CAFFÈ LETTERARIO MANGIAPAROLE.


María Ángeles Lonardi, recién regresada de Roma, nos cuenta las emociones tan intensas que ha vivido en la antigua capital de imperio romano. Esta poeta y escritora Entrerriana y Argentina, afincada desde hace muchos años en Almería, es nieta de italianos nacidos en Verona, de la región del Véneto, al norte de Italia, y recientemente, ha visto su sueño hecho realidad al ser invitada como Huésped excepcional, como poetisa argentina a participar en una Lectura poética en Mangiaparole, y presentación de su libro “Poemas para leer a deshoras”, de Letra Impar, 2017.

CAFFÈ LETTERARIO. MANGIAPAROLE
Mariángeles comentó hace un par de meses a unos amigos en Roma, que viajaría a primeros de septiembre a la ciudad eterna y fue así que, aprovechando su viaje, la invitaron para compartir una Lectura poética como poetisa argentina invitada de excepción, tal y como dice en el cartel que prepararon un mes antes y con el que invitaban al público a asistir al evento.

María Ángeles Lonardi

La lectura fue en Mangiaparole, un café literario muy conocido en el mundillo de las letras del país vecino, donde se hacen lecturas poéticas y presentaciones, etc. y se puede tomar un buen vino y comer algo frugal mientras se disfruta del arte y la buena compañía. A dicha lectura, bajo el lema “por la paz, la sostenibilidad y la justicia” concurrieron invitados treinta poetas y una traductora muy simpática, Antonietta Tiberia que tradujo acertadamente los poemas y palabras de la autora.

café Literario Mangiaparole


La lectura fue alternando poemas de Lonardi y de los presentes, en italiano y español y no fue una lectura simplemente, sino más bien, una presentación de su libro “Poemas para leer a deshoras”, acompañada y arropada por lecturas de poemas. 




Después de una magnífica presentación a cargo de Cinzia Marulli, organizadora del acto que compartió la mesa con la autora, Mariángeles se atrevió a hablar unas palabras en italiano, muy emocionada, como agradecimiento por esta invitación que para ella es muy especial. 

café Literario Mangiaparole



café Literario Mangiaparole
Y por las fotos podemos ver que estuvo muy bien acompañada y que fue una presentación exitosa. ¡Enhorabuena!






café Literario Mangiaparole
Nuestra poeta quiere agradecer muy especialmente a los organizadores y coordinadores del evento Marco Limiti y Cinzia Marulli en colaboración con la Asociación Academia Creativa territorial de Tiziana Colusso y la organización internacional No- profit 100 mil poetas por el cambio. (tal y como aparece en el cartel del evento). 





 Y a la gente del café Literario Mangiaparole que son estupendos. Gracias a todos siempre.


CUIDADO CON LO QUE DESEAS


Dime si no has deseado,
más de una vez,
que el mundo fuera pequeño,
que sus bordes encajaran
en un diminuto pañuelo.
Dime si no has pensado
que así estarías más cerca
para poder abrazarnos
y reírnos de las distancias
que nos dejan en tierra de nadie,
como a Ulises soñando
con el regreso a Ítaca.
Dime si te pasa como a mí,
que viene a buscarme la nostalgia
cada vez que cierro los ojos
o que huelo a tierra mojada,
a magnolias, a hierba fresca
recién cortada, a mandarinas,
a río, a sudestada…
Cada vez que las nubes
se hacen alfombra mágica
y me llevan lejos
donde el horizonte se curva.
Allí donde el cono sur
nombra la distancia
y se agiganta…
Dime si no te pasa como a mí
cuando estrujas un pañuelo…

Del libro “Poemas para leer a deshoras”
(Letra Impar Ediciones) 2017




STAI ATTENTO A QUELLO CHE VUOI

Dimmi se non hai voluto,
più di una volta
che il mondo era piccolo,
che i suoi bordi si adattano
in un minuscolo fazzoletto.
Dimmi se non hai pensato
in questo modo saresti più vicino
essere in grado di abbracciarci
e ridi alle distanze
che ci lascia nella terra di nessuno,
come Ulisse che sogna
con il ritorno a Itaca.
Dimmi se succede a te come me,
chi viene a cercare la nostalgia
ogni volta chiudo gli occhi
o che io odori di terra bagnata,
alle magnolie, all'erba fresca
appena tagliato, ai mandarini,
al fiume, alla sudestada ...
Ogni volta che le nuvole
si fanno un tappeto magico
e mi portano via
dove l'orizzonte si curva.
Dove il cono meridionale
nominare la distanza
e cresce ...
Dimmi se non succede a te come me
quando stringo un fazzoletto ...




LA VENTANA

Mirar por la ventana cuando nadie te ve,
cuando te haces invisible.
Abrir las ventanas y dejar que el sol entre,
que lo bañe todo, que lo pinte,
que lo inunde de luz
y que la sombra
empiece a girar desconcertada.
Saltar desde afuera hacia adentro
y resbalar por una mirada indiscreta,
pendiente abajo hasta la baldosa.
Estamparte en el suelo
y desperdigar los huesos
como fragmentos de gota salada.
Cuando la lágrima cae
te sientes más sola que la una.
Dentro, en la guarida,
detrás de la ventana, tiemblas,
antes del colapso definitivo.

Cuando nadie te ve, el horizonte
deja de ser lejanía y viene.

