SELECCIÓN DE POEMAS DE LUCÍA ESTRADA.

Del libro: Las hijas del Espino(Medellín, 2006)


Circe


Es la sombra
lo que retengo

la belleza de alejarse
cada vez más

el infortunio de haber visto
muchas islas
muchos mares
como a través
de un espejo roto
la muerte que representas
el número de animales muertos
que representas
negro polvo que tus pies
han traído
hasta mi casa.

***

Yocasta


Si preguntaras
a la Piedra
respondería con tu nombre
el propio corazón
es el oráculo.



***

Prisca

No espero la luz
es una puerta cerrada
por mil espejos
a los que permito reflejar otros rostros
yano eres
la promesa de tus ángeles
voy como emperatriz por el valle desolado
y los sonidos son más profundos ahora
y las visiones
cuando la noche caiga y el cuervo
me cubra los ojos
no haré caso del rumor sordo de tus trompetas
ni me levantaré con los muertos
ni haré una señal sobre mi árbol
para que me nombres
no necesito más el arco que cubría mi casa
es fuego que vi extinguirse
bajo el pie de los vencidos.

***


Aicha


Otros han ascendido,
pero tu deber está
en la piedra.
Toma su origen
y arrójalo al fuego.
Que la llama
pueda más que tu nombre.

***


Catherine Blake
Soy el pacto de un dios
con el más terrible de sus ángeles.
Diseñó para mí un rostro,
el más puro en medio de la tormenta.
Tuve que ser fuerte
y en mi silencio
reservar la gruta de su descanso.
Del vínculo con lo oscuro,
abre puertas, paisajes
que no me atrevo a mirar.
Turbias coronas de ángeles caídos
en el jardín de las delicias,
uniones monstruosas
en el corazón de toda inocencia.
Su oficio le impide
no entrar, pero antes,
vuelve la mirada
y cubre mis ojos.
La rosa debe mantenerse
aun si la mano de su dueño
cava cifras penumbrosas,
el mapa real de lo impronunciable.


***


Cosima Wagner
Ofreceré mis ojos
al paso de la yegua nocturna,
ofreceré mi fiebre,
el arco de la medianoche;
porque tú estás al fondo,
porque es tu imagen
la que se oculta bajo el yelmo.
Una danza mortal
en el vientre blanco
de los sonidos que se cruzan.
Somos ángeles enraizados
allí donde nadie sueña.
La casa está vacía
y el oído.
Puedes entrar a galope
en el reino de los timbales
y las flautas.
Puedo morir
para que la música
siga en ascenso.


***


Alma Malher


Yo también lo prefiero.
Es más bella la mano
al pulsar una cuerda invisible.
Cuando duermes,
reaparecen las tres mil sombras de tus dedos
tejiendo filigranas
en el oscuro cuello del dragón.
Te miro inquieta
sin atreverme a respirar.
Es la hora más alta
del doble vuelo nocturno.
Escribo en la seda de tus párpados
mi temor de perderle,
de que huya como un gato por los techos,
de que salte y reviente la cuerda
de todas las campanas del mundo,
de que se despeñe con el sonido metálico
de un arcángel
en el centro mismo de la orquesta.
Yo también lo prefiero
cóncavo y oscuro.
La clave blanca y negra
de todo cuanto existe
se advierte
en su sinfonía de agujas.


***


Djuna


Pregunto por el sueño
y en respuesta
lentos animales
de la noche
rodean mi casa.


***




Remedios Varo


Alguien desciende una escalera,
cruza un puente,
abre una ventana.
Laberinto vegetal que recorre mi sangre.
Viento,
sueño inclinado de las doncellas
que hilan el rostro de sus amantes.
Y el mío,
una sinfonía de seres abiertos,
de sustancias a punto de reventar.
Reina de copas,
mi reflejo en el escudo blanco
de la noche.


***


June Miller
Mis gestos se complacen en la máscara,
en el viento feroz de no ser para nadie.
Me adorna el amor que no siento
como Salomé con todas sus joyas
y extraños perfumes.
Simulé olvidarme
frente a un mundo de puertas cerradas.
Reí tantas veces y deliré
bajo la transida Nínive,
acantilado de ovejas y verdugos.
Pero luego, sí, pero luego, estatuilla lunar,
mi cabeza fue arrancada
por la cruel guillotina del desamparo.
La flor está en mis ojos”, dicen las bellas mujeres,
y el veneno circular en la punta de los dedos
siempre enrojecidos por el peso de la savia,
fruto ambulante,
corteza, fisura hiriente.
Vuelve, oh tú,
perfecta cuanto más alevosa,
fija con alfileres en mi mano
el nuevo destino.
Escribe, gitana,
que viajaré por vastas regiones,
que la tierra inundará mis pasos,
que la noche se hará boca de lobo
en la que pueda entrar y ser la torre imantada
que busca el rayo
desde lejos.


***


Clara Westhoff


Qué cercanas y distintas
las hojas de un mismo árbol.


Crecen silenciosas
en la contemplación de sí,
de sus bordes,
en el trabajo minucioso del insecto
que las hiere.


Apenas unidas por un hilo de savia
a la corteza del mundo,
a su naturaleza vegetal.


El viento las obliga a inclinarse
sobre su propia sombra
y en el misterio único
de ser Sauce o Avellano,
se adhieren, se compenetran
sin perturbarse.
Así, recibirán a un tiempo
su gota de lluvia,
el beso ígneo del verano.


