FUE EN MOGUER. ENCARNA LEÓN

Encarna León (Granada, 1944)
Dedicada a la Literatura desde 1980, reside entre Granada, Málaga y Melilla.
Colabora en revistas literarias, prensa y radio.
Tiene editadas 13 obras de poesía y una colección (10 títulos) de poesía infantil, y trabajos en prosa (relato corto y cuento). Ha sido premiada en varias ocasiones y da nombre al Certamen Internacional de Relato Corto, creado por la Consejería de Educación - Viceconsejería de la Mujer de Melilla. Es miembro de la Asociación Colegial de Escritores de España (1988) y de la Andaluza de Críticos Literarios (2003).

FUE EN MOGUER


ENCARNA LEÓN. FUE EN MOGUER   Volver a las profundidades marinas de la memoria, de los recuerdos que revolotean por doquier, insistente, en una espiral de sensaciones nuevas después del tiempo transcurrido, lejano y tan cercano a la vez. Evocar la infancia en su arrollador alumbramiento y mantener su espíritu e inocencia es siempre fructuoso. En esta ocasión regresamos a ese mágico momento, a esas vivencias de los primeros años de vida de la mano de un libro, recomendable no sólo para niños, sino también para adultos. Su autora, Encarna León (Granada, 1944), nos propone un viaje, una aventura lectora extraordinariamente reparadora, necesaria en los tiempos que corren, tan frívolos y desabridos. Nada mejor que salir al encuentro de la vida, de su esencia en una historia tan hermosa como la que sucedió en un pueblecito onubense llamado Moguer, cuna del más grande de los poetas españoles del siglo XX y premio Nobel de Literatura, Juan Ramón Jiménez. “Fue en Moguer” es un poemario cargado de sentimiento y ternura, una admirable recreación de uno de los textos más universales, verdadera joya de la literatura universal: “Platero y yo”, un texto que el también poeta Juan Cobos Wilkins destaca de manera que: «en su prosa sensual, impresionista, simbolista, en esa escritura de melancólica sensibilidad y agudeza, y en la que rompe, en pleamar, un oleaje de adjetivos, sí encontramos el buscado horizonte de rehabilitación moral a través del arte». “Platero y yo” es una verdadera sinfonía del lenguaje, de la extraordinaria sensibilidad y comunión con la naturaleza, del diálogo permanente consigo mismo del poeta y el hombre, en una prosa siempre abrasadora. Arrastrada por la necesidad imperiosa de recrear poéticamente la singularidad de tan bello y emocionante texto de Juan Ramón Jiménez, Encarna León regresa a Moguer, y escribe, influenciada por la experiencia vivificadora del reencuentro con sus calles y plazas, su paisaje y sus gentes, la propia casa del poeta convertida en museo y biblioteca, un poemario que nos devuelve la esperanza en la poesía, en la grandeza de las cosas sencillas, con sabor a pueblo. Confiesa la autora: «Nunca pensé que un día me decidiera a escribir esta versión poética de Platero. Debe ser que Platero se ha colado en mí con fuerza y así yo, sin darme cuenta, me he colado en su vida». “Fue en Moguer” nos envuelve con la calidez de la palabra, esa que luce como una estrella en el firmamento y sabe de las conquistas, también de las miserias humanas. La soledad de la poeta en permanente diálogo consigo misma y con la vida, con todo lo que la rodea y es capaz de emocionarla. 
Encarna León se adentra en los silencios de Platero, y su deseo es despertarse junto al Platero de sus sueños:«Voy soñando la luna, el mar / de mi memoria, los riscos, / los cerros encendidos. / Él me lleva generoso hacia / el pino que siempre me cautiva». Encarna León toma breves fragmentos de “Platero y yo”, y los incorpora al poema, que es como sentir su cercanía en la serena palabra del poeta de Moguer. Apoyada por ilustraciones de Amalia Jiménez, Encarna León recorre el mundo juanramoniano de “Platero y yo” con especial sensibilidad tanto en su forma (belleza) como en su fondo (humanismo). Nos convoca la poeta a conquistar los sueños a través de la palabra escrita, y en ella se abisma hasta descubrir otros horizontes, otras auroras bañadas por la luz de su lírica, en estrecha comunión con la naturaleza, con la vida, y en ella con los días lejanos de la infancia: «Me han traído un juegue de cartón / para que aplaque esta melancolía / de ti, de tu trotar sonoro. / Es un burrito gris cargado de flores / amarillas, como las que comías gustoso / y saludábamos en los días de estío. / Tantas veces lo miroo que creo que eres tú / y lo mimo con mis ojos de niño, / hasta le hablo quedo pensando / que me escucha. / A veces creo oír entre el murmullo / blanco de mi silencio, un rebuznar / tranquilo, amoroso, de amigo inseparable». Así es la poesía de Encarna León: delicada, tierna, amorosa, serena, humana. De manera que, en estos tiempos de impostura poética, volver a los clásicos, como ha hecho nuestra poeta, es como tomar el aire fresco en el rigor de los veranos. Encarna León nos abre las puertas de su corazón, y amorosa se entrega a la literatura: «Pero he estado contigo en todos / estos versos repletos del clamor / que respiró tu alma cristalina. […] FUE EN MOGUER, y así lo escribo».
https://www.facebook.com/geeppediciones/?fref=ts
T ítulo: Fue en Moguer
Autora: Encarna León
Edita:Geepp 