Del libro Poemas para leer a deshoras, Letra Impar 2017

Traducido por MalenaFiorotto Presidenta Asoc de descendientes del Veneto

Guardare per la finestra quando nessuno ti vede,
quando ti fai invisibile
Aprire le finestre e lasciare che il sole possa entrare,
che lo bagne tutto, che lo dipinte,
che lo piene di luce
e che la ombra
inizia a girare sconcertata.
Saltare da fuora verso indentro
e ascivolare per uno sguardo indiscreto,
pendente basso fino alla piastrella.
Stampare nel sul pavimento
e spargere le ossa
come frammenti di goccia salata.
Quando la lacrima cade
ti senti più sola che l’ una.
Dentro, nella tana,
dietro la finestra, tremi,
davanti alla decadenza definitiva.

Quando nessuno ti vede, l'orizzonte

lascia di essere lontano e viene.





María Ángeles Lonardi nos comenta ilusionada que mientras estaba en el aeropuerto de Fiumicino, en Roma, esperando para embarcar de regreso a Almería, le informaron por correo electrónico que ha sido finalista, 4º premio, en el Concurso “Versos descubiertos” convocado por Circulo Rojo, de un total de dos mil participantes en esta convocatoria de carácter internacional. Próximamente se editará una Antología conjunta.
Otra alegría que merece ser compartida.



METÁSTASIS.

JOSÉ ANTONIO SANTANO

SALÓN DE LECTURA ___________________ José Antonio Santano

Los libros se amontonan sobre la mesa por días. A veces desearía reseñar cada uno de esos libros con tan solo la mirada, pero eso, como es lógico, no es posible. El libro necesita un cuidado especial, hay que sentir su piel acartonada sobre las manos, leer atentamente cada una de sus páginas, de sus versos y abstraerse en su mundo de signos y palabras, en su lenguaje hasta casi desfallecer. Solo la pasión por la lectura es la clave para luego analizar todos y cada uno de los aspectos que contienen ese objeto extraordinario que es el libro. En él todo es importante: prólogo, epílogo, encuadernación, portada y contraportada, color, tipo de letra, etc, etc. Entre esos libros de culto, o al menos así me lo parece, habría que considerar “Metástasis I”, del poeta Luis Tamarit (Puçol, Valencia, 1961). 
METÁSTASIS
Ya desde las primeras páginas del libro, su prologuista, la también poeta argentina Mercedes Roffé nos advierte de la posible reserva que su título pueda producir en el lector. La palabra en sí misma es un llamamiento al acabamiento, lo terminal, el miedo que deriva de su pronunciamiento, a la agria realidad que vaticina: la muerte. Sin embargo, esta “Metástasis I”, propuesta poética de Tamarit, es mucho más que todo eso, porque se adentra en el proceso de culminación de la obra literaria, basada en un lenguaje preciso, de filigrana, tal que uno parece ascender a un territorio cielo tan apasionadamente desconocido y misterioso que no dejará de crecer aun después de su lectura pausada, incluso discontinua, capaz de producir un ensimismamiento del pensamiento, de la idea poética que dejará una huella imborrable. 
Es la poesía de Tamarit un oasis entre tanta vacua versificación y tanto pseudopoeta que campa por doquier. La palabra como remanso de profunda reflexión, como si el poeta ejerciera de imán del tiempo y el espacio necesarios para construir un discurso tan novedoso como inteligente, un corpus único que trasciende la propia existencia del poeta. Tamarit teje una verdad indiscutible, su verdad: el poema en sí mismo. Abre las puertas de la razón y el conocimiento, se abisma en el alma de las cosas hasta atrapar la esencial palabra, el verbo que defina su poética incorruptible. Motivo de su expresión poética es la observación del mundo que le rodea, de las palabras que nacen y crecen y se precipitan a no se sabe dónde; es todo su bagaje puesto a disposición de la comunicación y consumación del lenguaje para crear otras formas de expresión, otro universo capaz de alterar, de alterarnos, propiciando una nueva concepción de la vida a partir de la palabra, las palabras. “Metástasis I” es la primera entrega de un proyecto que contendrá diez volúmenes (“Metástasis II”, en breve verá la luz); cada libro contiene 100 poemas y el primero del libro siguiente y todos formando un único ser. La estructura poemática es muy parecida en estas 101 composiciones, de tal manera que dos de los cinco versos que constituyen el poema se repiten en su enunciado inicial pero concluyen con resultado reflexivo desigual. Sirva como ejemplo este poema que aúna soledad y silencio, la luz y las sombras de lo humano: «A pesar de todos los pesares cavar y seguir / cavando una tumba sin manos // Escuchar el sonido de la ebriedad retumbando dentro // Escuchar el sonido del silencio soledad adentro // Permanecer andando permanecer humano ». Luis Tamarit halla el verdadero camino de su yo poético y lo sitúa atemporal sobre la esencialidad del lenguaje, trabaja su interconexión con otros universos hasta conseguir que la luz de la palabra escrita refulja diamantina y libre. Es como si el poeta se dejara llevar por la corriente de un caudaloso río, aun a sabiendas que el peligro acecha en su trayecto hasta desembocar en las azules aguas marinas. “Metástasis I” es un libro complejo, donde el pensamiento puebla cada uno de los versos que lo componen, y en su propia independencia lo aforístico también.
 La razón no es otra que la transfiguración de lo cotidiano hasta convertirlo en parte indisoluble de la creación propia del poema, el poema en sí mismo como única raíz, el origen del ser todo: «El verdadero poema camina por la muerte sin volver la vista / atrás sin tregua ni descanso // Tarde o temprano convierte todo acontecer en un ahora // Entre el carbón y la ceniza permanece cantando // Entre el carbón y la ceniza pertenece andando». Observése cómo provoca la ruptura del verso, como si en su orfandad creciera otro ser distinto. «En esa composición estrófica… cobra una significación extrema el intervalo, es decir, lo que no vemos, lo que no se ha escrito…”, escribe en el epílogo Alejandro Céspedes. Es lo que yo llamo “los silencios” tan extraordinariamente necesarios en todo poeta que se precie, porque en ellos toma fuerza la esencialidad del discurso, en lo que no se dice, sino que se silencia, sea con rupturas, espacios u otros signos de puntuación. La palabra en su esencia más pura vive y muere en el poema, y el silencio se hace música: «Cada dolor disperso en el devenir es lo único que de verdad / nos pertenece // Lo visible llama a lo invisible la luz a la oscuridad / Lo audible a lo no audible el silencio a la música // Tal vez no puedas aceptar la visión sin la muerte». Así es la poesía de Luis Tamarit: silencio al límite.
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LUIS TAMARIT.