Caerán también bajo la misma luz,
rodearán como sílabas diversas
de un mismo alfabeto
la profundidad de las raíces,
la grieta oscura del tronco
que las vio levantarse
y permanecer.


para María Clemencia Sánchez


***




Zelda Sayre


Como no vendrás a la cena de mis muertos,
ni sabrás para quién cavo esta tumba,
pongo desde ya
bajo tu lengua,
la hostia viva de mis alucinaciones.


Cada quien tomó su camino,
de izquierda a derecha
el más profundo.
Cada quien siguió atado
a la cinta mortal de su locura.
Escribe para que no vuelvan,
que yo comeré y beberé, como Alicia,
el rojo resplandor de la fiesta,
mientras el mundo termina de cerrarse
sobre mí.
No te asombre
si nuestras palabras
no son las de antes,
si nuestro destino, tal como se construye,
nos golpea el rostro y nos hiere
y nos deja completamente ciegos.


¿Qué hacer cuando ellos nos empujan?


Esa legión de ángeles ebrios,
terribles como el rostro
que se refleja por última vez.






No tardes.
Ya nadie nos espera.


***


María Dmitrievna Isaiev
Escucho el canto rojo de la tormenta
venir por las calles.


Es el crimen y la enfermedad
recorriendo las horas,
los minutos,
justamente sobre nuestra mesa.


Hoy he descubierto mi temor a la locura.
Hoy he comprendido el temblor
de tu mano al encender la lámpara.


Está entre nosotros
y tú lo sabes.
Su risa gotea en las paredes,
su respiración empaña el espejo
en el que sueles escribir
para conjurar el espanto.


Alguien más le sigue,
come con nosotros,
piensa en su miseria
y se compadece de mi silencio.
Su nombre danza como la serpiente,
se oculta tras la roca
que podría aplastarla,
pero confía su destino
a esas iniciales misteriosas
que nada pueden responderle.


Un demonio guarda su bastón tras la puerta.


Entro
e incluso en mí,
todo lo han robado.


¿Son estas las huellas de tus pies?


¿Eres tú quien me llama
o tu ángel de exterminio?


¿Son estas mis palabras o las de su abandono?


Dime que la furia
de los pasos allá afuera
no se dirigen hacia nosotros.
Dime que no es a ti
a quien buscan, que antiguo
ese no era tu nombre.
Dime que antes de todo
cerrarás el libro
y con él
la pesadilla.


***


Camille Claudel


Ella imaginó una cárcel,
la flor de locura
convertida en piedra.


Se reconoció en desventaja,
se afiló las manos,
el rostro,
el vacío
y los restos de su sombra
devorada por las hormigas.


En un viejo cuadro
de la estancia,
su figura
se disuelve.


***


Sylvia Plath


Todo lo ha devorado el invierno
y el jardín de rojos tulipanes en el que ocupé mis manos
ha iniciado su descenso definitivo.


La casa es un viejo sarcófago de vigilias
y pergaminos desechos.
En ella duermen las ruinas de mi corazón.


A través de la bruma
sólo puedo distinguir el rencoroso brillo
de las abejas.


No hay perfección.


Mi cuerpo es un camino cerrado, reflejo de una luz marchita.
Nunca se bastó a sí mismo. Nunca.


Detrás de los muros, por entre las grietas,
vuelve a mí el eco de la fiebre
palabras que revientan bajo la escarcha
como pequeños ríos de mercurio.


El invierno ha perdido mis pasos en la nieve.
Sangra en el aire
su condena.


***






Del libro: La Noche en el Espejo(Bogotá, 2010)


***

El aire se abrió lentamente con el sonido de las campanas,
y en los cuartos, cada cosa ocupó su lugar y su nombre.
Todo era posible bajo esa luz de invierno en la que
señalaste un jardín cerrado,
un estanque vacío esperando por mis ojos. Era preciso
mirarlo con atención antes de que se diluyera en la sombra.
Estábamos inmersos en el paisaje, y las voces del jardín
venían desde adentro,
y las formas encontraban entre sí su correspondencia.
Algo dijiste del vacío, y a lo lejos,
la fuente brilló en su penumbra.
Esto es lo que soñamos. Hundirnos en la transparencia
y en el movimiento de la luz. Ella recorre paciente
lo que para nosotros ha perdido su misterio. Aquí
están todas las cosas recién descubiertas,
y el mundo, cada vez más pleno de sí mismo,
cada vez más verdadero.
Puedo escuchar el rumor de las puertas que se abren
para conducirnos a otro silencio, y cómo cavamos en él
aunque las cuerdas de la voz se hayan debilitado.
El estanque se cubrirá de agua. Puedo presentirla.
Es oscura y asciende hasta tus ojos llenándote de extrañeza.
Pero delante de ti nada perderá su claridad.
Deja que tu corazón entable cercanía con la muerte,
que allí también encontrarás presencias luminosas.
Será entonces como si nunca
te hubieras apartado del camino: "
El resistir lo es todo".




***

¿Quién me habla con las voces del viento?
¿Quién a través del polvo, bajo la herrumbre,
en la fría superficie de las cosas?

Todo cuanto he olvidado se resiste a la muerte
y abre con suavidad los pliegues del aire para rozarme
con sus dedos.

