encontrar la luz, dándole la interpretación y el calado que propone la temática para luego darlo a conocer y hacer que los futuros lectores se entusiasmen y se animen a leerlo y se interesen por él.

El poemario consta de las siguientes partes: Una Introducción firmada por el poeta, narrador y editor español, académico con la Letra Z de la Academia de Buenas Letras de Granada Don Pedro Enríquez, denominada “Palabras”. El conjunto de poemas que constituyen la obra y que se divide en siete partes denominadas: 1.-Variaciones sobre lo cotidiano. 2.-Cosas vistas desde otra perspectiva. 3.-De aquí, de allá,…4.-Cotidianeidades. 5.-De mujeres de este siglo. 6.-De hoy en día y 7.-De filosofía y de la vida., y por último finaliza el poemario con un epílogo de la poeta, escritora y crítica literaria Doña Pilar Quirosa-Cheyrouze denominado “Fugacidad del tiempo”.


Además, en la contraportada, podemos leer unas palabras finales que, con gran maestría, ha logrado concentrar la temática y el mensaje del libro, el Profesor de Lengua y Literatura en activo Francisco Vargas Fernández.

Pero vamos a entrar en el libro. Cada una de las partes están constituidas por diferente número de poemas, siguiendo el libre albedrío. La primera consta de siete, la segunda de doce, la tercera de nueve, sin embargo, la cuarta consta de veinte más una parte de reflexiones. Suman un total de 88 poemas y esto hace referencia a las 88 teclas del piano, al número 8 por decisión de la autora y al símbolo de infinito.

Algunos poemas van precedidos de una cita de escritores de reconocido prestigio que, casi con seguridad, ha sido el motivo de inspiración para crear el poema. Quizás un homenaje de la autora a quienes representan sus referentes en las letras.

Así el poema “Secuencia” que pertenece a la cuarta parte, va precedido de la siguiente cita:

La casa en la mañana con la verdad revuelta de sábanas, el origen del día.” (Pablo Neruda, Cien sonetos de amor).

El poema “Plantas que hablan”, también de la cuarta parte, lo precede la siguiente cita de Charles Baudelaire:

¡Feliz quien vuela sobre el mundo y sin esfuerzo comprende el lenguaje de las flores y la mudez de las cosas! (de la obra Elevación).

Así sucede con otros muchos poemas, aunque no todos aparecen con citas.

Las claves de la obra poética de Mª Ángeles son dos: en primer lugar, sus experiencias de vida, sus vivencias personales, recuerdos de su infancia y adolescencia, traspasados por su amor a la naturaleza. Es una poesía auténtica, sincera, que como decía Pedro Salinas “la autenticidad es una cualidad fundamental de la poesía junto con la belleza”, y como decíamos, su amor por la naturaleza está muy presente en toda su obra, proveniente quizás de la Pachamama, que nombra en uno de sus poemas, esa deidad andina que fertiliza la tierra y da fecundidad. Es una deidad protectora que no se encuentra en un lugar concreto, pero que está presente en toda la naturaleza, fundamentalmente en los ríos, en las vertientes y que constantemente se dialoga con ella, tal y como lo hace la autora en sus poemas, así dialoga con el sol, con la lluvia, con la luz, con las flores etc. Ella misma me confirmó, en una conversación informal, esta influencia de la Pachamama, de la Madre Tierra, tal vez porque vivió en Argentina hasta los 32 años.

En segundo lugar, la relación y significado de los objetos que a lo largo de su vida han convivido con ella, son parte de su vida y también dialoga con ellos, así en los poemas “La casa”, “La máquina de coser”, “Escaleras”, etc. Los objetos nos determinan como personas, nos definen como tal, nos dice la autora.

Existen abundantes símbolos como la escalera, que según nuestro parecer significa la vida, así dice la autora: “Subo y bajo, bajo y subo”, “peldaño/pie-pie/peldaño”, es decir vivo.