Título: Metástasis I
Autor: Luis Tamarit
Editorial: Olifante (Tarazona, 2017)


EL ÚLTIMO GIN-TONIC



EL ÚLTIMO GIN-TONIC
SALÓN DE LECTURA ______ José Antonio Santano


No creo que me equivoque si afirmo que es muy difícil encontrar en el panorama literario actual una voz que se distinga, elegante y personal, con variedad de registros que la hagan diferente, innovadora, perspicaz e irónica al mismo tiempo, esencial en su concepción misma, divertida incluso, cosmopolita, heredera de la mejor tradición narrativa española, y moderna en el sentido de original, de una frescura tan sublime como inaudita. Pocas veces halla uno una novela tan sólida en su estructura como sugerente por sus variados recursos lingüísticos, sintácticos y semánticos. 
Lo dicho y algo más que añadiremos más adelante constituye el ensamblaje, la arquitectura de un texto extraordinario, de una novela que derrocha imaginación e ingenio a lo largo de sus algo más de 200 páginas: “El último gin-tonic”, de Rafael Soler, que regresa así al género narrativo, a tomar las riendas de una prosa vivaz y diamantina. De la idea inicial de un correo electrónico, que sitúa la acción narrativa y el motivo central de lo que será luego un derroche de historias tan distintas como distintos son los personajes protagonistas de las mismas, hasta la conclusión de la narración, Soler viene a demostrar su talento para crear situaciones tan reales y sugestivas, desde una perspectiva lingüística y sintáctica que revela al escritor de raza que ha sido capaz de construir esta novela apasionante. 

Y lo es por muchos motivos: el manejo del lenguaje, una mirada que parte de la anécdota hasta transformarse en elemento trascendental de la narración, la descripción como pilar consustancial del discurso (poético-lírico en muchas ocasiones), el laberinto como modelo resolutivo de los conflictos y las relaciones, la presentación de los personajes enfrentados a sí mismos, el culto a lo novedoso tanto en su concepción como en su ejecución, influencia de modelos audiovisuales (cine, televisión, teatro, etc.) en la acción y narración de cada una de las historias, así como la frescura constructiva de los diálogos, son aspectos que hacen difícil definir o conceptuar exactamente la tipología narrativa de la novela. Todo sucede de lunes a jueves, en cuatro capítulos respectivamente: “Tres más uno”, “Los abrazos”, “Aquí nadie tiene a nadie” y “Póker de ases”. Tiempo suficiente, cuatro días, para contarnos lo mucho que sucede a la familia Casares (Moisés Casares Cendoya, el abuelo; Alberto y Lucas, sus hijos, y Juan, Marcos y Mateo –como los evangelistas- los hijos de Lucas, además de otros personajes que complementan la narración como María –la amante- o Diego –el esposo cornudo y autor de los correos electrónicos- hasta crear una narración de auténtica filigrana). La disección de cada uno de los personajes mencionados es de una precisión matemática y todos juntos o por separado constituyen el elemento vertebrador de la narración, a veces laberíntica por su propia estructura discursiva pero nunca incomprensible o aburrida. Soler construye una historia tan sólida como ingeniosa y actual, que afronta los problemas propios del tiempo que nos ha tocado vivir, pero que él trata con ese regusto por la palabra y un lenguaje siempre acorde con la realidad que describe, en muchas ocasiones irónico, en otras con un humor tan negro como elegante, que nos devuelve a la mejor tradición novelística española, a la cervantina concepción de la novela. Realidad y ficción se complementan para vivir en las páginas de “El último gin-tonic” situaciones que van del hecho mismo de la muerte hasta el amor, pasando por la soledad, miedos, violencia, traiciones, dolor, sexo, juego; es decir, el deseo de revelar la porción que en cada ser existe de felicidad o desdicha, desde la concepción personal que cada uno de los personajes posee de la vida, que a fin de cuentas es la literatura. Un viaje al territorio de lo desconocido, no solo al de los pingüinos de Puerto Madryn en la Península Valdés (Argentina), sino al mundo interior de cada uno de los protagonistas de esta historia escrita con el rigor y el ingenio que caracteriza a su autor, Rafael Soler. 
De fuera hacia adentro, y viceversa, Soler ha sabido plasmar lo que parece una simple anécdota, en una obra que contiene innumerables matices expresivos, desde los propios del lenguaje audiovisual, hasta los de encadenamiento narrativo de los diálogos en los tiempos y el espacio que el narrador ha considerado novedosos para imprimir a la historia ecos de auténtica literatura. Una ciudad, una familia y la soledad, el vacío que la vida nos impone en determinados momentos y la alegría de otros, los menos, porque el dolor y la muerte siempre están acechantes. Un recorrido por la vida misma en sus aspectos más cotidianos, que hacen de esta novela una lectura necesaria para comprender mejor el mundo en que vivimos, que a fin de cuentas de eso se trata, de desvelar y descubrir los misterios con la mejor herramienta que dispone el verdadero escritor: la palabra. Una novela original, que no dejará indiferentes a sus lectores, para los que deseo no sea este “El último gin-tonic”, sino el penúltimo, en compañía de su autor, Rafael Soler, y sus futuras narraciones.
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EL ÚLTIMO GIN-TONIC