¿Qué silencio me rescata en esa orilla?
¿Qué pequeño aguijón me descubre lo invisible?

Secreto laberinto que despierta en la palma de la mano.

***

Ahora que tu cuerpo se dispone a cruzar la frontera
más solitaria, dime:
¿a qué grito, a qué palabra te aferras?
¿Qué silencio abres en la semilla que mañana
será tu sustento?

Las piedras que guardas en tu memoria
son las ruinas de un altar construido
para que alguien más ofreciera en él su corazón.
Pero ya nadie se detiene bajo los árboles
que se han despojado de su sombra.
Sin amor, el paisaje incierto de otras tierras
los arrebata definitivamente de nosotros.

Queda entonces el vacío donde resuenan mejor
nuestros pasos,
oscuro rumor que nos obliga a permanecer despiertos.

Quién vigila más allá de ti mismo el movimiento
de tu sangre?

Cada noche te prepara un abismo
en el que te dejas caer sin espanto
pues en ti llevas tu lámpara,
esa que también te ha descubierto la intemperie
y el esquivo secreto de su nombre.

Un canto de sirenas te guía en el blanco laberinto de la rosa.

¿En qué antiguo reino se apoya tu mirada?

***

Todas las voces están huérfanas de sí,
y en esa orfandad se asisten, se acompañan.

Ahí está el misterio. El que no podemos tocar,
para el que no existen las manos.
Las manos,
esa región desconocida que nos acerca y nos aleja al mismo tiempo.

Me pierdo en la penumbra de lo que quisiera gritar
y no puede.

El deseo nos rescata del abismo,
pero también se yergue lo que no admite consuelo.

Palabras como pájaros en la soledad del aire.



***

Nos han dejado verdaderamente solos en medio del agua,
de su noche grave y espesa.

No en la superficie,
no en el fondo,
entre los pliegues.

Y allí soñamos las formas,
peces que se devoran entre sí,
sustancias y sales y fuego
en su primera altura.

Pero hay un arriba y un abajo, decimos,
y somos parte del secreto.

Lo que nos mantiene es no saberlo con certeza,
intuir que somos las columnas y el corazón único
de ambos reinos.

CAVAFIS, POESÍA COMPLETA.

CAVAFIS. POESÍA COMPLETA
SALÓN DE LECTURA _________________________________ José Antonio Santano



Cavafis


Poesía Completa



Conviene no afligirse, caer en el pesimismo más absoluto o abandonarse como un barco a la deriva. A veces no es fácil, sobre todo si miramos a nuestro alrededor y vemos que, efectivamente, existen más señales de hundimiento o las suficientes como para creer que de un momento a otro el barco que somos todos encallará sin remedio. Si esta referencia social la trasladamos al ámbito de la literatura no es más halagüeña la situación. En poesía, por mucho que algunos quieran presentarnos una imagen colorista, de vanguardia, tremendamente innovadora, la verdad es bien distinta. Ya no hay esa querencia por la literatura, la poesía en sí misma, en esencia, que no es otra que el lenguaje, la palabra como centro y motor de todo. Se tiende a la fragmentación y la brevedad con demasiada frecuencia, como si nos estorbaran las palabras, esas que son la razón misma de la literatura, hasta comprobar que esa tendencia se convierte en una moda y la moda, por su propia definición, en algo superficial y vacuo. La palabra poética es resplandor, conmoción, éxtasis o trance si se quiere, sima y cielo, y nada puede sustituir esa emoción que nos depara acariciar su piel y escuchar su música. Sí, porque la poesía es música en su más amplio sentido y significado, y el poeta que la ha sentido lo sabe bien, porque adentro, en su interior, la luz es la palabra, que todo lo trasciende.

 La palabra que nace a borbotones y a borbotones habita el alma del poeta. Sólo así podemos entender el acto de la creación poética. De ahí que cuando llega a nuestras manos un libro como el que hoy mostramos en esta sección de lectura, como es “Cavafis. Poesía completa”, edición, traducción, introducción y notas de Pedro Bádenas de la Peña, y publicado por la editorial cordobesa Almuzara, uno sienta una cierta liberación, y ese afligirse o abandonarse del que hablábamos al principio, se convierta en esperanza, en luz ante tanta oscuridad. Este libro, que ronda las 800 páginas, contiene toda la producción poética de Cavafis (Alejandría 1863-1933), desde sus Poemas Canónicos, Poemas Inéditos, Poemas Ingleses (traducidos por el también poeta Luis Alberto de Cuenca), Poemas Proscritos, Traducciones, Traducciones Inéditas, Poemas Inconclusos, con inclusión también de Borradores sueltos, hasta sus Poemas en prosa. Por todo ello, y ante la mediocridad existente, releer a Cavafis se convierte en un placer indescriptible. Este volumen nos devuelve la esperanza en la palabra poética. Con Cavafis entramos en un universo extraordinariamente luminoso, donde el mestizaje cultural es otra de las razones fundamentales para entender su poética, la razón de ser y estar de un poeta que, con el tiempo ha ganado presencia en el ámbito de la poesía del siglo XX y, por ende, de la literatura universal.