La ventana simboliza la apertura, la libertad. La puerta obtiene doble significado, si está abierta es apertura, libertad y si se cierra se concluye un ciclo donde ya no hay posibilidad de continuar.

La temática es diversa, nos encontramos desde el tema de la niñez, los momentos vividos, la nostalgia, pasando por un presente momentáneo lleno de cotidianeidad, tal como enfrentarse a los problemas de cada día, a veces la falta de dinero para terminar el mes, la preocupación por los hijos, el amor, el cual unas veces es correspondido y otras no, y no podía faltar, como tema actual, el maltrato a las mujeres, la soledad o los recortes.

Temática variada, como la misma vida, cantada a través de unos versos sentidos y llenos de musicalidad, conseguida ésta por la utilización de diferentes recursos estilísticos como: la anáfora, el paralelismo, la enumeración, la comparación, el encabalgamiento y la metáfora, fundamentalmente; más adelante ejemplificaremos estos recursos.

Según la autora, su poesía tiende al conceptismo y así lo observamos, pero también es cierto que, aún sin querer, utiliza recursos estilísticos para embellecerla. Sabe darle a cada poema la carga necesaria de lirismo.

Desde la lectura del primer poema nos llama la atención su tema y su lenguaje. Se titula “De todos los días”. El lenguaje es sencillo, claro, directo, destacaremos tres fragmentos de dicho poema: el inicio, el intermedio y el final.

A nuestro parecer se trata de una definición de sí misma, y dice así:

A veces me siento hormiga
y ciertas actitudes me empequeñecen.
Otras veces me significo tanto
que hasta puedo abrumarme con mi sombra.
Y me temo.

A veces me escondo, piel adentro
y soy indescifrable, visceral, compleja

Otras veces me desbordo,
lo invado todo, sin contenciones,
sin represión soportable,
sin red, sin dejarme enredar
por la madeja. Y me desconozco.

El intermedio que vamos a leer a continuación nos recuerda a Rubén Darío, sobre todo los últimos versos del poema “Lo fatal” de dicho autor que dicen: “¡Y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos…!”.

Mª Ángeles lo expresa así:
No sé dónde voy, pero sé quién soy
y sé lo que no soy ni seré.
Sé de donde vengo
y sé de mí, como tú de ti mismo.

Este tema se repite en el poema Escaleras, cuando dice:

Y te preguntas de pronto
¿Qué hago?
¿subo o bajo?
¿voy o vengo?
¿entro o salgo?

La poeta se interroga qué hace, adónde va y con esas interrogaciones retóricas nos hace preguntarnos a nosotros mismos y yo ¿qué hago? ¿subo o bajo?. Los pensamientos individuales se convierten en universales.

Y siguiendo con el poema primero, me llamó la atención sobremanera el siguiente fragmento:

Hay momentos, que quiero sean eternos
si vibro de emoción con el instante,
si tiemblo de amor
ante el amor imperturbable
si me hierve la sangre
si me siento viva, piel adentro
hasta la extenuación de los huesos.”

Sin embargo, la vida no siempre es agradable, no siempre nos sonríe y sigue diciendo:
A menudo la vida se me atraganta
cuando creo que nadie oye,
cuando creo que he perdido la batalla,
cuando creo que soy una hormiga
y empequeñezco.”

Finaliza el poema de forma rotunda y todo desaparece, se esfuma, cuando surge el amor:
A veces te miro y se me pasa todo…”.