SALÓN DE LECTURA _________________________________ José Antonio Santano
 

NUBES. ABRAHAM FERREIRA KHALIL



NUBES

Nublan mi corazón melancólicos soplos
en cuyo centro habitan las nubes.
Las nubes que, surcando promesas e inmensidades,
a veces participan
en esta mascarada de sollozos.
Otras veces, en cambio, cuando el espasmo de una lluvia asoma,
cruzan mi pensamiento,
lo escalan con su rostro de hiedra,
lo incendian como relámpago a las ramas.

Las mismas nubes en los mismos ojos,
¿qué procesión describen con su inercia?
¿Quién pretende que afloren bajo el amparo de las atardecidas?
Son biombos sagrados
que custodian incógnitas.
Reductos que en la sangre se revuelven,
mazmorras en un cuerpo que alguna vez quisieron poseer.

Brotan del firmamento
manantiales de nubes.
Las columnas del corazón ceden ante los nublados
y mi espacio se derrumba
si mareas de nubes imponen ya sus velos.
Un pellizco me empuja a fundirme entre las nubes.
¿Seré la escarcha temerosa de conquistar la hierba?
¿Seré astro sin faro?

Las mismas nubes son; los mismos desconsuelos.
¿Qué intimidad recluyen tras su reino?
Espasmos.
Cubren mi corazón escamas nebulosas
cuya incógnita es fría al proclamarse la tarde.
Mientras, en costas colindantes con el cielo,
un anuncio de nubes todo arrasa.


© Abraham Ferreira Khalil





SALÓN DE LECTURA. JOSÉ ANTONIO SANTANO


TIEMPO Y MEMORIA

Autor: José Mª Muñoz Quirós

Editorial: Vitruvio (Madrid, 2015)