 Escribe Bádenas en la introducción del libro:« El conjunto de su obra (poesía y prosa) muestra que su imaginación bebe de lo que descubre, además de sus propias concepciones. Lo que verdaderamente impulsa su escritura es una combinación de lo que encuentra en sus variadas y múltiples lecturas, lo cual va constituyendo una inmensa cantera de la que toma elementos que acopla a aquellos temas que le interesa expresar. Esta manera de proceder es lo que caracteriza la creatividad de Cavafis». Nada mejor, cuando nos encontramos a un paso del precipicio de la desilusión o el pesimismo, del tedio o la desesperanza que acercarse a la poesía de un clásico ya como es Cavafis, y en esta ocasión a través de las traducciones del griego al castellano realizadas por Pedro Bádenas de la Peña (Madrid1947), filólogo y traductor español, que ya en ya en 1994 recibiera el Premio Nacional de Traducción. 

Extensa y variada es la obra que nos legó Cavafis, y por ello difícil se nos hace seleccionar unos versos de entre tantos. No obstante, y resumimos aquí su espíritu, su alma, con un fragmento del poema 

“Melancolía de Jasón, Hijo de Cleandro, poeta de Comagena (595 d.c.): 

«El envejecer de mi cuerpo y de mi rostro /
 es la herida de un espantoso cuchillo. /
 No tengo la menor resignación. /
 A ti acudo, Arte de la Poesía, /
 que algo sabes de remedios; / 
intentos para aturdir el dolor con la Fantasía y la Palabra».

 Un libro imprescindible para adentrarse en el universo poético de Cavafis.

Pedro Bádenas de la Peña
Pedro Bádenas de la Peña


Título: Cavafis. Poesía completa
Traductor:Pedro Bádenas de la Peña  
Edita: Almuzara (Córdoba, 2017)



CAVAFIS. POESÍA COMPLETA. por JOSÉ ANTONIO SANTANO

CAVAFIS. POESÍA COMPLETA
SALÓN DE LECTURA _________________________________ José Antonio Santano



Cavafis


Poesía Completa



Conviene no afligirse, caer en el pesimismo más absoluto o abandonarse como un barco a la deriva. A veces no es fácil, sobre todo si miramos a nuestro alrededor y vemos que, efectivamente, existen más señales de hundimiento o las suficientes como para creer que de un momento a otro el barco que somos todos encallará sin remedio. Si esta referencia social la trasladamos al ámbito de la literatura no es más halagüeña la situación. En poesía, por mucho que algunos quieran presentarnos una imagen colorista, de vanguardia, tremendamente innovadora, la verdad es bien distinta. Ya no hay esa querencia por la literatura, la poesía en sí misma, en esencia, que no es otra que el lenguaje, la palabra como centro y motor de todo. Se tiende a la fragmentación y la brevedad con demasiada frecuencia, como si nos estorbaran las palabras, esas que son la razón misma de la literatura, hasta comprobar que esa tendencia se convierte en una moda y la moda, por su propia definición, en algo superficial y vacuo. La palabra poética es resplandor, conmoción, éxtasis o trance si se quiere, sima y cielo, y nada puede sustituir esa emoción que nos depara acariciar su piel y escuchar su música. Sí, porque la poesía es música en su más amplio sentido y significado, y el poeta que la ha sentido lo sabe bien, porque adentro, en su interior, la luz es la palabra, que todo lo trasciende.

 La palabra que nace a borbotones y a borbotones habita el alma del poeta. Sólo así podemos entender el acto de la creación poética. De ahí que cuando llega a nuestras manos un libro como el que hoy mostramos en esta sección de lectura, como es “Cavafis. Poesía completa”, edición, traducción, introducción y notas de Pedro Bádenas de la Peña, y publicado por la editorial cordobesa Almuzara, uno sienta una cierta liberación, y ese afligirse o abandonarse del que hablábamos al principio, se convierta en esperanza, en luz ante tanta oscuridad. Este libro, que ronda las 800 páginas, contiene toda la producción poética de Cavafis (Alejandría 1863-1933), desde sus Poemas Canónicos, Poemas Inéditos, Poemas Ingleses (traducidos por el también poeta Luis Alberto de Cuenca), Poemas Proscritos, Traducciones, Traducciones Inéditas, Poemas Inconclusos, con inclusión también de Borradores sueltos, hasta sus Poemas en prosa. Por todo ello, y ante la mediocridad existente, releer a Cavafis se convierte en un placer indescriptible. Este volumen nos devuelve la esperanza en la palabra poética. Con Cavafis entramos en un universo extraordinariamente luminoso, donde el mestizaje cultural es otra de las razones fundamentales para entender su poética, la razón de ser y estar de un poeta que, con el tiempo ha ganado presencia en el ámbito de la poesía del siglo XX y, por ende, de la literatura universal.

 Escribe Bádenas en la introducción del libro:« El conjunto de su obra (poesía y prosa) muestra que su imaginación bebe de lo que descubre, además de sus propias concepciones. Lo que verdaderamente impulsa su escritura es una combinación de lo que encuentra en sus variadas y múltiples lecturas, lo cual va constituyendo una inmensa cantera de la que toma elementos que acopla a aquellos temas que le interesa expresar. Esta manera de proceder es lo que caracteriza la creatividad de Cavafis». Nada mejor, cuando nos encontramos a un paso del precipicio de la desilusión o el pesimismo, del tedio o la desesperanza que acercarse a la poesía de un clásico ya como es Cavafis, y en esta ocasión a través de las traducciones del griego al castellano realizadas por Pedro Bádenas de la Peña (Madrid1947), filólogo y traductor español, que ya en ya en 1994 recibiera el Premio Nacional de Traducción. 