Como recursos, observamos que utiliza el paralelismo, tanto en el primer fragmento como en el segundo, ello produce musicalidad, ya que repite la misma estructura sintáctica. El poema finaliza con una Reticencia, es decir, con tres puntos suspensivos con la finalidad de que el lector pueda añadir sentimientos, emociones, ante el profundo sentimiento del Amor
-ese te miro y se me pasa todo…

La libertad es muy necesaria para la poeta, es vital! lo expresa en el poema: “Para hacer al menos una vez en la vida”; es una declaración de intenciones:

A veces es necesario abrir las ventanas
y que cambie el aire.
A veces es bueno sacudir las sábanas,
enérgicamente, liberándolo todo.
A veces es necesario cerrar de una vez
esa puerta para siempre.
Otras veces es preciso abrir las puertas
para encontrar la salida
…….
A veces es necesario salir al campo
y descalzo pisar la hierba fresca.
Mirar al cielo y no marearse
pedir un deseo con cada estrella fugaz
que veas en la noche cerrada.”

Nuevamente nos encontramos con el paralelismo y también con la enumeración, recursos que, como venimos diciendo, producen musicalidad y belleza.

El afán de superación es otro de los temas fundamentales en este poemario, aparece, por ejemplo en el poema “Lucha”
Nos hemos hecho más valientes
para superar el cáncer
para superar la enfermedad,…la muerte que acecha
y batallamos cada día contra viento y marea.
Nos levantamos cada mañana
y nos damos ánimo para la lucha.”

Aquí la autora nos deja entrever que es una persona vitalista, ama la vida, siente correr la vida por sus venas, así en el poema “Cosas para dejar de hacer canto antes”, expresa:

Dejar de perder el tiempo poniendo y quitando cojines
andarán por ahí, a partir de mañana, a su libre albedrío.
Dejar de tender la cama si de todos modos
volveré a destenderla antes de la madrugada…”

Y sigue con consejos positivos como
Dejar de planificar, ¡Vive la vida! ¡Arriésgate! ¡Suelta amarras! ¡Deja de vivir encorsetada ya! ¡Quítate las botas!.
Deja de cuestionarte, torturarte, reprimirte, condenarte o someterte,
¡Carpe diem!.”

Más claramente no nos puede expresar su deseo de libertad, de disfrutar la vida. Al igual que en el Renacimiento, Mª Ángeles nos aconseja que disfrutemos del día, de la vida, de todo lo bueno y lo bello que conlleva vivir, olvidándonos de todo lo que nos preocupa y, sobre todo, del paso del tiempo que todo lo destruye y lo agosta.

Los recuerdos y, sobre todo, el recuerdo del amor le hace volver a la realidad y le da fuerza para seguir viviendo, como expresa en el poema “Volver a empezar”, leeremos un pequeño fragmento:

Pero de pronto, un respiro hondo
me trae el recuerdo
de tu sonrisa y así,
todo vuelve a empezar.”

Señalaremos la utilización del encabalgamiento, figura de gran fuerza expresiva, ya que el periodo sintáctico no termina con la pausa versal, sino que continúa al verso siguiente:
Me trae el recuerdo /de tu sonrisa y así,”

Dicho recurso da fuerza expresiva, intensidad emocional, ya que estamos deseando leer el verso siguiente para saber lo que le trae el recuerdo: la sonrisa.
De la segunda parte del poemario titulado “Cosas vistas desde otra perspectiva” comentaremos que los títulos de los poemas son efectivamente de objetos cotidianos: la ventana, el techo, la puerta, la casa, máquina de coser, pies, manos, espejo, etc. Objetos, cosas que no son sólo cosas.

Comentaremos el poema “La casa”, poema sentido, vivo reflejo de una experiencia vivida intensamente:

He vuelto a pasar por delante de ti,
a detenerme frente a tu fachada,
a mirarte, a observarte a fondo…
¡Qué abandono! ¡Qué tristeza!
Que conste que yo no quise dejarte.
Que conste que no te abandoné
ellos me obligaron a marcharme
a dejarte vacía de cariño, a huir;
a cerrar la puerta con llave
………….
Sin embargo, en mis recuerdos,
en mi día a día,
no puedo negarme y sin querer
una y otra vez,
vuelvo otra vez a habitarte.”

Recuerdos que marcan la vida, recuerdos que duele recordar, pero que fueron experiencias duras de la vida, como muchos otros recuerdos.