DIARIO DE ALMERÍA. TIEMPO Y MEMORIA



La excelencia de la poesía castellana actual está suficientemente acreditada. Como inextinguible llama alumbra en el panorama literario español. El oficio de poeta está más que probado en algunos de los nombres que figuran entre lo más granado de esa zona geográfica denominada Castilla-León. Cuna de la poesía mística es la ciudad de Ávila, representada por Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, y una voz imprescindible y representativa hoy de lo que se escribe en Castilla, es la del poeta José María Muñoz Quirós (Ávila, 1957). Su poesía reunida la encontramos en el libro “Tiempo y memoria”, que abarca buena parte de los textos poéticos pertenecientes a sus poemarios, que van desde el primero de ellos, “Ternura extraña” (1983), hasta “La voz del retorno”, de 2015. Grandeza poética a manos llenas la que nos ofrece este volumen y una extraordinaria oportunidad para acercarnos al poeta Muñoz Quirós, sin ningún tipo de duda, una de las voces más significativas de la poesía española actual. De su poesía se ha dicho que es «un único verso lanzado contra el tiempo: El hombre que construye una biografía albergada de recuerdos, el hombre que medita sobre la vida y la muerte llenándolas de preguntas esenciales; vida y muerte convocadas en una misma voz, hilvanadas en un mismo aliento, señaladas en un único destino» (Juan González Soto), también en palabras de Jesús Collado, en su breve pero profundo y acertado análisis preliminar de “Tiempo y memoria”, escribe acerca de la obra de Muñoz Quirós: «Sorprende la madurez tan precoz, y continuada a la vez, de una emoción que nace como un don, que surge de la soledad y del silencio, de la reflexión y de la contemplación, y que se materializa en una forma de pensar y sentir el mundo, que es el germen del que nacen las obras del poeta», para definir más adelante la poética de Quirós, como la “poética del vivir”. Y es esta la clave, el fundamento primero y último de su poesía. La esencia de su discurso poético es, sin ningún tipo de duda, la vida. Producto del conocimiento, de la meditación del mundo que le rodea surge su poesía, existencialista, íntima, rigurosamente seria, de una hondura difícil de hallar en otros vates. Porque su voz es pura y cristalina, consecuencia directa de su “estar” y “ser”, deslumbradora, extraordinariamente humana. La vida, desde la soledad creadora del poeta, esa que ahonda y se abisma en los silencios, todos los silencios del mundo, es la única razón, el único latido de la existencia, propia y ajena. Vivir es escribir, y viceversa. La vida, con sus luces y sus sombras es lo que importa, sentir la emoción de la existencia como única verdad capaz de transformar el mundo, y la palabra el instrumento más valioso para ello. La palabra desnuda, como así gusta al poeta, en su atronador silencio, en esa búsqueda incansable de la luz, la que tantas veces halló en los versos de Teresa de Jesús o Juan de la Cruz, y que ahora nos revela en esta inmensa obra. La mirada poética de Muñoz Quirós va más allá de la realidad, se adentra en lo desconocido de esa realidad, en sus límites hasta crear otra realidad distinta, a partir de la ardentía de la palabra, de su vibración y temblor continuo. Como un orfebre, el poeta mima y trabaja el detalle, no solo de la forma, sino también del fondo, de manera que forma y fondo constituyen un ser único e indivisible. En sus más de 500 páginas de “Tiempo y memoria”, hallamos al poeta de raza, preocupado por el mundo en el que vive, y en lo vivido está su fuerza, una fuerza ciclópea que arrasa en versos luminosos. Al poeta le importan las cosas esenciales: la luz, la noche y el silencio, y de ellas el nacimiento de la verdad, su verdad poética. 


El mundo está ahí, y el poeta nos revela sus misteriosas formas y sus voces, y escribe:
«Un extraño rumor invade
el alma. Sentir su poso
en el intenso frío,
en el cansancio.
Un extraño misterio
destilado de sombra,
oculto como el día
que en la niebla se esconde».


Pero el reloj marca las horas, y el tiempo se sucede, acrecienta dudas e incertidumbres, y el poeta lo vive en su silencio:
«Voy a volver al tiempo
/ que no descansa,
/ donde
/ alzas en los ojos
/ la mirada que asciende
/ por las aristas de las horas»


Ávila en los ojos del poeta, la piedra y su luz: «Siente la piedra otro temblor / y habita / la religiosa luz de la mañana», y el amor que habita el sueño, el aire:


«Es ese cuerpo y esa voz, /
es ese dardo. No necesito más /
para que vuelva el día a despertarme /
con esa suficiencia cuando rozo /
tu piel cerca y me sabes /
a largas horas encendidas»;


pero en este breve recorrido no falta la alusión a otro de los grandes temas de la poesía, la muerte: «Nada sé como más cierta incertidumbre / que a la muerte viajamos…».
El fulgor de la palabra poética, de los misterios de la noche y sus silencios, de la vida, del poeta que «derriba los obstáculos del miedo / cuando no encuentra otra salida, y huye / a la deriva de su propio olvido» y es voz destacada de la poesía española actual, el abulense José María Muñoz Quirós.

SALÓN DE LECTURA. JOSÉ ANTONIO SANTANO PARA DIARIO DE ALMERÍA.