Extensa y variada es la obra que nos legó Cavafis, y por ello difícil se nos hace seleccionar unos versos de entre tantos. No obstante, y resumimos aquí su espíritu, su alma, con un fragmento del poema 

“Melancolía de Jasón, Hijo de Cleandro, poeta de Comagena (595 d.c.): 

«El envejecer de mi cuerpo y de mi rostro /
 es la herida de un espantoso cuchillo. /
 No tengo la menor resignación. /
 A ti acudo, Arte de la Poesía, /
 que algo sabes de remedios; / 
intentos para aturdir el dolor con la Fantasía y la Palabra».

 Un libro imprescindible para adentrarse en el universo poético de Cavafis.

Pedro Bádenas de la Peña
Pedro Bádenas de la Peña


Título: Cavafis. Poesía completa
Traductor:Pedro Bádenas de la Peña
Edita: Almuzara (Córdoba, 2017)


LA VOZ AUSENTE. JOSÉ ANTONIO SANTANO

Si ayer la buena noticia era que mi libro "Madre Lluvia" quedaba finalista del IV Premio Internacional "Pilar Fernández Labrador", hoy llegó mi nuevo libro editado por Alhulia: "La voz ausente", con prólogo del poeta abulense José María Muñoz Quirós. Os tendré informados de su presentación. Ojalá siga la buena racha. Salud.

LA VOZ AUSENTE. JOSÉ ANTONIO SANTANO

Si ayer la buena noticia era que mi libro "Madre Lluvia" quedaba finalista del IV Premio Internacional "Pilar Fernández Labrador", hoy llegó mi nuevo libro editado por Alhulia: "La voz ausente", con prólogo del poeta abulense José María Muñoz Quirós. Os tendré informados de su presentación. Ojalá siga la buena racha. Salud.


IV PREMIO DE POESÍA PILAR FERNÁNDEZ LABRADOR

José Antonio Santano queda finalista del IV Premio de Poesía "Pilar Fernández Labrador"

  • El fallo de este certamen que tiene lugar en Salamanca será a finales del mes de marzo
El escritor afincado en Almería, José Antonio Santano ha quedado finalista del IV Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador, con su libro Madre Lluvia. El fallo final será en marzo. El premio está convocado por la Asociación Mujeres en Igualdad, con la colaboración de la Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca (Selih) y la Diputación de Salamanca.
Esta selección se hizo de los 520 participantes que presentaron sus libros inéditos, procedentes de todos los países iberoamericanos, además de Israel, Brasil, Estados Unidos, Francia, Austria. Suecia, Canadá, Italia, Alemania, Bulgaria y Australia. Los países con más participaciones fueron España, México, Colombia, Argentina, Perú y Chile. La III edición tuvo 465 libros optando el premio.
Nueves mujeres y once hombres integran la lista de finalistas del premio: Paura Rodríguez Leytón, (Bolivia), Luz Andrea Castillo, (Colombia); Ernesto Carrión, (Ecuador); Angélica Morales, (España); Ignacio Ruiz-Pérez, (México); José Antonio Santano, (Almería, España); Jonatán Reyes, (Puerto Rico); Javier Alvarado, (Panamá); Enrique Solinas, (Argentina); Elena Marqués, (España); Antonia Huerta Sánchez, (España); Lilliam Moro, (Cuba); Alfredo Herrera Flores, (Perú); Hugo Francisco Rivella, (Argentina); Gerardo Rodríguez, (México); Ivana Pedreros, (Chile); Hugo Milhanas Machado, (Portugal); Stefania Di Leo, (Italia) y Violeta Boncheva, (Bulgaria).

IV PREMIO DE POESÍA "PILAR FERNÁNDEZ LABRADOR"

José Antonio Santano queda finalista del IV Premio de Poesía "Pilar Fernández Labrador"

  • El fallo de este certamen que tiene lugar en Salamanca será a finales del mes de marzo

El escritor afincado en Almería, José Antonio Santano ha quedado finalista del IV Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador, con su libro Madre Lluvia. El fallo final será en marzo. El premio está convocado por la Asociación Mujeres en Igualdad, con la colaboración de la Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca (Selih) y la Diputación de Salamanca.
Esta selección se hizo de los 520 participantes que presentaron sus libros inéditos, procedentes de todos los países iberoamericanos, además de Israel, Brasil, Estados Unidos, Francia, Austria. Suecia, Canadá, Italia, Alemania, Bulgaria y Australia. Los países con más participaciones fueron España, México, Colombia, Argentina, Perú y Chile. La III edición tuvo 465 libros optando el premio.
Nueves mujeres y once hombres integran la lista de finalistas del premio: Paura Rodríguez Leytón, (Bolivia), Luz Andrea Castillo, (Colombia); Ernesto Carrión, (Ecuador); Angélica Morales, (España); Ignacio Ruiz-Pérez, (México); José Antonio Santano, (Almería, España); Jonatán Reyes, (Puerto Rico); Javier Alvarado, (Panamá); Enrique Solinas, (Argentina); Elena Marqués, (España); Antonia Huerta Sánchez, (España); Lilliam Moro, (Cuba); Alfredo Herrera Flores, (Perú); Hugo Francisco Rivella, (Argentina); Gerardo Rodríguez, (México); Ivana Pedreros, (Chile); Hugo Milhanas Machado, (Portugal); Stefania Di Leo, (Italia) y Violeta Boncheva, (Bulgaria).