Mari Ángeles dialoga con la casa, personifica los objetos. Le dice:
Que conste que yo no quise dejarte
que conste que yo no te abandoné.”
Observamos que utiliza en estos dos versos el paralelismo.

En este caso, la casa no responde, muda, no sabe qué contestar aunque está sola, deshabitada, sin cariño; la casa ha quedado sin palabras.
Además del paralelismo citado, otro recurso que utiliza es la Reticencia, en el tercer verso del poema -a mirarte, a observarte a fondo- y podemos añadir a tantas cosas. ..
El amor no correspondido aparece en varias ocasiones en esta parte del poemario, como en los poemas “Techo” y “Teléfono”:

El alma serena y los ojos
otra vez miran al techo.
Ojos cansados de buscarte
y no encontrarte, amor.”

En el poema “Teléfono”:

Se estiran las horas y se acumulan
mis miedos a golpes con la angustia
y me desespera tu silencio…
Por eso he decidido
dar de baja el número fijo.”

Los objetos toman vida, sienten, dialogan, parecen seres vivos que nos acompañan a lo largo de la vida, así el poema “Sillón”, que es el que da fin a esta segunda parte dice:

Que imperturbable aguardas mi regreso
viejo sillón del salón, que solitario me esperas
y que te estresas, tontamente, cada vez que me alejo…”

La tercera parte la constituyen poemas de carácter diverso, citaremos algunos títulos: “En el campo”, “Calle”, “Delante del cajero”, “Dentista”, “Farmacia”, “Playas”, etc.

Estoy de acuerdo con el Profesor de Español en Japón, Antonio Duque Lara, que nos dice que a pesar de la sencillez expresiva y de la temática de la cotidianeidad, los poemas son poemas trampa, tras su lectura se esconde una profundidad intangible.

Exactamente el profesor dice lo siguiente: “Ya desde el índice, el libro de María Ángeles suena, desprende cotidianeidad, suena a cosas sin importancia, que no merece la pena ser leídas de urgencia…, pero conforme se va desarrollando la lectura se percibe que eso es una trampa es un juego para buscar la benevolencia del lector y que no aparezcan altas pretensiones”.

Efectivamente, si realizamos solamente una primera lectura no sentimos la hondura y la trascendencia de los poemas, es necesario leerlos por segunda vez y pararnos para comprender qué nos quiere transmitir la autora. ¿Es sólo cotidianeidad o algo más trascendental y profundo? Sí, lo es, ya que cada momento vivido tiene suma importancia, así lo expresa al final de su poemario.

Por otro lado, los poemas son polisémicos, es decir, no solo tienen un sentido o significado, sino que tienen varios, como observamos en el poema “Farmacia”:
Medicinas, medicamentos,
remedios caseros y de los otros…
Gasas, esparadrapos, apósitos, vendas, tiritas,
algodón, alcohol, pastillas.
……………
Pensar que hay gente
que todos los días
va de paseo a la farmacia
y se instala cómodamente,
como en el salón de su casa
o como en la tienda, el banco
o la carnicería.

Es que los psicólogos
cobran muy caras
las visitas.”
Nos preguntamos tras la lectura del poema qué finalidad pretende Mª Ángeles en este sencillo poema. Bajo nuestro punto de vista la finalidad es doble, polisémica, por un lado, la farmacia es un sitio de encuentro, de reunión amistosa, de pasar el tiempo o, por el contrario, esas personas con problemas que necesitarían ir al psicólogo, debido a los problemas que conlleva la vida, desean contarle sus apuros a los vecinos, a los amigos, que cada tarde se reúnen en la farmacia.

En esta tercera parte, al igual que en la cuarta, aparecen temas referentes a la naturaleza que están muy presente en la poesía de Mª Ángeles Lonardi, así nos lo muestra el poema “En el campo”

Deshojar margaritas, capturar amapolas,
recoger flores silvestres,
…………..
Respirar aire puro.
Oxigenar los pulmones,
saturarte de naturaleza
y gritar al viento
cuatro versos mal dichos.
Estar a gusto contigo misma
bajo el sol que calienta el camino.”