SALÓN DE LECTURA. JOSÉ ANTONIO SANTANO


TIEMPO Y MEMORIA

Autor: José Mª Muñoz Quirós

Editorial: Vitruvio (Madrid, 2015)

DIARIO DE ALMERÍA. TIEMPO Y MEMORIA



La excelencia de la poesía castellana actual está suficientemente acreditada. Como inextinguible llama alumbra en el panorama literario español. El oficio de poeta está más que probado en algunos de los nombres que figuran entre lo más granado de esa zona geográfica denominada Castilla-León. Cuna de la poesía mística es la ciudad de Ávila, representada por Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, y una voz imprescindible y representativa hoy de lo que se escribe en Castilla, es la del poeta José María Muñoz Quirós (Ávila, 1957). Su poesía reunida la encontramos en el libro “Tiempo y memoria”, que abarca buena parte de los textos poéticos pertenecientes a sus poemarios, que van desde el primero de ellos, “Ternura extraña” (1983), hasta “La voz del retorno”, de 2015. Grandeza poética a manos llenas la que nos ofrece este volumen y una extraordinaria oportunidad para acercarnos al poeta Muñoz Quirós, sin ningún tipo de duda, una de las voces más significativas de la poesía española actual. De su poesía se ha dicho que es «un único verso lanzado contra el tiempo: El hombre que construye una biografía albergada de recuerdos, el hombre que medita sobre la vida y la muerte llenándolas de preguntas esenciales; vida y muerte convocadas en una misma voz, hilvanadas en un mismo aliento, señaladas en un único destino» (Juan González Soto), también en palabras de Jesús Collado, en su breve pero profundo y acertado análisis preliminar de “Tiempo y memoria”, escribe acerca de la obra de Muñoz Quirós: «Sorprende la madurez tan precoz, y continuada a la vez, de una emoción que nace como un don, que surge de la soledad y del silencio, de la reflexión y de la contemplación, y que se materializa en una forma de pensar y sentir el mundo, que es el germen del que nacen las obras del poeta», para definir más adelante la poética de Quirós, como la “poética del vivir”. Y es esta la clave, el fundamento primero y último de su poesía. La esencia de su discurso poético es, sin ningún tipo de duda, la vida. Producto del conocimiento, de la meditación del mundo que le rodea surge su poesía, existencialista, íntima, rigurosamente seria, de una hondura difícil de hallar en otros vates. Porque su voz es pura y cristalina, consecuencia directa de su “estar” y “ser”, deslumbradora, extraordinariamente humana. La vida, desde la soledad creadora del poeta, esa que ahonda y se abisma en los silencios, todos los silencios del mundo, es la única razón, el único latido de la existencia, propia y ajena. Vivir es escribir, y viceversa. La vida, con sus luces y sus sombras es lo que importa, sentir la emoción de la existencia como única verdad capaz de transformar el mundo, y la palabra el instrumento más valioso para ello. La palabra desnuda, como así gusta al poeta, en su atronador silencio, en esa búsqueda incansable de la luz, la que tantas veces halló en los versos de Teresa de Jesús o Juan de la Cruz, y que ahora nos revela en esta inmensa obra. La mirada poética de Muñoz Quirós va más allá de la realidad, se adentra en lo desconocido de esa realidad, en sus límites hasta crear otra realidad distinta, a partir de la ardentía de la palabra, de su vibración y temblor continuo. Como un orfebre, el poeta mima y trabaja el detalle, no solo de la forma, sino también del fondo, de manera que forma y fondo constituyen un ser único e indivisible. En sus más de 500 páginas de “Tiempo y memoria”, hallamos al poeta de raza, preocupado por el mundo en el que vive, y en lo vivido está su fuerza, una fuerza ciclópea que arrasa en versos luminosos. Al poeta le importan las cosas esenciales: la luz, la noche y el silencio, y de ellas el nacimiento de la verdad, su verdad poética. 


El mundo está ahí, y el poeta nos revela sus misteriosas formas y sus voces, y escribe:
«Un extraño rumor invade
el alma. Sentir su poso
en el intenso frío,
en el cansancio.
Un extraño misterio
destilado de sombra,
oculto como el día
que en la niebla se esconde».