ASEDIOS A LO INDECIBLE. SAN JUAN DE LA CRUZ CANTA AL ÉXTASIS TRANSFORMANTE

SALÓN DE LECTURA _José Antonio Santano
ASEDIOS A LO INDECIBLE
San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante
Vivimos un tiempo extraño, necesitado de luz y alma. Es tanta la mediocridad que nos rodea que cuando uno se encuentra o halla en el camino a personas de la talla de Luce López-Baralt (Puerto Rico, 1950) no se puede por menos que expresar eterno agradecimiento por el conjunto de su obra, de la que destacamos, entre otros, los siguientes libros: “San Juan de la Cruz y el Islam”, “Huellas del Islam en la literatura española. De Juan Ruiz a Juan Goytisolo”, “A zaga de tu huella”. La enseñanza de las lenguas semíticas en Salamanca en tiempos de san Juan de la Cruz, “Moradas de los corazones de Abu-l-Hasan al-Nuri de Bagdad” o “Poemas de la vía mística de Seyyed Hoseein Nasr”. Esa luz y alma de la que hablaba al principio nos la reportan los textos de la catedrática de Literatura española y comparada en la Universidad de Puerto Rico, Luce López-Baralt. Sus estudios sobre literatura mística son un referente en cualquier trabajo que se pretenda afrontar. Sus trabajos anteriores y este que traemos a nuestro particular “Salón de lectura” titulado “Asedios a lo indecible. San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante”, son de tal altura que uno se adentra en ellos seguro de descubrir un mundo tan desconocido como apasionante, donde el misterio se revela en la palabra como una deslumbradora luz, alma toda de una forma de entender la vida que nos traspasa y perturba, agotándonos en la esencialidad y pureza de ese sentir la espiritualidad que denominaremos mística. Precisamente esta dedicación a la investigación y estudio crítico de la literatura le ha valido reciente y muy merecidamente el Premio Internacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña 2016 que concede la Academia Mexicana de la Lengua y dirigido a escritores en castellano que hayan destacado en el género del ensayo, como también fue reconocida con el Premio Nacional de Investigación y Crítica de Puerto Rico por su libro “El cántico místico de Ernesto Cardenal, publicado por la editorial Trotta en el año 2012. En 2016 se llevaba a cabo la 2ª edición del libro que hoy comentamos: “Asedios a lo indecible”, un texto fundamental que analiza profundamente la poesía de san Juan de la Cruz, el más grande místico de la historia de la literatura. Análisis que López-Baralt concreta en tres partes esencialmente: la primera, “El «Cántico espiritual» del Simurg que descubre que era lo mismo que cantaba”, que abre con una clarificadora cita de Alfred Lord Tennyson: «La lección (de la experiencia mística) implica una seguridad esencial: el Reino está dentro de uno mismo». Para Luce «San Juan es, en efecto, un maestro del “des-decirse”: se trata de una de sus más eficaces técnicas literarias para abordar lo Innombrable». En “Cántico espiritual” hallamos la culminación de la poesía mística de San Juan de la Cruz, y así lo escribe la autora de este libro: «Una vez más, los versos, de una hondura abismal, nos entregarán secretos portentosos de la vivencia infinita de su autor, tan difícil de explicitar porque se encuentra completamente al margen de la lengua y de la razón humana. Para encaminarnos de alguna manera a la tesitura sobrenatural de esta experiencia, lo primero que hace el agudísimo poeta con este conjunto de liras desconcertantes es poner sordina a nuestras capacidades racionales». 
La segunda parte, “A oscuras y en celada: la fusión nocturna en el Amor Indecible, nos adentra otra de las obras fundamentales del carmelita Juan de la Cruz, “La noche oscura”. En el análisis de esta obra López-Baralt nos dice que «las coincidencias entre san Juan y los místicos de Oriente resultan muy estrechas […] Los sufíes del Irán elaboraron pormenorizadamente el símbolo de la noche oscura del alma a lo largo de la Edad Media, y lo hicieron tanto en lengua persa como en lengua árabe». Resumen el estudio de Luce López-Baralt estas palabras: «La alusión velada pero indiscutible que hace a su vez en la “Noche oscura” al eterno dilema del eros y el tánatos –vivir el amor es morir a uno mismo para vivir en el amado- hunde el poema en un mundo de significaciones mucho más complejas de las que tendría un simple poema de amor erótico que se limitase al estricto plano carnal», y añade, para concluir:«La “Noche oscura” constituye un verdadero prodigio literario». La tercera y última del estudio la titula “Ya por aquí no hay camino: la combustión transformante final de la “Llama de amor viva”. Escribe López-Baralt: «En el poema de la “Llama de amor viva”, en que celebra los límites de su unión transformante, el príncipe de los místicos españoles acude al antiguo símbolo de la llama abrasadora para explicitar de alguna manera estos grados últimos de su combustión espiritual». Concluyo, “Asedios a lo indecible” es un libro imprescindible para poetas e investigadores y su autora, Luce López-Baralt, garante y luz que alumbra la literatura mística de todos los tiempos.
Título: Asedios a la indecible. San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante
Autor: Luce López-Baralt
Edita: Trotta (2ª ed. Madrid, 2016)