Título: El último gin-tonic
Autor: Rafael Soler
Editorial: Contrabando (Valencia, 2018)

DIVÁN DE POETISAS ÁRABES CONTEMPORÁNEAS

Diván de poetisas árabes contemporáneas
DIARIO DE ALMERÍA. 
SALÓN DE LECTURA POR JOSÉ ANTONIO SANTANO


Es cierto que todos los regalos son siempre bienvenidos. Pero hay ocasiones en que son, además de bienvenidos, especiales. Es el caso de este libro que ahora muestro en este singular escaparate: “Diván de poetisas árabes contemporáneas”. Y es un regalo especial por dos razones: por quien me lo obsequia y por su temática. No es fácil hallar en el mercado editorial un libro de estas características, menos aún cuando sus protagonistas son mujeres árabes, y, además, poetisas. No me negarán que no tiene la cosa enjundia. Hay estar hecho de una materia especial para atreverse a reconocer públicamente la integración de la mujer, a más árabe, en el cerrado mundo de la poesía. Un acto revolucionario si nos atenemos a los hechos que vienen sucediéndose en la sociedad árabe desde tiempo inmemorial. Mostrar el lado femenino de la literatura árabe, y en especial el de la poesía es merecedor de todo encomio. A nadie se le escapa la dificultad para afrontar un trabajo de estas características, y es de justicia reconocer esta labor, precisamente en la persona de Jaafar Al Aluni, un hombre, que no, curiosamente, una mujer, lo que añade más valor si cabe a esta publicación. En palabras de Ibn Arabí «Todo lugar que no acepta lo femenino es estéril, no cuenta» y el poeta Adonis, autor de la presentación de este libro añade: «la masculinidad que anula la feminidad se anula a sí misma, y esta es la situación actual de las sociedades árabes e islámicas: están anuladas, tanto en lo masculino como en lo femenino. La mujer en estas sociedades es un objeto religioso codificado, enjaulada en lo lícito y lo ilícito, es un ser sin rostro, y todo ser que carece de rostro, carece de identidad», y concluye, refiriéndose a esta antología: «En esta selección de poesía femenina árabe, el lector encontrará diversas maneras en las que la mujer poeta se expresa a sí misma, expresa su libre feminidad, su cuerpo, su relación con el mundo y con las cosas, y, sobre todo, su relación la lengua árabe femenina, la cual, en sí misma, necesita la libertad y liberarse de lo masculino que dirige la tierra en nombre del Cielo». 
DIVÁN DE POETISAS ÁRABES CONTEMPORÁNEAS

Por su parte, Jaafar Al Aluni, autor de esta edición y traducción nos acerca a la poesía árabe escrita por mujeres mediado el siglo XX, años después de lo que vendría en llamarse “el despertar árabe”. Será entonces cuando la poesía árabe femenina comience su andadura y su presencia sea más activa, aunque dadas las circunstancias sociales del mundo árabe no sean las mejores para una verdadera difusión del quehacer poético de las mujeres árabes, relegadas y silenciadas sistemáticamente. Diez son las poetas seleccionadas por Aluni para este “Diván”, diez voces diferentes que abren el camino a un mayor conocimiento de la poesía árabe. Fadwa Tuqán y Názik Al-Malaika inician el movimiento poético femenino y son las primeras en introducir cambios en la tradición poética a partir de los años cincuenta. Para Aluni los años sesenta representarán la entrada de la modernidad a través de la revista “Sh’ir”, con poetas como Saniya Saleh y Ámal Yarrah. El papel de la libertad de la mujer y su papel en la sociedad es asumido poéticamente por las poetas Lamía Abbás Amara, Suad Al-Sabah y Fawzía Abú Jáled, en los años setenta y ochenta. Concluye su selección Aluni con la representación de poetas pertenecientes a los países orientales, como la libanesa Souzanne Alaywan, de los occidentales la marroquí Widad Benmusa y de los países del Golfo a la yemení Huda Ali Iblán. Una muestra tan heterogénea como acertada si nos atenemos a los propios textos que avalan la trayectoria poética de cada una de las poetas seleccionadas por Aluni. 
Como prueba de lo dicho sean los versos de las poetas representativas de las etapas expresadas anteriormente. De Tuqán, del poema “Tu nombre”: «¿Tu nombre? / Oh suspiro de flor que exhala en el rocío de la palabra, / ¿tu nombre? / Oh luz de madrugada que apareciste / cuando caí en la oscuridad del camino. / Oh melodía que me levanta y me acuesta con su armonía», de Saniya Saleh, del poema “Patria”: «Mi patria es mi sueño, / cabeza y corazón / ardiente y palpitante. / Mi patria son los caminos aislados, / la tumba y las salas de espera»; de la tercera etapa seleccionamos a Fawzía Abú Jáled y los contundentes versos de “El poema del agua”: «Sumergió sus dedos en el desierto, / y con el agua del espejismo escribió un poema» y de la última etapa sean estos versos de la marroquí Benmusa, donde el silencio es el eje de la vida: «El viento del silencio / penetra mi cuerpo / heme aquí celebrando / una soledad distinta…». No cabe duda que este libro “Diván de poetisas árabes contemporáneas” marca un antes y un después, que es una referencia clara de la poesía femenina árabe, y que todo él trasluce verdad e inteligencia, ética y estética para un tiempo nuevo en el que la mujer no puede seguir representando “lo estéril”, sino todo lo contrario, el fruto de una manera diferente de entender el mundo, también de construirlo.
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JAAFAR AL ALUNI