Pero el reloj marca las horas, y el tiempo se sucede, acrecienta dudas e incertidumbres, y el poeta lo vive en su silencio:
«Voy a volver al tiempo
/ que no descansa,
/ donde
/ alzas en los ojos
/ la mirada que asciende
/ por las aristas de las horas»


Ávila en los ojos del poeta, la piedra y su luz: «Siente la piedra otro temblor / y habita / la religiosa luz de la mañana», y el amor que habita el sueño, el aire:


«Es ese cuerpo y esa voz, /
es ese dardo. No necesito más /
para que vuelva el día a despertarme /
con esa suficiencia cuando rozo /
tu piel cerca y me sabes /
a largas horas encendidas»;


pero en este breve recorrido no falta la alusión a otro de los grandes temas de la poesía, la muerte: «Nada sé como más cierta incertidumbre / que a la muerte viajamos…».
El fulgor de la palabra poética, de los misterios de la noche y sus silencios, de la vida, del poeta que «derriba los obstáculos del miedo / cuando no encuentra otra salida, y huye / a la deriva de su propio olvido» y es voz destacada de la poesía española actual, el abulense José María Muñoz Quirós.

SALÓN DE LECTURA. JOSÉ ANTONIO SANTANO PARA DIARIO DE ALMERÍA.

TIEMPO Y MEMORIA. SALÓN DE LECTURA

TIEMPO Y MEMORIA

Autor: José Mª Muñoz Quirós

Editorial: Vitruvio (Madrid, 2015)



La excelencia de la poesía castellana actual está suficientemente acreditada. Como inextinguible llama alumbra en el panorama literario español. El oficio de poeta está más que probado en algunos de los nombres que figuran entre lo más granado de esa zona geográfica denominada Castilla-León. Cuna de la poesía mística es la ciudad de Ávila, representada por Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, y una voz imprescindible y representativa hoy de lo que se escribe en Castilla, es la del poeta José María Muñoz Quirós (Ávila, 1957). Su poesía reunida la encontramos en el libro “Tiempo y memoria”, que abarca buena parte de los textos poéticos pertenecientes a sus poemarios, que van desde el primero de ellos, “Ternura extraña” (1983), hasta “La voz del retorno”, de 2015. Grandeza poética a manos llenas la que nos ofrece este volumen y una extraordinaria oportunidad para acercarnos al poeta Muñoz Quirós, sin ningún tipo de duda, una de las voces más significativas de la poesía española actual. De su poesía se ha dicho que es «un único verso lanzado contra el tiempo: El hombre que construye una biografía albergada de recuerdos, el hombre que medita sobre la vida y la muerte llenándolas de preguntas esenciales; vida y muerte convocadas en una misma voz, hilvanadas en un mismo aliento, señaladas en un único destino» (Juan González Soto), también en palabras de Jesús Collado, en su breve pero profundo y acertado análisis preliminar de “Tiempo y memoria”, escribe acerca de la obra de Muñoz Quirós: «Sorprende la madurez tan precoz, y continuada a la vez, de una emoción que nace como un don, que surge de la soledad y del silencio, de la reflexión y de la contemplación, y que se materializa en una forma de pensar y sentir el mundo, que es el germen del que nacen las obras del poeta», para definir más adelante la poética de Quirós, como la “poética del vivir”. Y es esta la clave, el fundamento primero y último de su poesía. La esencia de su discurso poético es, sin ningún tipo de duda, la vida. Producto del conocimiento, de la meditación del mundo que le rodea surge su poesía, existencialista, íntima, rigurosamente seria, de una hondura difícil de hallar en otros vates. Porque su voz es pura y cristalina, consecuencia directa de su “estar” y “ser”, deslumbradora, extraordinariamente humana. La vida, desde la soledad creadora del poeta, esa que ahonda y se abisma en los silencios, todos los silencios del mundo, es la única razón, el único latido de la existencia, propia y ajena. Vivir es escribir, y viceversa. La vida, con sus luces y sus sombras es lo que importa, sentir la emoción de la existencia como única verdad capaz de transformar el mundo, y la palabra el instrumento más valioso para ello. La palabra desnuda, como así gusta al poeta, en su atronador silencio, en esa búsqueda incansable de la luz, la que tantas veces halló en los versos de Teresa de Jesús o Juan de la Cruz, y que ahora nos revela en esta inmensa obra. La mirada poética de Muñoz Quirós va más allá de la realidad, se adentra en lo desconocido de esa realidad, en sus límites hasta crear otra realidad distinta, a partir de la ardentía de la palabra, de su vibración y temblor continuo. Como un orfebre, el poeta mima y trabaja el detalle, no solo de la forma, sino también del fondo, de manera que forma y fondo constituyen un ser único e indivisible. En sus más de 500 páginas de “Tiempo y memoria”, hallamos al poeta de raza, preocupado por el mundo en el que vive, y en lo vivido está su fuerza, una fuerza ciclópea que arrasa en versos luminosos. Al poeta le importan las cosas esenciales: la luz, la noche y el silencio, y de ellas el nacimiento de la verdad, su verdad poética. 