Naturaleza, disfrute de todo lo que en esos momentos nos rodea, eso es para la autora felicidad, así finaliza el poema:
Recorrer el campo
siempre es una fiesta.”

La parte denominada “De mujeres de este siglo” nos sorprende por la brevedad de algunos de sus poemas y, a su vez, que a diferencia de los otros apartados, en éste ningún poema lleva título; he preguntado a la autora el porqué y me ha respondido que no quería “encasillar a las mujeres”, que solo quería dar a conocer los problemas que hoy día sufren, especialmente el maltrato, resaltar sus características o ensalzarlas pero no encasillarlas, ni limitarlas con un rótulo o un título.

Me llama la atención sobremanera el poema nº 9, que yo, quizás indebidamente lo he titulado “Mujer de campo”. Es bellísimo, y enlaza con el tema del amor a la tierra y, por tanto, alude a la Pachamama. Es posible que la autora haya querido hacer un homenaje a la mujer argentina, andina y latinoamericana, transmisora de todas esas costumbres ancestrales.

¿Has visto de cerca una mujer de campo?
¿Sabes a qué huelen sus manos?
Huelen a pan recién horneado
a tierra mojada, a mesa tendida
a calor de hogar, a caricia dispuesta…
¿Y sabes en qué detienen su mirada?
En el verdor de la madre tierra,
en las flores silvestres
en el celeste del cielo límpido
en el borboteo del agua de la fuente
………………..
Ella sabe de la naturaleza
con toda esa sabiduría
que le regala la Pachamama.”

Belleza expresiva, realidad de costumbres y valores de la mujer argentina, es uno de los poemas que pasarán a la posteridad.
El tono en general es de esperanza, alentador, con un mensaje positivo. Tiene riqueza de imágenes y utiliza muy bien los recursos literarios y lingüísticos. Gran dominio de la polisémica y del lenguaje en su totalidad.

Dos poemas me gustaría comentar para finalizar mi exposición: “Instante” y “Al final del camino”, con este último finaliza el poemario.
Instante”
Estoy dentro, atrapada en su blancura,
y descubro que no hay nada cerca
para volcar lo mejor de mí,
para escribir ese poema
que te sale una vez en la vida,
como una exhalación abriéndose camino
con toda esa carga de sinceridad,
de grito y transgresión reprimida,
de interior, de abismo, de latido
perfumado de naturaleza
y abandono.
Y como una tonta intento retenerlo.”

En este bellísimo poema, Mª Ángeles nos transmite el misterio y la magia del instante de la creación poética. Los que nos sentimos poetas hemos experimentado esta excepcional situación, palabras que quieren salir atropelladamente y quedar impresas para siempre en un papel en blanco, que en ese momento no encontramos. Momentos de vuelos de palomas, de palabras que suenan y resuenan en nuestro ser más profundo y que vuelan como libres mariposas en nuestra mente, las cogemos al vuelo o, a veces, se escapan para siempre.

Del poema “Al final del camino” sólo señalaremos sus ocho últimos versos porque es una petición de la autora expresada mediante una llamativa metáfora:

Yo, sólo puedo pedirte:
no dejes sin certeza
la heredad de pájaro
que nos habita,
no dejes que se apague esa mirada
espejo de la luna…
No dejes sin posibilidad de ser
la última palabra de la noche.”

Cada uno de nosotros estamos identificados en el poema con la palabra pájaro, símbolo de libertad y de bello canto. Nos pide que no se apague nuestra voz, ese canto que nos habita, así como que irradiemos la luz de nuestra mirada, espejo de la luna, y que digamos la palabra oportuna, acertada y sincera antes de que llegue la noche…Y ¿qué más se puede pedir?
Gracias, Mª Ángeles, por esta invitación. He procurado agradarte y darles a los demás mis más profundos sentimientos y emociones, lo mismo que has hecho tú con la publicación de este magnífico poemario.