Título: Diván de poetisas árabes contemporáneas
Autor: Jaafar Al Aluni






Ediciones del oriente y del mediterráneo   (Madrid, 2016)

UNA VERDAD EXTRAÑA. (POESÍA 1974-2018)


SALÓN DE LECTURA _____________________ José Antonio Santano


José Antonio Santano


UNA VERDAD EXTRAÑA. (POESÍA 1974-2018)


Si de aconsejar se tratara y teniendo en cuenta la falta de rigor con el que nos sorprenden algunos escaparates de la literatura española actual, no sería complicado dar con una relación suficiente de títulos para esta etapa veraniega, en la que, poco a poco, se va asentando la costumbre de leer, aunque sean, en su mayoría, libros insustanciales con los que las grandes editoriales, llevadas por el más puro sentido mercantilista (promociones salvajes en radio, prensa y televisión), seducen a los eventuales lectores. Para esta ocasión, la recomendación, atendiendo al exclusivo sello de calidad, tendrá su plasmación en un libro que, con toda seguridad no defraudará al lector de poesía, sea principiante o ya avezado en la materia. Se trata de la segunda edición de la obra corregida y aumentada “Una verdad extraña (Poesía 1974-2018)”, del poeta de Jódar (Jaén), Manuel Ruiz Amezcua, cuyo estudio, de casi 200 páginas, ha corrido a cargo del profesor de Literatura Española, en la Universidad de Sevilla, Carlos Peinado Elliot. Queda publicada así, en un esfuerzo ingente por parte del sello editorial Comares, la obra completa –hasta ahora-, corregida y aumentada del poeta Manuel Ruiz Amezcua. Si nos atuviéramos a algunas de las opiniones versadas sobre la trayectoria y la voz poética de Ruiz Amezcua, tendríamos que detenernos, obligatoriamente, en la de su paisano Antonio Muñoz Molina, cuando dice: «Manuel Ruiz Amezcua ha realizado una carrera literaria tan tenaz y rigurosa como desasistida de cualquier clase de reconocimiento público. Va siendo hora de que sea escuchado. 


Es dueño de una voz y de una obra poética que deben ocupar cuanto antes el sitio que les corresponde en el repertorio público de nuestra literatura», y también, por resumir dado el gran número de críticos y poetas que han reseñado la obra de Ruiz Amezcua, la del premio Nobel, José Saramago, que llegó a escribir: «Una novela nunca da la sensación de poder levantar el mundo. La poesía sí. Como esta de Ruiz Amezcua». Dos opiniones suficientemente relevantes, sin quitar importancia a otras que no han sino reconocer el trabajo y la calidad poética de la obra de Ruiz Amezcua. En este volumen, “Una verdad extraña”, Carlos Peinado Elliot recorre de principio a fin la obra de Ruiz Amezcua contenida en sus más de 800 páginas, y lo hace desde el análisis y la reflexión profunda, ahondando en aquellos elementos propios y caracterizadores de su poética, olvidada y silenciada durante un tiempo en el que la poesía era concebida como un club de amigos al que solo podían pertenecer algunos elegidos, y no precisamente por su calidad y su aportación a la poesía del siglo XX, sino por la relación más o menos interesada de amistad o, en su defecto, política. Fueron aquellos, años de sequía para la poesía española, en la que solo cabía una única tendencia, una corriente que lo absorbía todo, incluido el sector editorial. En estas circunstancias, “la otra poesía” no tenía cabida, fue denostada o en el mejor de los casos silenciada. A esa “otra poesía” pertenecía por derecho propio Ruiz Amezcua, porque tampoco quiso nunca que le relacionaran con la moda poética de aquellos años, tan laxa y plana para él. Hubo de pasar el tiempo, de sucederse los años para que viniera el reconocimiento a su trabajo poético, como ahora se puede constatar en este libro. «La revelación del mal y de la injusticia», está en el origen de su poesía, y añade el propio autor: «Las palabras también consuelan. Y redimen. La poesía duele, pero siempre cura. Hay marcas que no se borran y las palabras nos sirven para convertirlas en un mundo distinto, en un viaje distinto. Un viaje de por vida. Un viaje al fin de la noche buscando la claridad del día». En esto consiste el hecho mágico de descubrir la luz en la oscuridad misma, un viaje al interior del silencio y capaz de revelar la luz es el acto poético por excelencia, la esencia de la poesía en su camino hacia la transformación del mundo (interior y exterior), en el cual el ser humano es el centro. Claro que la poesía redime y sana, ese ha sido siempre el principio motor de Ruiz Amezcua que, aún frente a las vicisitudes y obstáculos que se interpusieron en su camino, siempre supo cuál era el camino. En esa lucha del hombre con el mundo siempre estuvo Ruiz Amezcua, con la palabra exacta, el lenguaje preciso que sangra por las venas del poeta hasta convertir lo vivido en el único edén posible. Todo esto y más hallamos en la poesía de Ruiz Amezcua que parte de “Humana raíz”(1974) y llega hasta “Palabras clandestinas” (2015), con el añadido de algunos poemas inéditos. Un trabajo de análisis recogido en casi 150 páginas escritas por el profesor Carlos Peinado, desde la objetividad del conocimiento de su poesía y con la brillantez de su palabra y pensamiento, para quien la obra del poeta es un continuo descender a uno mismo para rebelarse luego ferozmente contra sí mismo. “Una verdad extraña (Poesía 1974-2018)” contiene lo mejor del gran poeta que es Ruiz Amezcua, que es como decir de lo mejor del panorama actual de la poesía española.