JOSÉ MARÍA MUÑOZ QUIRÓS


El mundo está ahí, y el poeta nos revela sus misteriosas formas y sus voces, y escribe:
«Un extraño rumor invade
el alma. Sentir su poso
en el intenso frío,
en el cansancio.
Un extraño misterio
destilado de sombra,
oculto como el día
que en la niebla se esconde».


Pero el reloj marca las horas, y el tiempo se sucede, acrecienta dudas e incertidumbres, y el poeta lo vive en su silencio:
«Voy a volver al tiempo
/ que no descansa,
/ donde
/ alzas en los ojos
/ la mirada que asciende
/ por las aristas de las horas»


Ávila en los ojos del poeta, la piedra y su luz: «Siente la piedra otro temblor / y habita / la religiosa luz de la mañana», y el amor que habita el sueño, el aire:


«Es ese cuerpo y esa voz, /
es ese dardo. No necesito más /
para que vuelva el día a despertarme /
con esa suficiencia cuando rozo /
tu piel cerca y me sabes /
a largas horas encendidas»;


pero en este breve recorrido no falta la alusión a otro de los grandes temas de la poesía, la muerte: «Nada sé como más cierta incertidumbre / que a la muerte viajamos…».
El fulgor de la palabra poética, de los misterios de la noche y sus silencios, de la vida, del poeta que «derriba los obstáculos del miedo / cuando no encuentra otra salida, y huye / a la deriva de su propio olvido» y es voz destacada de la poesía española actual, el abulense José María Muñoz Quirós.

 SALÓN DE LECTURA ________ José Antonio Santano

Séptima cornisa. Pilar Quirosa-Cheyrouze

 http://playadeakaba.com/?q=obras/s%C3%A9ptima-cornisa



Autor: Pilar Quirosa-Cheyrouze
Prólogo: Yolanda Cruz López
Portada: Åsa Arnewi
Páginas: 156
ISBN: 978-84-16216-86-4
Depósito legal: M-27097-2015
P.V.P.: 10.00€
Temática: Breve
Colección: Edición Francesa


EDICIÓN EN PAPEL LIMITADA 

Si deseas recibir más información sobre este libro o comprarlo, envía un mensaje a: playadeakaba@gmail.com 

La séptima fila es la mejor ubicación de una sala de proyección para ver una película, soporte expresivo del séptimo arte, o de un patio de butacas desde donde asistir a una representación teatral, sucesión de cuadros que sustentan un argumento. Esta séptima fila, oeil du prince para los franceses, sería un lugar accesible a cualquier espectador puntual o previsor como para comprar su entrada con antelación. Ni el respeto a los horarios ni el buen uso de la programación van a ayudar al espectador-lector que se asoma a la séptima cornisa de Pilar Quirosa, a disfrutar del espectáculo desde el único lugar que ocupa el ojo perfecto que todo lo ve.

Yolanda Cruz López

En este libro viven cientos de sugerencias de cuanto vemos, vivimos y percibimos. Espero, querido lector, que tú encuentres las tuyas y que te aporten tanto como a mí.

Noemí Trujillo Giacomelli

Séptima cornisa. Pilar Quirosa-Cheyrouze

 http://playadeakaba.com/?q=obras/s%C3%A9ptima-cornisa



Autor: Pilar Quirosa-Cheyrouze
Prólogo: Yolanda Cruz López
Portada: Åsa Arnewi
Páginas: 156
ISBN: 978-84-16216-86-4
Depósito legal: M-27097-2015
P.V.P.: 10.00€
Temática: Breve
Colección: Edición Francesa


EDICIÓN EN PAPEL LIMITADA 

Si deseas recibir más información sobre este libro o comprarlo, envía un mensaje a: playadeakaba@gmail.com 

La séptima fila es la mejor ubicación de una sala de proyección para ver una película, soporte expresivo del séptimo arte, o de un patio de butacas desde donde asistir a una representación teatral, sucesión de cuadros que sustentan un argumento. Esta séptima fila, oeil du prince para los franceses, sería un lugar accesible a cualquier espectador puntual o previsor como para comprar su entrada con antelación. Ni el respeto a los horarios ni el buen uso de la programación van a ayudar al espectador-lector que se asoma a la séptima cornisa de Pilar Quirosa, a disfrutar del espectáculo desde el único lugar que ocupa el ojo perfecto que todo lo ve.