AEDIOS A LA INDECIBLE. SAN JUAN DE LA CRUZ CANTA AL ÉXTASIS TRANSFORMABLE

SALÓN DE LECTURA _José Antonio Santano


ASEDIOS A LO INDECIBLE
San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante

Vivimos un tiempo extraño, necesitado de luz y alma. Es tanta la mediocridad que nos rodea que cuando uno se encuentra o halla en el camino a personas de la talla de Luce López-Baralt (Puerto Rico, 1950) no se puede por menos que expresar eterno agradecimiento por el conjunto de su obra, de la que destacamos, entre otros, los siguientes libros: “San Juan de la Cruz y el Islam”, “Huellas del Islam en la literatura española. De Juan Ruiz a Juan Goytisolo”, “A zaga de tu huella”. La enseñanza de las lenguas semíticas en Salamanca en tiempos de san Juan de la Cruz, “Moradas de los corazones de Abu-l-Hasan al-Nuri de Bagdad” o “Poemas de la vía mística de Seyyed Hoseein Nasr”. Esa luz y alma de la que hablaba al principio nos la reportan los textos de la catedrática de Literatura española y comparada en la Universidad de Puerto Rico, Luce López-Baralt. Sus estudios sobre literatura mística son un referente en cualquier trabajo que se pretenda afrontar. Sus trabajos anteriores y este que traemos a nuestro particular “Salón de lectura” titulado “Asedios a lo indecible. San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante”, son de tal altura que uno se adentra en ellos seguro de descubrir un mundo tan desconocido como apasionante, donde el misterio se revela en la palabra como una deslumbradora luz, alma toda de una forma de entender la vida que nos traspasa y perturba, agotándonos en la esencialidad y pureza de ese sentir la espiritualidad que denominaremos mística. Precisamente esta dedicación a la investigación y estudio crítico de la literatura le ha valido reciente y muy merecidamente el Premio Internacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña 2016 que concede la Academia Mexicana de la Lengua y dirigido a escritores en castellano que hayan destacado en el género del ensayo, como también fue reconocida con el Premio Nacional de Investigación y Crítica de Puerto Rico por su libro “El cántico místico de Ernesto Cardenal, publicado por la editorial Trotta en el año 2012. En 2016 se llevaba a cabo la 2ª edición del libro que hoy comentamos: “Asedios a lo indecible”, un texto fundamental que analiza profundamente la poesía de san Juan de la Cruz, el más grande místico de la historia de la literatura. Análisis que López-Baralt concreta en tres partes esencialmente: la primera, “El «Cántico espiritual» del Simurg que descubre que era lo mismo que cantaba”, que abre con una clarificadora cita de Alfred Lord Tennyson: «La lección (de la experiencia mística) implica una seguridad esencial: el Reino está dentro de uno mismo». Para Luce «San Juan es, en efecto, un maestro del “des-decirse”: se trata de una de sus más eficaces técnicas literarias para abordar lo Innombrable». En “Cántico espiritual” hallamos la culminación de la poesía mística de San Juan de la Cruz, y así lo escribe la autora de este libro: «Una vez más, los versos, de una hondura abismal, nos entregarán secretos portentosos de la vivencia infinita de su autor, tan difícil de explicitar porque se encuentra completamente al margen de la lengua y de la razón humana. Para encaminarnos de alguna manera a la tesitura sobrenatural de esta experiencia, lo primero que hace el agudísimo poeta con este conjunto de liras desconcertantes es poner sordina a nuestras capacidades racionales». 


La segunda parte, “A oscuras y en celada: la fusión nocturna en el Amor Indecible, nos adentra otra de las obras fundamentales del carmelita Juan de la Cruz, “La noche oscura”. En el análisis de esta obra López-Baralt nos dice que «las coincidencias entre san Juan y los místicos de Oriente resultan muy estrechas […] Los sufíes del Irán elaboraron pormenorizadamente el símbolo de la noche oscura del alma a lo largo de la Edad Media, y lo hicieron tanto en lengua persa como en lengua árabe». Resumen el estudio de Luce López-Baralt estas palabras: «La alusión velada pero indiscutible que hace a su vez en la “Noche oscura” al eterno dilema del eros y el tánatos –vivir el amor es morir a uno mismo para vivir en el amado- hunde el poema en un mundo de significaciones mucho más complejas de las que tendría un simple poema de amor erótico que se limitase al estricto plano carnal», y añade, para concluir:«La “Noche oscura” constituye un verdadero prodigio literario». La tercera y última del estudio la titula “Ya por aquí no hay camino: la combustión transformante final de la “Llama de amor viva”. Escribe López-Baralt: «En el poema de la “Llama de amor viva”, en que celebra los límites de su unión transformante, el príncipe de los místicos españoles acude al antiguo símbolo de la llama abrasadora para explicitar de alguna manera estos grados últimos de su combustión espiritual». Concluyo, “Asedios a lo indecible” es un libro imprescindible para poetas e investigadores y su autora, Luce López-Baralt, garante y luz que alumbra la literatura mística de todos los tiempos.