Manuel Ruiz Amezcua


Título: Una verdad extraña
(Poesía 1974-2018)
Autor: Manuel Ruiz Amezcua
Edita: Comares (Granada, 2018)



ANTOLOGÍA DE POESÍA IBEROAMERICANA ACTUAL.

 Coordinado por Alfonso Berlanga Reyes y José Antonio Santano Serrano. La publicación ha estado al cuidado del sello editorial "Exlibric", de Málaga. La presentación oficial del libro se llevará a cabo durante el XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos a celebrar en Salamanca en el mes de octubre, que se conmemora también los ocho siglos de la fundación de la Universidad de Salamanca.
Los integrantes han nacido entre 1970 y 1985 hasta completar una nómina de 55 autores de diferentes países. Las poetas representadas en la presente antología tienen una presencia destacada, infrecuente en este tipo de publicaciones y con un objetivo, la mujer iberoamericana tiene una voz y una concepción distinta de la expresión poética, una visión del mundo diferente de tal forma que su contribución al panorama poético resulta de trascendental importancia de ahí su presencia especial en esta Antología.
El lector constatará que se incluye la más rica variedad temática, técnica y estilística, como corresponde a una nómina de poetas tan considerable y de procedencia tan diferente.
El índice de autores lo componen:


A
Abril, Juan Carlos (España)
Alonso Cruz, Luis (Perú)
Alonso Sánchez, Diego (Perú)
Alvarado, Javier (Panamá)
Alves Costa, Tiago (Portugal)
B
Belmonte, Luis Enrique (Venezuela)
Blum, Ana Cecilia (Ecuador)
C
Carrión, Ernesto (Ecuador)
Castell, Frank (Cuba)
Cerón, Rocío (México)
Cevallos Perugachi, Javier (Ecuador)
Charry Noriega, Camila (Colombia)
Chávez Casazola, Gabriel (Bolivia)
D
Duarte, Luis Enrique (Nicaragua)
E
Espinosa Guerra, Julio (Chile)
Estrada, Fabricio (Honduras)
Estrada, Lucía (Colombia)
G
Gallo, Paola (Uruguay)
Garcia Pereira, Adriane (Brasil)
García Quintero, Felipe (Colombia)
Gatica Bravo, Marcelo Ismael (Chile)
Ghezzi Solís, Melissa (Perú)
Guerreiro, Sandra (Portugal)
I
Iris, Manuel (México)
López Sandoval, David (España)
Luis Rafael (Cuba)
M
Martínez Clares, José Luis (España)
Martínez Pérsico, Marisa (Argentina)
Masin, Claudia (Argentina)
Méndez, Roxana (El Salvador)
Mendoza, Néstor (Venezuela)
Merino, Ana (España)
Midence, Magdiel (Honduras)
Mills, Alan (Guatemala)
Mussó, Luis Carlos (Ecuador)
Ñ
Ñaupari, Héctor (Perú)
O
Oyuela, Mayra (Honduras)
P
Palomo Pinel, Carmen (España)
Pariso, Valeria (Argentina)392
Parls, Glaem (República Dominicana)
Pastor, Mara (Puerto Rico)
Payeras, Javier (Guatemal)
Pereira, Alberto (Portugal)
Piranesi, Silvia (Costa Rica)
Pólack, Bruno (Perú)
Q
Quevedo Rojas, Aleyda (Ecuador)
R
Rodríguez Leytón, Paura (Bolivia)
Rodríguez Moya, Daniel (España)
S
Santamaría, Gema (Nicaragua)
Secaira Velástegui, Juan (Ecuador)
Solórzano-Alfaro, Gustavo (Costa Rica)
T
Torres, Maggie (Paraguay)
V
Valencia, Ingrid (México)
W
Wolkoff, Gisele Giandoni (Brasil)
Y
Yezzed, Fredy (Colombia)

Completa antología de poesía coordinada por Francisco Alfonso Berlanga Reyes y José Antonio Santano Serrano.