Por último, quisiera deciros que he pasado muchas horas leyendo y releyendo este libro, he sido feliz, he aprendido a darle valor a las cosas cotidianas y he empezado a mirar la vida con otros ojos, con otra mirada, como la de mi amiga Mª Ángeles.

He aprendido también una forma nueva de expresar los sentimientos a trasvés de la Naturaleza y con un estilo sencillo y natural, con esa forma personal y única que tiene la autora, un estilo propio, definido, sencillo, pero lleno de vida y de profundidad.
Se trata de una obra madura que sublima la atemporalidad y la universalidad por sobre la simpleza, lo cotidiano, lo nostálgico o melancólico. Un libro no muy común, que refresca la voz latinoamericana, diría imprescindible en el panorama poético español.
Mi más sincera enhorabuena, sigue escribiendo, no silencies la voz que te habita. Te deseo toda clase de éxitos.
Y a vosotros, potenciales lectores, les animo a que hagan suyos estos poemas que generan magia. Este libro vale la pena. Es un libro que cambia nuestra percepción del mundo, te permite ver el otro lado de las cosas, cosas que no son solo objetos, pensamientos que no son solo eso, experiencias que no son solo vivencias…poemas que no son solo poemas para leer a deshoras, sino para leer a todas horas.

Junio de 2017
Maria Dolores García de Madariaga
Profesora de Lengua y Literatura
Jefa del Departamento de Arte y Literatura del Instituto de Estudios Almerienses


Mª DOLORES GARCÍA G. DE MADARIAGA nació en Madrid en 1949, es licenciada en Filología Románica por la Universidad de Murcia, realizó en dicha Universidad la tesina sobre “El Marqués de Molins: Vida literaria y creación poética”, dirigida por el Catedrático de Crítica Literaria D. Antonio García Berrio. Doctora en Filología Hispánica por la misma Universidad; tesis dirigida por el Catedrático de Gramática Histórica D. José Muñoz Garrigós con la calificación de sobresaliente “cum laude” por unanimidad, y que versó sobre el Andaluz Oriental.
Catedrática de Lengua y Literatura Españolas en el IES “Cardenal Cisneros” de Albox, desde 1974 a 2009.
Ha colaborado con las Universidades de Almería, Granada y Madrid como profesora del Módulo Práctico del CAP, durante varios cursos, así como en la Sede de la Universidad de Almería en Vera (Universidad de Mayores), donde ha impartido clases.
En diferentes Universidades Nacionales e Internacionales, ha realizado numerosos cursos de Lengua, Literatura y Lingüística textual.
Comunicante en varios cursos y jornadas, destacaremos: “II Jornadas Provinciales de Cultura Andaluza” (1987), Congreso celebrado en la Universidad de Almería el año 2000: “El habla andaluza ante el siglo XXI”
Miembro del IEA, donde ha pertenecido varios años a la Junta de Departamento de Arte y Literatura, ocupando la jefatura de dicho departamento desde el año 2010.
Ha presentado numerosos libros de literatura, tanto de poesía como de novela, en la Biblioteca Francisco Villaespesa de Almería, Excmo. Ayuntamiento de Albox, Colegios Mayores de Granada, etc.
Entre sus publicaciones destacamos “El habla local de Albox” editada conjuntamente por el IEA y el Excmo. Ayuntamiento de Albox, (2005). Inclusión de “La magia de un poema” en la II Antología de Poesía Española Contemporánea “Y lo demás es silencio” de Chiado-Editorial, España/América Latina, (2016), “Apuntes sobre el habla local de Albox”, dentro de las Actas del Congreso El habla andaluza ante el siglo XXI. Ha escrito artículos en diferentes revistas y diarios de ámbito nacional.