Título: Asedios a la indecible. San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante
Autor: Luce López-Baralt
Edita: Trotta (2ª ed. Madrid, 2016)


NO ERES NADIE HASTA QUE TE DISPARAN. RAFAEL SOLER


SALÓN DE LECTURA _________________________________ José Antonio Santano



NO ERES NADIE HASTA QUE TE DISPARAN

Hay libros que dejan una huella imborrable. Los hay conmovedores, entrañables, de una inmensa belleza, ingeniosos, extravagantes, sublimes, etc., etc. Creo no equivocarme si afirmo que confluyen en “Mortal y rosa”, de Francisco Umbral todos esos calificativos y más, tal vez, su mejor libro desde mi punto de vista. Umbral dejó escrito en ese libro: «Si no hay transparencia no hay escritura […] El escritor tiene que dejar pasar la luz del mundo sobre la cuartilla, el sol de la escritura. […] La prosa es prosa porque tiene sombra, la sombra del tío que está encima. Si no tiene sombras es poesía». Hoy, dicho libro me sirve de pórtico y modelo para hablar de otro bien distinto, sin sombras, y, consecuentemente, de poesía: “No eres nadie hasta que te disparan”, del poeta Rafael Soler (Valencia, 1947). Este es el cuarto que el sello editorial Vitruvio publica, anteriores fueron “Maneras de volver”, “Las cartas que debía” y “Ácido almíbar”, que ya tuve ocasión de comentar en este misma sección hace unos meses. Si en aquella ocasión escribía: «Soler interioriza todo lo que le rodea, ya sean objetos o pensamientos, de tal manera que una vez dentro nos revela lo hallado, es decir, lo trascendido. En esa interiorización de la verdad –su verdad- el poeta se abstrae hasta el límite, creando un universo propio donde la palabra se hace luz y vida» -transparencia-, ahora no puedo sino destacar su singularísima voz, tan distinta y distinguible a la vez, que nos envuelve hasta levitar en el espacio y sus silencios. La voz de un poeta que no se achica ante nada, para el cual el reto mismo de la vida produce en sus versos esa tensión necesaria para expresar, plenamente, la originalidad, los detalles, aunando narrativa y lírica, fondo y forma en un estilo único que hace de él uno de los poetas españoles más destacados. Rafael Soler nos conduce en esta obra a los “asombros”, en esa pretensión de abismarse en el misterio de las cosas, de su sencillez hasta trascenderla, para casi desaparecer, que vendrá a explicar en sí mismo el título de este arriesgado y original texto, “No eres nadie hasta que te disparan”, que estructurado en seis partes independientes u autóctonas (Cuaderno de Elvira, Cuadernos de Martín, Cuaderno de Abel, De cuanto pudo acontecer y no sucede, El cine, en el cine y Epílogo, y no), conforman un solo objeto poético, una voz armónica y luminosa, que no se deja influenciar por ninguna moda y que busca en la infinita soledad todos los silencios existentes, la vida misma. Esta es la razón de ser del poeta, la savia recogida durante este tiempo de madurez que lo agita hasta alcanzar la plenitud toda del lenguaje, de la palabra que vuela como un pájaro por los confines celestes de la poesía verdadera, esa que suena muy adentro de la nada para convertirse en alma luz de un tiempo tan extraño como deshumanizado. 

El poeta, harto de tanta mediocridad, y bastándose de la palabra no ha dudado un momento para crear un espacio y un tiempo nuevo, una forma distinta de temblor, de luz que alumbre el camino habitado por tan devastadoras sombras. Como ejemplo de lo dicho hasta ahora cabría seleccionar cualquier poema de los contenidos en “No eres nadie hasta que te disparan”, cualquiera, pero uno solo sería suficiente para ilustrarlo, porque verdaderamente Elvira, Martín y Abel, son personajes corrientes de un guión, de una acción, nombres escritos sobre el papel y un argumento sólido y suficiente; diría más, unos versos solo resumirían la verdad que persigue el poeta, que devuelve la poesía a su estado puro, a la raíz del ser, a la olvidada locura cervantina como única verdad capaz de transformar el mundo.
 Sabe Rafael Soler de ese empeño y así lo escribe en el poema 

“La falsa pulcritud de los escombros: 

«De espalda a la pared
 / los locos crónicos son de natural pacífico 
/ y muy conservadores […] //
 un loco crónico alza sus brazos para llamar al sol 
/ y aunque viva perseguido de invisibles amenazas /
 enquistado tenaz en su rutina /
 puede sorprenderte con un don inesperado / 
multiplicar digamos mil quinientos doce / 
por tu matrícula de coche / 
y salir indemne del empeño / 
aunque lleve en el bolsillo una pinza de colgar…».

 Una vez más la personalísima voz de Soler, esa forma tan suya de construir metáforas, los variados matices sintácticos y semánticos no hacen sino constatar la existencia de una poesía viva, capaz de alterarnos, por encontrar en ella una fuerza especial, una verdadera eclosión poética que no puede dejar pasar ningún lector que se precie. Sin duda alguna, “No eres nadie hasta que te disparan” sitúa a Soler en un lugar preeminente dentro del actual panorama poético español.

Título: No eres nadie hasta que te disparan
Autor: Rafael Soler
Edita: Vitruvio (Madrid, 2016)


Libros de poesía

  • “Pie de página” 2012 , nº 150 de Els Plecs del Magnânim, V-2080-2012
  • “La vida en un puño” 2012 Editorial Servilibro y la Asociación Pistilli Miranda (Asunción,Paraguay) Depósito nº 1328 / 98
  • “Los sitios interiores (sonata urgente”), 1980. Colección Adonais. Ed. Rialp ISBN: 84-321-2058-8

Libros de narrativa