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PAISAJE CON LATIDO


SALÓN DE LECTURA _______
______________ José Antonio Santano


PAISAJE CON LATIDO
Hay regresos que se celebran de forma especial y placentera. Después que el tiempo haya sido como una losa, un estentóreo silencio que anubla la palabra y la encarcela en la prisión del olvido, reconforta comprobar que ese tiempo solo fue eso, una corta parada, un lapsus solo, un paréntesis. Ocurre a veces que cuando creías perdida esa voz que en otro tiempo propició momentos de extraordinaria delectación, un día sin más, vuelve de nuevo, te llega clara y diamantina en forma de libro, y entonces, en ese instante, esa voz ahora convertida en armónicas grafías, recorre todos los silencios del pasado hasta aflorar una indescriptible emoción. 
Gabriel Montes Galdeano
Ilustraciones de Gabriel Montes Galdeano

El libro del que hablamos lleva por título “Paisaje con latido”, siendo el autor de los poemas, 22 en total, José Tuvilla (Guadix, Granada, 1958), y de las ilustraciones, también 22, el fotógrafo almeriense Gabriel Montes Galdeano. Poesía e imagen que se complementan en un juego de espejos donde la belleza del paisaje (Viejas Salinas de Roquetas de Mar) y el latido de los versos nos aventuran en la cotidianidad de los días, en la vida misma de quien mira (fotógrafo y poeta) desde la altura del conocimiento y la emoción que surge de la experiencia, de lo vivido. Ya desde las primeras líneas del generoso prólogo, autoría del también notable poeta Francisico Domene leemos: «Paisaje con latido servirá para que sus viejos lectores por fin nos reencontremos con él y para que los nuevos descubran su extraordinario talento». Y no le falta razón a Domene, esa vuelta a la poesía de Tuvilla nos congratula a quienes sabemos de su inteligencia y su magisterio, a quienes siempre estuvimos a la espera de su luz poética, del fuego de su palabra, esa que alimenta el alma y nos abisma en el silencio de lo invisible hasta estallarnos toda en un segundo. Tuvilla añade a su condición innegable de poeta, otra tan importante como olvidada: el humanismo que impregna su vida, y su obra. Tuvilla es un luchador incansable, un hombre que vive en los hombres y a la luz de otros hombres que supieron alumbrarnos en el difícil camino de la vida. Su poesía está avalada por esa mirada que trasciende en “el otro”, que quiere ser “el otro” en cuerpo y alma para sentirse vivo, de ahí sus continuos logros en el campo de los Derechos Humanos y la Educación para la Paz. 
José Tuvilla
Poemas de José Tuvilla,
 Paisaje con latido

El poeta que es José Tuvilla está más que demostrado con anteriores entregas: “Ritual de la palabra” (1981), “Vibración de la ceniza” (1982) y “Memoria inmóvil (1992), ahora lo revalida en “Paisaje con latido”. Un latido profundo que nos recorre de pies a cabeza cuando leemos los 22 poemas que contienen esta publicación, complementada por la sensibilidad y oficio de Gabriel Montes, que ha sabido captar el alma de los amaneceres. Comienza Tuvilla su periplo poético en este libro por los cuatro elementos de la Naturaleza: Aire, Agua, Fuego y Tierra, en un despertar único que vislumbra el Amor («Si el tiempo permitiera que la luz única fuera aire, aire sería tu voz, / tu latido, la última palmera que el viento acaricia, la hierba exquisita (…) Aire es tu mirada, aire es mi voz que te llama y te dice: “Amor mío”», el Deseo («Allí, en otra hora, en las lindes de la oscuridad, / se abrazó el deseo con afiladísimos y dulces labios, /al amor furtivo», la soledad («Salgo cada día al sendero, entre las sombras que el alba disipa, / y encuentro allí la soledad y la paz que, luego, la urbe me arrebata. / Hoy, todo se alumbra de un rojo intenso, del fuego desnudo», o la tierra en sí misma, la ciudad frente al silencio («En la ciudad, traspasada la línea que marca el sendero, / hoy, las cosas discurren sin quebranto, / como ayer, como mañana, / como las infructuosas estaciones… // Aquí el agua y la tierra…». Pero el poeta camina por el sendero de la vida, ahonda en su realidad diaria y se abstrae para seguir el rumbo de la cálida luz del cielo en su inmensidad, del tiempo que nunca se detiene, que es pasado y presente, futuro innombrable: «Se ha propuesto decidido vencer su récord, / el tiempo todo, la fatiga indomable, / el aire encendido en los pulmones. / Vencer, no ser vencido». El color y la luz de las imágenes provocan en el poeta el amor por la Naturaleza, por el hombre y sus soledades y silencios, en un claro ejercicio de humano sentir, y donde el tiempo es el adversario de la contienda, y la meta el paraíso, el Olimpo: «He aquí al atleta contra el tiempo, en su desafío matutino, / cuando nadie ocupa la línea que la naturaleza prolonga… // Y entonces, sabiéndose extenuado / y frágil, comprenda que ya la juventud le fue arrebatada. / Venimos y nos vamos de este mundo…Sabiéndonos, al final, que no somos nada. (…) Detrás, la urbe se levanta, / se extiende el asfalto y el ruido, en todo su sombra, se eleva». Sin duda, Tuvilla nos devuelve la esperanza en la poesía que crece muy adentro, en las entrañas del lenguaje, en la palabra luz y aureola que nos alerta de los peligros y la vaciedad del hombre, para redimirse en el Amor como única verdad: «Amor mío, deja que la sangre del amor te aceche y te atrape. // Abandónate a mis pasos como yo me abandono a tu latido».
Paisaje con latido

                                       Título: Paisaje con latido
Autores: José Tuvilla / Gabriel Montes
Editorial: Los autores (Almería, 2017)