Yolanda Cruz López

En este libro viven cientos de sugerencias de cuanto vemos, vivimos y percibimos. Espero, querido lector, que tú encuentres las tuyas y que te aporten tanto como a mí.

Noemí Trujillo Giacomelli

LOS SILENCIOS DE LA CAVA. JOSÉ ANTONIO SANTANO


 El libro "Los Silencios de la Cava" de

José Antonio Santano  se presentará el 2 de abril


Antonio Sánchez Rueda, “El alcalde de la Malena”, ha agradecido la dedicatoria literaria de José Antonio Santano hacia su madre, en una publicación que será presentada en breve y cuyos beneficios tendrán un destino solidario. Su título, “Los silencios de la Cava”.

Un libro basado en la vida de Antonia, en la Cava. “Estoy orgulloso porque veo que se sigue hablando de mi madre cuando antes no se hacía” y era una especie de tema escondido o tabú.

Fue Antonio quien, precisamente, contó cómo la prostitución de su madre ayudó a sacar a la familia adelante hasta que se trasladaron a Barcelona. “Mientras yo viva se hablará de mi madre, ese es mi objetivo y mi misión en la vida”, dijo a Cancionero el conocido como alcalde de la Malena, así llamado desde que era chiquillo por vestir un abrigo que le habían regalado.


LA CAVA

De cómo fue poco se sabe, tal vez
los detalles no sean necesarios,
poco importa si sucedió
un frío día de otoño cobrizo,
al atardecer, 
después de recoger la aceituna
o en la Fuente de los Siete Caños,
de vuelta a la cueva
que los ojos de afanes iluminan
tras dardos de amor primero
en brasas de silencios y de lunas
por la espera y sus abismos.
Mas nada puede detener el vuelo,
esa primigenia sensación de aire
y luz en plenitud,
grácil seda, fugaz sino
que vuelve a ser señal
de horizonte, azul signo
de savia y de aliento,
fortaleza de amor ardiente
en las manos que acarician
y se entregan libres a otro cuerpo
virginal y puro, apasionado.


De imposible amor teje la noche el sueño...

LOS SILENCIOS DE LA CAVA. JOSÉ ANTONIO SANTANO


 El libro "Los Silencios de la Cava" de

José Antonio Santano  se presentará el 2 de abril


Antonio Sánchez Rueda, “El alcalde de la Malena”, ha agradecido la dedicatoria literaria de José Antonio Santano hacia su madre, en una publicación que será presentada en breve y cuyos beneficios tendrán un destino solidario. Su título, “Los silencios de la Cava”.

Un libro basado en la vida de Antonia, en la Cava. “Estoy orgulloso porque veo que se sigue hablando de mi madre cuando antes no se hacía” y era una especie de tema escondido o tabú.

Fue Antonio quien, precisamente, contó cómo la prostitución de su madre ayudó a sacar a la familia adelante hasta que se trasladaron a Barcelona. “Mientras yo viva se hablará de mi madre, ese es mi objetivo y mi misión en la vida”, dijo a Cancionero el conocido como alcalde de la Malena, así llamado desde que era chiquillo por vestir un abrigo que le habían regalado.


LA CAVA

De cómo fue poco se sabe, tal vez
los detalles no sean necesarios,
poco importa si sucedió
un frío día de otoño cobrizo,
al atardecer, 
después de recoger la aceituna
o en la Fuente de los Siete Caños,
de vuelta a la cueva
que los ojos de afanes iluminan
tras dardos de amor primero
en brasas de silencios y de lunas
por la espera y sus abismos.
Mas nada puede detener el vuelo,
esa primigenia sensación de aire
y luz en plenitud,
grácil seda, fugaz sino
que vuelve a ser señal
de horizonte, azul signo
de savia y de aliento,
fortaleza de amor ardiente
en las manos que acarician
y se entregan libres a otro cuerpo
virginal y puro, apasionado.


De imposible amor teje la noche el sueño...