LETRA Y NUBE de JUAN ANTONIO BERNIER por JOSÉ ANTONIO SANTANO


LETRA Y NUBE
SALÓN DE LECTURA DIARIO DE ALMERÍA


LETRA Y NUBE de JUAN ANTONIO BERNIER
El tiempo vuela. Y cuando queremos darnos cuenta de esta contundente verdad estamos atrapados en ella, sin remisión. El tiempo es un hilo invisible que va tejiendo los días y las noches con una seda especial que crece y crece alrededor nuestro y nos envuelve en su soledad de siglos, un silencio que grita a cada instante, seguro de alcanzar el lugar más recóndito del espacio, el vacío que nos muestre el camino hacia lo desconocido. La construcción de un universo personal deviene en profundizar en el misterio del cosmos, atreverse y dejarse sorprender por lo oculto. Nadar a contracorriente hasta quedar exhausto, en el convencimiento de saberse presa del asombro, perplejo ante la extraña mirada del tiempo. Un poco de todo viene a ser el texto que presentamos en esta ocasión “Letra y nube”, del poeta Juan Antonio Bernier (Córdoba, 1976), sobrino del también poeta cordobés Juan Bernier, cercano al Grupo Cántico. Con anterioridad a este poemario ha publicado otros dos, también en la editorial Pre-Textos: “Así procede el pájaro” y “Árboles con tronco pintado de blanco”. En la actualidad compatibiliza poesía y arte al ser gerente de la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí. La poesía concebida en “Letra y nube” es minimalista, de versos de arte, caracterizados por la profunda reflexión metalingüística y poética, provocando así una sensación de acabamiento que sitúa al lector en un plano de espejos y laberintos cuya resolución quizá dependa de la palabra, en esa búsqueda por la verdad, su verdad poética, como así se expresa ya desde el comienzo, en este breve poema de la primera parte del libro titulado “El eclipse” : «Para volver en sí, / la luz de la mañana / compuso en la ventana / un paisaje sin mí». El poeta necesita de la breve exposición del pensamiento, de la idea llevada al detalle, para concluir a modo de enseñanza, como si todo pudiera resumirse en un instante solo, en un segundo que perpetuase la existencia. Los poemas, a veces casi aforísticos, entroncan con esa tradición literaria que roza lo filosófico, que trasciende enriquecida por la actitud del poeta en el mundo. Metapoética que aporta valores en su propia simbología, resurgiendo así una nueva fórmula de expresión en esa constante búsqueda de lo desconocido desde la propia realidad material, como así sucede en la tercera parte del libro titulada “La fiebre del oro”, y más concretamente, en el poema “Molino de Rodalquilar”, que nos transporta hasta tierras almerienses: «Perdiz entre el tomillo. / Girando en torno a ella, / las estrellas. // Oculta en el violeta, / eleva a las esferas / su estribillo». Un venir continuo del pensamiento, una ontología latente que predispone al poeta con lo más abstracto en un ejercicio constante de aproximación a aquellas zonas proscritas, pero que Bernier recupera para un discurso poético que sabe de los desiertos y la soledad, como se muestra en este poema, Douane: «Con su paso ondulante, / el sol pule la arena. // Y la duna, desnuda, / recita con la brisa // el áureo trabalenguas / del sol en los trigales», o en este otro, Nocturno: «Quién me cerrará los ojos / cuando esté solo»; concisión y brevedad en la fórmula expresiva como ya habíamos adelantado en líneas anteriores, casi aforística. Una vez más Juan Antonio Bernier visita el espacio ancestral de la palabra, sus campos semánticos en la búsqueda por esa “verdad absoluta” que todo poeta necesita y a la que aspira en todo momento. 
Letra y nube
LETRA Y NUBE DE JUAN ANTONIO BERNIER

Por muy penoso que sea el camino la voz siempre renace. Es como un grito que pervive en todo tiempo, que se mantiene sólido, inalterable. Es la poesía principio y fin, un son que habita en el poeta, en su respiración y en sus pupilas. El pensamiento en su desnudez absoluta, alimento de vida, el viaje último a no se sabe qué clase de eternidad, pero eternidad al fin y al cabo; una luz que rebasa la plenitud de lo infinito, del tiempo en sí mismo y que el poeta advierte en cada sílaba, en cada letra, dejando que a la altura de la nube ascienda y se transforme en voz del aire, hasta el punto de ofrecer una nueva dimensión del “ser” y “estar” en el mundo: «La esfera es imperfecta. / En la flor del granado / fructifica otra esfera»; un viaje a las nubes en su más amplio sentido, hacia el celeste mar del espacio, nube plena en su blanco diamante o en su gris cristalino. “Letra y nube” es un libro tan complejo como interesante, donde la razón del ser se abisma en la vivacidad de la palabra trascendida en un juego de intertextualidades afortunadas al fin que se persigue: la creación de un universo propio. El presente en su dimensión más futurista y la vida en su esencialidad futura: «El fruto se desprende. / La muerte se satura. / La vida vence». Nos muestra Juan Antonio Bernier en este poemario una parte de él tal vez secreta, que germinaba en el tiempo y sus silencios y que hoy y ahora confiesa, como en palabras de R.M. Rilke, con las que cierra este círculo vital de su poesía: «Habla y confiesa. Más que nunca / Se hunden las cosas y desaparecen, las cosas que vivimos, / Porque eso que las empuja y desplaza es un hacer sin imagen».
JUAN ANTONIO BERNIER
JUAN ANTONIO BERNIER

Título: Letra y nube
Autor: Juan Antonio Bernier
Editorial: Pre-Textos (Valencia, 2017)